Si alguien pensaba que el anuncio del gobierno del estado sobre un mayor presupuesto para la Universidad Veracruzana era la solución a las diferencias entre el ejecutivo y la máxima casa de estudios de la entidad, estaba muy equivocado porque el problema de fondo radica en la enorme deuda que hasta ahora no ha sido cubierta.

Las promesas y los abonos de palabra, por supuesto, no son suficientes. Por ello, al no haber pago a la deuda con la Universidad, las expresiones y manifestaciones de protesta han subido de tono e intensidad. En ese sentido, podríamos apuntar que el punto más alto en ese conflicto no llegó el pasado 26 de febrero, cuando miles de personas marcharon por las principales calles de la capital del estado y expresaron su inconformidad frente a Palacio de Gobierno y su apoyo a las autoridades universitarias; de hecho, se esperan reclamos todavía más fuertes.

Este jueves 10, por ejemplo, la comunidad universitaria saldrá una vez más a las calles, en protesta por el incumplimiento de los pagos, por parte del gobierno estatal. Ese día, la manifestación se extenderá a las cinco regiones en que tiene campus la Universidad Veracruzana: Coatzacoalcos-Minatitlán, Orizaba-Córdoba, Tuxpan-Poza Rica, Veracruz y, por supuesto, Xalapa.

El pasado viernes 4, el Consejo General Universitario acordó la organización de la manifestación de la Universidad; a diferencia de otros movimientos de protesta que ya se han registrado, este jueves la marcha será encabezada por la rectora Sara Ladrón de Guevara.

El tema ya se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades veracruzanas, sobre todo porque el conflicto ha escalado de nivel hasta generar un problema social, cuya solución se observa todavía lejana, por la muy precaria situación financiera del gobierno estatal.

El conflicto, al igual que la deuda del gobierno estatal con la UV, no es nuevo:

El 17 de agosto de 2015, al celebrarse una reunión entre la rectora Sara Ladrón de Guevara y algunos diputados federales del PRI, PAN y Morena, se informó que la deuda del gobierno estatal con esa institución ascendía a mil 800 millones de pesos.

Al comenzar septiembre, la rectora de la universidad detalló que la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno estatal (Sefiplan) no había depositados todos los recursos que le correspondían a la UV, y que esa situación afectaba los proyectos de infraestructura y que evitaría la ampliación de la matrícula escolar.

Posterior a esa declaración, el gobierno del estado aclaró que no se trataba de un adeudo, sino de un “subsidio sujeto a disponibilidad”; de igual manera, el ejecutivo estatal sostuvo que durante su periodo al frente del gobierno estatal se han depositado a la UV más de 10 mil 164 millones de pesos.

Sin embargo, los cálculos de las autoridades universitarias hablan de más de dos mil millones de pesos que el gobierno estatal no ingresó a las cuentas bancarias de la institución educativa.

Así las cosas, la UV determinó recurrir a los tribunales para exigir el cumplimiento de los pagos; la máxima casa de estudios de Veracruz denunció a la administración estatal por no cubrir subsidios por dos mil 76 millones de pesos, de 2013 a la fecha.

Administración estatal, sin solvencia

Como parte de la estrategia de defensa, diferentes sectores de la Universidad Veracruzana comenzaron a salir a las calles para protestar contra la presente administración estatal, a la que reclaman el pago de la deuda.

En respuesta y como estrategia de control de daños, el gobernador Javier Duarte anunció, el pasado 25 de febrero, que presentaría una iniciativa de ley para dotar de autonomía presupuestaria a la UV, institución que recibiría al menos el 3 por ciento del presupuesto estatal; el ejecutivo estatal prometió pagar la deuda… pero no dijo cuándo.

Al día siguiente del anuncio gubernamental, la comunidad universitaria salió a las calles para reclamar el pago, en una manifestación multitudinaria; y dos semanas después de la propuesta del gobernador, la UV determinó volver a plantear, de manera pública, su reclamo por los recursos.

Lo predecible es que el problema seguirá creciendo porque el gobierno estatal carece de solvencia para cubrir el pago de esa y otras deudas.

El conflicto y el rebote al PRI

A estas alturas y dadas las condiciones de cerrada competencia político electoral en Veracruz, lo que menos quiere el Revolucionario Institucional y su precandidato, Héctor Yunes Landa, es que ese conflicto, de rebote, dañe la imagen del partido. Por ello ha lanzado pronunciamientos de apoyo a la universidad.

Este lunes, por ejemplo, el priista se refirió a la obligación del estado de cubrir los recursos que corresponden a la UV. Dijo, de igual manera, que la administración estatal debe cumplir con el pago, a fin de que la universidad desarrolle sus actividades.

Héctor Yunes Landa también es egresado de la UV, al igual que los precandidatos del PAN, Miguel Ángel Yunes; Morena, Cuitláhuac García Jiménez; y Movimiento Ciudadano, Armando Méndez de la Luz; en tanto que el aspirante independiente, Juan Bueno Torio, salió de la UNAN. El actual gobernador, por cierto, lo es de la Iberoamericana. @luisromero85