El de esta semana, fue un lunes de los Yunes. Del priista y del panista, primos y adversarios.
Héctor fue a la sede estatal del PRI a registrarse como precandidato único a Gobernador del Estado, en un acto plagado de errores logísticos que acusan la próxima salida de quien está como dirigente estatal de ese partido, desinteresado en respaldar liturgias para las que se soñaba protagonista.
Miguel Ángel estuvo en la sede nacional del PAN, donde se aprobó plenamente la alianza con el PRD rumbo a los comicios del 5 de junio próximo, y para la que es el candidato natural, si bien no se han completado todos los trámites que dictarán los documentos que establezcan las reglas de coparticipación electoral.
Uno y otro se han convertido ya en los protagonistas principales de la próxima contienda.
Héctor Yunes Landa ha empezado a tirar candela, ungido este martes oficialmente como el precandidato único, el de unidad, tras los escarceos de Jorge Carvallo Delfín que amenazaba con registrarse también y con ello romper la hipótesis del consenso. Una jugada propia de los priistas para negociar posiciones.
Por su parte, no bien hubo acuerdo en la Comisión Política Nacional panista, Miguel Ángel Yunes Linares se lanzó con un vídeo para postular el cambio en la entidad. “Compartimos un sueño, el sueño de tener un Veracruz libre, un Veracruz sin violencia, un Veracruz justo, un Veracruz con igualdad de oportunidades para todos”. Un sueño, dice, que está muy cerca.
Va a ser interesante analizar el contenido de sus mensajes.
Los ciudadanos requerirán posturas precisas sobre lo que cada uno de los candidatos (no solo ellos, también Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano, y Cuitláhuac García Jiménez, de Morena) propondrá para corregir el rumbo de una entidad que prácticamente se encuentra en cero desarrollo y con graves problemas financieros y de seguridad pública.
Castigo a los corruptos, la propuesta de Miguel Ángel
El de Miguel Ángel es un discurso frontal; tratará de atraer en su favor el profundo malestar de los veracruzanos por los hechos de corrupción del actual gobierno, la impunidad ante la creciente violencia y castigar a quienes pudieron incurrir en actos ilícitos en el manejo de los recursos públicos. Esto le ha dado muy buenos puntos, al grado de que en noviembre estaba a punto de alcanzar en las encuestas al puntero Héctor Yunes. Por eso, en su comunicado del lunes, señala:
“Ha llegado el momento de hacer que rindan cuentas, se sancione y devuelvan lo robado quienes nos llevaron a la crisis brutal que enfrentamos, y es obvio que no será un compañero de su partido el que lo haga, atado por el sistema y por los compromisos adquiridos, impedido incluso para hablar de la situación que lastima a los veracruzanos, obligado a guardar silencio.
“Ha llegado el momento también de recuperar la seguridad, de romper los vínculos entre gobierno y delincuencia organizada, de llevar a los tribunales a los culpables directos y también a los mandos que entregaron nuestras corporaciones de seguridad a las bandas delictivas.
“Ha llegado también el momento de acreditar que un buen gobierno es aquel que transparenta la aplicación de los recursos, que se somete al escrutinio de los ciudadanos, que no engaña, que no oculta.”
Y ese será la tónica del discurso del que se prefigura como seguro candidato de la alianza PAN-PRD. Y es que la corrupción y la inseguridad ahogan a todos, molestan a todos, y él trata no solo de jalar a las huestes de los partidos coaligados sino también a los de otros partidos y a los apartidistas.
Con el tiempo, Miguel Ángel Yunes Linares deberá añadir a la propuesta electoral bipartidista ideas de cómo, en dos años, no solo enjuiciará a quienes se hayan ido cabezones con el dinero público, sino además qué hará para que este estado se recupere en materia de finanzas públicas, desarrollo y seguridad pública.
Por lo pronto, iniciará su campaña con una muy buena porción de las preferencias electorales.
Vamos a limpiar las calles y vamos a limpiar la casa: Héctor
Héctor Yunes Landa habla de renovación de Veracruz y también de cambio: “Vamos a cambiar a Veracruz para que tenga brillo y recupere su color”, dijo en su registro como precandidato único este lunes, acompañado de un equipo muy fuerte de colaboradores, especialmente Amadeo Flores Espinosa y Jorge Moreno Salinas, que tienen una dilatada experiencia partidista.
“Vamos a hacer justicia. Vamos a limpiar las calles y vamos a limpiar la casa. Hay mucho por hacer. Por eso no hay tiempo que perder. Estoy listo. Aspiro a ser un gobernador honesto, cercano, sensible. No voltearé la mirada al dolor de las personas”.
Con esas palabras, Héctor Yunes Landa se ha impuesto la tarea de sanear la imagen de la administración pública y ha puesto un pie en el cuello de quienes han corrompido hasta la médula el quehacer público, poniendo en grave riesgo la seguridad y el sustento de los veracruzanos.
Para responder a su primo blanquiazul, que lo señaló como imposibilitado para actuar contra quienes dentro de su propio partido han quebrantado la confianza ciudadana, por estar “atado por el sistema y por los compromisos adquiridos”, Héctor señala:
“No me conformaré con la realidad que vivimos. No negaré la realidad, sea buena o sea mala. Seré lo que siempre he sido: un veracruzano crítico, un veracruzano libre”.
Y añade: “No me tiembla la mano. Pero tampoco me mueve el odio. Estoy listo y estoy limpio. No tengo en mi pasado hechos que me avergüencen. Víctimas que me señalen. Riquezas que empañen el nombre que voy a heredar a mis hijos.
Sin mencionarlos abiertamente, Héctor se refirió tanto a los de su partido como a los de enfrente, en particular a su primo Miguel Ángel: “Soy un veracruzano leal, honesto y carezco de cuestionamientos sobre mi decencia, soy hombre de familia por la que incluso peleo, a la [que] nunca agredo aunque excepcionalmente no me sienta bien correspondido. Doy resultados. Sé cómo resolver las dificultades. Sé que Veracruz es más grande que sus problemas y su esperanza más ancha que sus aflicciones.”
Fue un discurso breve, brevísimo para las costumbres priistas, pero muy intenso en términos de las definiciones. Y dio candela a diestra y siniestra, aunque todos esperarían un discurso más rudo y más frontal. A quienes dirigió sus sutiles misiles debieron recibirlos: ni lo mueve el odio, pero no le tiembla la mano.
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