De los únicos ex gobernadores veracruzanos que siguen con vida y militando en el PRI, sólo Miguel Alemán Velasco reapareció públicamente este lunes en el registro del senador con licencia Héctor Yunes Landa como precandidato del partido tricolor a la gubernatura.
Y es que los otros dos, Patricio Chirinos Calero y Fidel Herrera Beltrán, uno continúa en el ostracismo político al que voluntariamente se retiró desde el 1 de diciembre de 1998 cuando entregó el poder a Alemán Velasco –quien por cierto nunca fue su candidato predilecto–, mientras que el cuenqueño, sucesor de don Miguel en 2004, despacha desde finales del año pasado como cónsul en Barcelona, a donde fue exiliado políticamente luego de que del Comité Ejecutivo Nacional del PRI le hicieron saber en el críptico lenguaje priista que “mucho ayuda el que no estorba”, lo que a sus herederos que aún gobiernan la entidad les estaría costando trabajo entender.
Aquí en este espacio comentábamos precisamente ayer que la dirigencia priista encabezada por Manlio Fabio Beltrones, con el aval del presidente Enrique Peña Nieto, viene realizando un minucioso trabajo quirúrgico en la selección de los candidatos en las 12 entidades federativas que renovarán gubernaturas este año, “procurando los consensos y la unidad sobre todo en los estados gobernados por priistas donde están por ser nominados aspirantes contrarios a los grupos en el poder”. Y que en el caso de Veracruz, el senador Héctor Yunes “representa romper con la continuidad del grupo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán que gobierna la entidad desde 2004”.
Por eso la presencia de Alemán en el registro de Yunes Landa tiene interesantes lecturas. Independientemente de su gratitud, pues en la segunda mitad del sexenio alemanista, por intermediación de Beltrones, recibió la oportunidad de retornar a Veracruz a hacer política desde la Subsecretaría de Gobierno –aunque el acuerdo original del entonces gobernador con el sonorense, a la sazón líder parlamentario, era colocar a su compadre como titular de la SEGOB, nombramiento que echó abajo un ambicioso e influyente colaborador del ex mandatario que decidió impulsar a Flavino Ríos a esa relevante posición con miras a la sucesión gubernamental que se avecinaba–, Héctor tuvo el detalle de invitar a su ex jefe porque además de su cercanía con el presidente Peña Nieto y el dirigente del CEN del PRI, ha sido público su rompimiento y distanciamiento con Fidel Herrera, no así con su sucesor Javier Duarte, quien optó por hacer alianza con el neoalemanismo casualmente en la última etapa de su administración y tras el retorno del tricolor a la Presidencia de la República.
Así, en la recta final de su sexenio, Duarte de Ochoa designó en estratégicos cargos políticos y administrativos a connotados ex colaboradores de Alemán. A Ríos Alvarado, por ejemplo, lo ubicó primero en la Secretaría de Educación de Veracruz y luego en la Secretaría de Gobierno; Ricardo García Guzmán volvió otra vez a la Contraloría General del Estado; Antonio Gómez Pelegrín sigue resistiendo reclamos y presiones financieras como titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, y Ramón Ferrari Pardiño, entre otros, hace todo tipo de malabares en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario para contener a las demandantes organizaciones campesinas.
Héctor Yunes sabe que no era el candidato favorito del gobernador Duarte, pero con Alemán de aliado ahora debe suponer que la estructura gubernamental no le jugará “las contras” como se rumoraba ante su decisión de no hacerle ningún tipo de concesión al grupo de los duartistas ni al del ex gobernador Herrera Beltrán en el reparto de las candidaturas al Congreso local ni en la operación de su campaña electoral.
Y es que en cuestión de días Yunes Landa dará a conocer los nombramientos de sus principales operadores políticos, entre los que destacan el senador Pepe Yunes Zorrilla, Amadeo Flores Espinosa, Jorge Moreno Salinas y el diputado local Ricardo Ahued Bardahuil, todos abiertamente antifidelistas y críticos aunque respetuosos del mandatario actual.
Futuros notarios
Al parecer no es el mismo caso del gobierno de la Fidelidad, en cuyo final se crearon más de un centenar de nuevas Notarías que se asignaron a diestra y siniestra devaluando esta prestigiada profesión, pero en breve seguramente se desatará todo tipo de especulaciones y comentarios por los aspirantes a fedatarios públicos que están tomando el curso respectivo para concursar por una patente notarial.
Y es que entre los candidatos figuran funcionarios muy allegados al gobernador saliente, inclusive algunos con supuesto parentesco político.
Entre los nombres que han trascendido destacan los del ex diputado federal José Tomás Carrillo Sánchez, actual delegado del Instituto Nacional de Migración; Antonio Gómez Pelegrín, secretario de Finanzas y Planeación; Javier Yañez Vázquez, procurador fiscal de la Sefiplan; José Ramón Cárdeno Shaadi, consejero Jurídico y de Derechos Ciudadanos de la Oficina del Gobernador; César Augusto “El Ruso” Zurita Gómez, académico de la UV y ex funcionario del Sector Salud y del IPE, y hasta la ex panista Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, ex directora del Instituto de Espacios Educativos de la SEV. ¡No cocol!