Si la demostración de fuerza hecha este jueves por los sindicatos universitarios, encabezados por Fesapauv, en las calles de Xalapa y en la Plaza Lerdo, fue impresionante, puede que la de este viernes tenga un músculo mayor, según se percibe en redes sociales.
La molestia de la comunidad universitaria no solo se centra en la insana postergación en la entrega de casi el 50 por ciento del presupuesto aprobado en el Congreso local para el año 2015 y la retención de más de 400 millones de pesos transferidos por el gobierno federal.
Para tratar de paliar esa molestia, el gobernador Javier Duarte de Ochoa convocó a una urgente conferencia de prensa la tarde del mismo jueves para anunciar una Iniciativa de Reforma Constitucional “que dotará de autonomía presupuestaria a la Universidad Veracruzana para que garantice el cumplimiento de sus fines y funciones”, que fue percibida como una medida para desalentar la expresión de los universitarios, aunque no resuelve en absoluto las graves carencias financieras que arrastra la UV desde el año pasado.
También, por supuesto, para dar una respuesta al punto de acuerdo aprobado unánimemente por el Senado de la República en que se le pide que pague de inmediato los poco más de 2 mil millones de pesos que adeuda a la UV.
Según el gobernador Duarte, “a partir de su aprobación por las señoras y los señores Diputados, el presupuesto de la Universidad Veracruzana quedará establecido cuando menos, en un 3% del total del presupuesto general del Estado”.
Habrá que analizar qué impacto puede tener esta reforma, cuando ha sido su gobierno el que ha afectado gravemente la autonomía general de la UV (conferida durante el gobierno de Patricio Chirinos Calero en 1996), mediante la retención de recursos que le son básicos para cumplir con sus funciones, y si ese 3 por ciento no significa en términos monetarios la misma gata pero revolcada.
¿Qué pasa mientras tanto con la transferencia de los recursos retenidos ilegalmente a la UV? El gobernador señala al respecto que tanto el titular de la Sefiplan como la Secretaria de Administración y Finanzas de la UV trabajan en un calendario de pagos, pero no dijo ni cuándo ni cuánto.
Solo señala que “la Secretaría de Finanzas y Planeación, a través del Lic. Antonio Gómez Pelegrín, mantiene reuniones de trabajo con la Secretaria de Administración y Finanzas de la Universidad, Mtra. Clementina Guerrero García, con el propósito y voluntad de encontrar puntos de acuerdo, y establecer, un calendario preciso de actividades y pagos, que permita recuperar la normalidad de las finanzas y funcionamiento de la Institución”.
Respecto a las expresiones de protesta, dijo:
“Ante los recientes acontecimientos que han provocado distintos puntos de vista sobre los recursos otorgados a la Máxima Casa de Estudios de Veracruz, quiero reiterar mi preocupación y sobre todo, mi decidido compromiso, por llegar a la brevedad a un acuerdo que beneficie a la comunidad universitaria.
“Comparto el sentir y la importancia que tiene para todos los universitarios, que la UV cuente con recursos suficientes para el desarrollo y funcionamiento de sus actividades”.
Los universitarios, sin embargo, lo que han sentido es que su Gobernador ha puesto en riesgo la mayoría de las actividades de docencia, investigación y extensión, así como las necesarias obras de mantenimiento y ampliación de la infraestructura educativa, mucha de ella con graves daños por no ser atendida ante la falta de recursos.
Es cierto que el hecho de que Javier Duarte salga a la palestra para decir que tiene toda la voluntad de resolver los problemas que el estrangulamiento financiero está provocando en la UV, es un avance importante en términos discursivos, luego de los constantes choques que a través de sus funcionarios (marcadamente sus secretarios de Gobierno y de Finanzas y Planeación, incluido el director del IPE) ha tenido ante las demandas presentadas por la rectora Sara Ladrón de Guevara.
¿Disipará la molestia de la comunidad universitaria?
Hay afrentas acumuladas y futuras para los universitarios. Baste recordar la aprobación en el Congreso local de un recorte de más de 200 millones de pesos para 2016, la posibilidad de que incluso con ese tijeretazo, el gobierno duartista siga sin suministrar en tiempo y forma los recursos aprobados y, lo que sería el golpe fatal, una reforma al artículo 98 de la Ley del IPE, postergada temporalmente ante el repudio unánime, incluso de sindicatos controlados como el mismo Fesapauv, pero que puede renacer para tomar de la UV los recursos que permitan cubrir los faltantes para el pago de pensionados y jubilados.
