En esta segunda entrega, Héctor Montes de Oca nos narra sus experiencias en Kodak Profesional y National Geographic, nos habla sobre su proyecto fotográfico de Xalapa y hace una serie de reflexiones sobre la fotografía analógica en blanco y negro.
Grand Canyon
En los últimos tiempos que estuve trabajando en la Kodak, antes de que quebrara, se hizo un convenio con National Geographic para conmemorar los 100 años de la fotografía en el Gran Cañón y me comisionaron para hacer ese proyecto que era muy importante. Fue un proyecto muy complicado porque era cien por ciento norteamericano y ¿cómo un latino iba a hacer ese proyecto? Era un libro en blanco y negro y con todas las de la ley pero yo estaba bien preparado para hacer ese trabajo.
En Estados Unidos, cuando se hace un libro conmemorativo echan toda la carne al asador, generalmente son grandes (este es de 70 centímetros), son de colección, tienen número pero increíblemente no los hacen en Estados Unidos, los hacen en Alemania porque es donde imprimen mejor el blanco y negro.
Ese es uno de los pocos libros que he hecho que te puedo decir que supera, por mucho, a las fotos que yo imprimo, yo no llego a esas sutilezas de contrastes. Eso se mide con aparatos, yo medí mis fotos analógicas de muy alta calidad y después las del libro y tienen más calidad, ¿cómo lo hacen?, ni idea pero así es como imprimen ellos.
NatGeo
Ese es uno de los proyectos muy, muy especiales en los que me ha tocado colaborar y eso detonó que me quedara a trabajar con National Geographic y hasta la fecha sigo trabajando con ellos. Trabajo sobre proyectos, a veces se hace uno o dos al año, con eso es suficiente para ellos por el nivel de exigencia que tienen.
El trabajo de ellos es a profundidad, es científico, se requiere de mucho entendimiento de la fotografía pero además te piden el máximo que les puedas dar. Tienen 75 fotógrafos en el mundo y cada uno tiene un área especializada, a mí ya me han clasificado como paisajista pero, por mi experiencia y los lugares en los que he trabajado, conozco todas las áreas, hago prácticamente todo tipo de fotografía pero ahí es donde mejor me siento bien, donde mejor me acomodo.
Mi tendencia siempre es, aparte de hacer el registro científico, también dar una cuestión creativa, artística, es ahí donde me acomodo bien y es lo que se aprecia de mi trabajo, que no nada más es el registro, que debe ser muy sistemático como lo requieren los científicos, sino que trato de dar un poquito más, esperar el momento, estudiar la composición para dar atmósferas, eso es parte de mi trabajo.
El año pasado publiqué con ellos un libro que se llama Auroras boreales, fueron cuatro años de trabajo fotografiando en el mundo, y en septiembre se va a presentar, a nivel mundial, un libro importante que hice en Chiapas, fueron dos años de trabajo en los que me metí a todo el estado.
En febrero fui a Houston, ya tienen el domi, lo vi y realmente me impresionó la calidad. Cuando estás trabajando en campo tienes la percepción de tu trabajo pero cuando se traduce en libro, algunas veces, ves que está muy lejos de lo que tú sentiste, de lo que tú viste, ¿por qué?, pues porque se trastoca porque se trabaja bajo otros parámetros, un poco fríos, de análisis de composición, de calidad y todo eso pero en este caso se llegó a un final espectacular, sobrepasó cualquier expectativa. Yo siempre pienso que acabo de ver lo mejor y luego veo otro proyecto, principalmente de NatGeo, y veo que no es así. Este libro es una maravilla porque fusionaron todas las texturas, todos los colores. Es un libro de 70 x 30 centímetros, pesa 35 kilos, es un libro de arte excepcionalmente bonito.
Además, aunque se está trabajando en copatrocinio con el gobierno de Chiapas, tiene un mensaje muy claro: mi visión de los abusos que se están cometiendo contra los indígenas, si eres un buen lector, sí logras ver eso. Yo pensé que no iban a ocupar ese material pero sí lo ocuparon y lo exponenciaron.
Esa es la jiribilla del fotógrafo, me contratan para hacer una cosa, la hago pero también está ahí mi punto de vista y me dan la libertad de moverme aunque hay veces que es complicado, por ejemplo, para registrar los Montes Azules me metí 25 días a la selva, es una gran experiencia porque tenía 15 años que no entraba nadie que no formara parte de ellos. Esos son de los logros que la vida me ha dado pero, claro, hay tener mucha disciplina y todo lo que implica el profesionalismo.
