Muy pocos son los ayuntamientos que salen bien librados de una auditoría; la revisión a las cuentas públicas ha sido uno de los talones de Aquiles de las administraciones municipales.
Lamentablemente, ya estamos acostumbrados a leer o escuchar noticias sobre irregularidades en el manejo de los recursos públicos, en la construcción de obras, en los criterios de transparencia y rendición de cuentas y, en general, en el desempeño de las autoridades.
Derivado de la revisión a la cuenta pública de 2010, por ejemplo, el Órgano de Fiscalización Superior del estado detectó irregularidades en 80 de los 212 ayuntamientos; es decir, en 38 por ciento de los municipios de la entidad. Más recientemente, en agosto del año pasado, la misma dependencia anunció que 13 ayuntamientos fueron denunciados por un presunto daño patrimonial.
Es una historia que se repite año con año y de la que escapan muy pocos ayuntamientos. En términos generales, casi todos los municipios presentan irregularidades en la administración de los recursos.
Una de las excepciones se registra en la zona norte de Veracruz, específicamente en el municipio de Tuxpan, que ha pasado sin mayores problemas las auditorías derivadas de la cuenta pública 2014. En ayuntamiento que encabeza Raúl Ruiz Díaz no recibió una sola observación que hable de daño patrimonial. En ese sentido, las revisiones practicadas a ese gobierno local dejan ver una correcta y transparente aplicación de los recursos públicos.
Tuxpan, bien evaluado por compañías calificadoras
Ese factor, la limpieza en el manejo de los recursos, ha generado buenas opiniones por parte de las compañías especializadas en el tema financiero. Recientemente, por ejemplo, Moody´s Investors Service, prestigiosa agencia de calificación de riesgo, evaluó al ayuntamiento tuxpeño con una calificación estable, Ba2.mx, que refleja “un incipiente proceso de consolidación fiscal iniciado por el municipio a inicios de 2014”.
Otra agencia, Fitch Ratings, especializada en calificación crediticia, ratificó recientemente la calificación BBmex para Tuxpan, lo que habla de una perspectiva positiva, que se sustenta “en la recuperación del nivel de ahorro interno por segundo año consecutivo, así como en el desempeño presupuestal al avance de 2015”.
De manera particular, Fitch Ratings ponderó el fortalecimiento y el esfuerzo recaudatorio de ese ayuntamiento.
No es todo; para esa agencia calificadora internacional, hubo otros factores igualmente importantes, como las expectativas económicas favorables que se derivan de la construcción del Puerto Tuxpan II, y la autopista México-Tuxpan; de igual manera, “la ausencia de contingencias relacionadas con la materia de seguridad social y prestación de servicios de agua presentes en otras entidades calificadas por Fitch”.
Esa compañía, por cierto, se refiere a un nivel de endeudamiento moderado y un pasivo circulante elevado en dicho puerto; también habla de un desempeño financiero favorable y pondera el hecho de que el municipio emprendió acciones que le permitieron reducir el gasto corriente y aumentar la recaudación de ingresos propios.
A todo ello se deben las buenas notas que otorgaron las compañías calificadoras a Tuxpan (estable y positiva), cuyo ayuntamiento no solo trabaja para salir bien librado de las auditorías y revisiones a las cuentas públicas, sino para consolidar al municipio con un buen destino para la inversión.
Se complica la alianza PAN-PRD en Puebla
En Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle parece estar desesperado por concretar la alianza entre PAN y PRD.
En los círculos políticos de esa capital cada vez cobran mayor fuerza los comentarios en el sentido de que con la sucesión poblana, Moreno Valle está jugando su resto en la partida por llegar bien posicionado de cara a 2018.
Hasta hace tres o cuatro años, el gobernador de esa entidad, la quinta más poblada del país, se veía fuerte, consolidado en el tema sucesorio. Parecía una de las cartas a vencer dentro del panismo; hoy, sin embargo, el escenario ha cambiado radicalmente y en Acción Nacional se habla ya de una carrera sólo entre dos caballos, Margarita Zavala de Calderón y Gustavo Madero Muñoz.
Moreno Valle ya se observa rezagado y lo sabe; el gobernador del estado no se ha logrado consolidar como una figura política de dimensiones nacionales, sigue siendo un producto regional y a ello se debe su intento por consolidar la alianza entre panistas y perredistas; si pierde la elección del domingo 5 de junio se podría despedir de 2018.
En ese contexto, sus principales adversarios no están en el PRI, sino al interior de su propio partido. Lo quieren descarrilar, sacar de la jugada sucesoria.
Este martes, el dirigente nacional del Sol Azteca, Agustín Basave, denunció una supuesta injerencia del gobierno poblano en el Consejo Estatal del PRD para que la alianza fuera aprobada; por ello, el dirigente perredista anunció que pedirá a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional que rechacen la alianza en esa entidad.
Previamente, Acción Nacional había rechazado la posible coalición en Tlaxcala, donde el PRD pretendía llevar mano en la postulación del candidato. En pocas palabras, el mensaje del perredismo va en el sentido de que si no hay alianza en Tlaxcala, tampoco la habrá Puebla.