De aprobarse la reforma a la Ley del IPE, además del recorte, a la Universidad Veracruzana le retendrían unos 400 millones de pesos para cubrir un déficit que se ha convertido en un enorme boquete por la utilización de unos 3 mil millones de pesos de la reserva técnica durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, un monto que desapareció misteriosamente, sin dejar siquiera rastros fiscales, y que se presume fueron directos a cuentas personales.
Si eso ocurre, de nada servirá destinarle el 3 por ciento del presupuesto estatal y es que, vamos, si hacemos cuentas, si consideramos que dicho presupuesto es de 100 mil millones al año, resulta que se destinarían a la UV unos 3 mil millones de pesos anuales, que significarían ciertamente un incremento del 25 por ciento al que ahora se le destina, pero a contracorriente (de aprobarse la reforma a la Ley del IPE), se le retendrían 400 millones.
En 2015, el presupuesto de la UV fue de 4 mil 600 millones de pesos, de los cuales, lo aportado por el gobierno estatal fue (o debía ser) de 2 mil 400 millones y el resto, 2 mil 200, por aportación del gobierno federal.
Se pasaría de destinarle el 2.5% al 3%, sin que haya disminución respecto al año previo, lo que ciertamente es mayor al 1 por ciento que actualmente el gobierno federal destina a la UNAM.
Por todos esos antecedentes, pero principalmente porque no se ha anunciado cuándo ni cuánto se le transferirá a la UV, es que difícilmente se puede detener la marcha programada para este viernes.
Y es que el problema es que, detrás de la UV no solo están los alrededor de 80 mil integrantes de su actual comunidad (estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores técnicos, manuales y administrativos).
No. Detrás de ella estamos decenas de miles de egresados que hoy somos profesionistas gracias a la Casa de Estudios, incluyendo a la mayoría de los empleados y funcionarios que laboran para el gobierno estatal, algunos de los cuales este jueves, desde el balcón de Palacio de Gobierno, aplaudieron y corearon las siglas de la máxima institución formadora de profesionistas en la entidad.
Y, créame, también muchos padres de jóvenes que estudian su bachillerato y para los que la UV es la única oportunidad de cursar una licenciatura que les permita escalar socialmente.
La organización de la marcha de este viernes a mediodía, desde el Estadio Xalapeño en la Zona Universitaria y desde las facultades de Psicología y Economía rumbo a la Plaza Lerdo, se ha preparado con todo detalle. Buscan, por cierto, evitar al máximo entorpecer la vialidad, pero también que elementos infiltrados generen violencia o daño a la infraestructura urbana; también impedirán que los partidos políticos busquen utilizarla para fines absolutamente distintos de aquellos por los que luchan los universitarios: la defensa de la UV.
En Poza Rica, los maestros jubilados y pensionados del IPE, agrupados en la Coordinación regional en defensa de la seguridad social Papantla-Poza Rica-Tuxpan, están convocando a un acto público frente al Palacio Municipal, en apoyo a la marcha convocada en Xalapa, y están llamando a los miembros de la comunidad universitaria de esa región. De varias regiones más preguntan si habrá manifestaciones para unirse, de manera que la de mañana será representativa del enorme repudio al quebranto financiero en que se tiene a la UV.
La rectora Sara Ladrón de Guevara no encabezará la manifestación, que ha sido organizada por académicos y estudiantes, aunque ha ofrecido enviar a un representante, que puede ser Esther Hernández Palacios, directora de Difusión Cultural. Sara estará en sesión de la Junta de Gobierno, instancia que seguramente analizará el tema y dará su punto de vista.
Aunque no asista, Sara Ladrón de Guevara sabe de la importancia de la manifestación y ha hecho público que no se sancionará a nadie que, por unirse a ella, deje sus clases y tareas laborales. El miércoles, al reunirse con consejeros estudiantiles, dijo que ésta es una lucha en defensa de la educación pública en la entidad y México, la cual es obligación del Estado proporcionar en todos los niveles.
“No vamos a dejar que frenen el proyecto educativo de este país, no vamos a dejar que este proyecto neoliberal haga que sólo las clases ricas puedan tener acceso a la educación superior.
“La Universidad Veracruzana tiene 70 años de trabajar por una educación pública que ha permitido la movilidad social; muchos de nuestros estudiantes son la primera generación de sus familias que llegan a la universidad, es el esfuerzo de muchas personas.”
Y también reiteró su respeto a todas las manifestaciones de expresión que se dan al interior de la comunidad universitaria en torno a este acontecimiento, incluidas las movilizaciones en la calle.
De todas maneras, es posible que pronto se resuelva este diferendo, aunque para ello se requiera que el gobierno estatal haga fluir los recursos adeudados.
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