Xalapateca
Ahora tengo la oportunidad de aterrizarlo aquí en mi ciudad (aquí nací).
Se dio la oportunidad de platicar con el presidente municipal porque quería hacer unos libros y le dije la única posibilidad de hacerlo es a este nivel (y le mostré mi trabajo), si no, realmente no me interesa. Él hizo un compromiso, que ha cumplido cabalmente, para hacer cuatro libros, ya llevamos dos y prácticamente esta semana sale el tercero. Uno es el Centro Histórico, otro es Xalapa y la cultura, y el tercero es Xalapa moderno, donde fotografío toda la periferia y sus construcciones.
Son libros netamente fotográficos que tienden hacia la promoción del turismo pero es un registro sistemático y yo sé que con el tiempo van a ser un referente de cómo estaba la ciudad en esta época.
Los dos primeros salieron pero solamente se han regalado para promover la ciudad, cuando salga el tercero, vamos a presentar los tres juntos.
El último va a ser sobre los xalapeños que formaron esta ciudad. Se trata de hacer un poco de historia pero también registrar lo contemporáneo porque ya ves que siempre hay muchísima información de las cuestiones históricas pero de la actualidad nadie habla nada, parece que no contara, pero estos libros serán, seguramente, parte de la historia de la ciudad. Quiero dejar esta colección bien organizada porque la quiero donar (son más de 85 mil fotos) para que se forme una fototeca de Xalapa, yo creo que la ciudad la merece.
Parte de lo que pedí es que se abra una página especial de turismo de Xalapa, que la gente pueda visitarla y hasta bajar las fotos y los libros en PDF porque nunca vamos a cubrir la cantidad necesaria de libros, seguramente van a reeditar algunas cosas pero, por experiencia, sé que cuando haces algo que vale la pena, se acaba muy rápido.
He estado avanzando, no muy rápido porque no es fácil generar un proyecto de estos pero creo que Xalapa ya puede tener una buena fototeca en la que se puedan almacenar, registrar y organizar todas las imágenes que hay. Esta es una de las cosas que promueve el grupo Xalapa Antiguo pero no hay un orden y yo sí lo quiero dejar todo el material ordenado y en varios idiomas para que el público la pueda visitar. Es uno de los proyectos que he ido empujando y espero poder concluirlo.
Em Branco e Preto
Ahora ya es un lujo poder trabajar de manera analógica, yo tengo laboratorio, tengo todo para poder hacerlo, lo que ya resulta difícil de conseguir son químicos, los papeles especiales pero, así como se sigue imprimiendo el paladio-platino, se va seguir imprimiendo la cuestión analógica porque, por ejemplo, la galería Mason Fine Art in Atlanta’s, que es la que me representa en Estados Unidos (no sé si te has dado cuenta, pero yo no subo nada en blanco y negro [a internet] porque ellos tienen la exclusividad y tengo que negociar con ellos cada vez que quiero publicar mi propio trabajo, regalar o vender), sigue haciendo impresiones analógicas (yo no sé si esté bien dicho eso de analógicas, todos entendemos pero, analizándolo, no cuadraría bien).
Finalmente, sí sigo haciendo algunas cosas en blanco y negro pero hay un laboratorio especializado que es el que imprime, y se hacen exposiciones, tengo una de desnudo, tengo de arquitectura y de paisaje, que es lo que más se me reconoce.
La foto analógica en blanco y negro hoy se valora más que nunca y se cobra muy bien. Antes, por decir algo, una galería de arte vendía una foto de 8” × 10” en 100 o 200 dólares, hoy está en 380 dólares cada copia y no son más de 15, entonces, me va bien en esa venta.
Yo creo que la galería que me representa es una de las más importantes, me costó mucho trabajo, como 10 años de estar presionando por muchas áreas para que me pudieran representar porque ellos te escogen, tú no los escoges a ellos. Es un grupo de judíos importante que maneja Houston (donde tienen su central motriz), Nueva York, Chicago, Los Ángeles y San Francisco, ese es su corredor. Ellos son especialistas en venta de obra y hasta en poner de moda, o no de moda, la fotografía latinoamericana, así nos clasifican, en fotografía oriental, norteamericana y latinoamericana.