No serán los únicos protagonistas de la batalla electoral del 5 de junio próximo, pero tanto Miguel Ángel como Héctor, ambos Yunes, de la misma familia, oriundos de Soledad de Doblado, se han convertido en el ying y el yang de la controversia mediática, y así será hasta el día en que se celebre la madre de todas las batallas.

La aprobación de la alianza PAN-PRD –con Miguel Ángel Yunes Linares como candidato común– confirmó las alertas en el búnker priista, no solo por la posibilidad (en el caso del PRI nacional) de que un candidato débil, es decir, duartista 100 por ciento, diera paso a la alternancia en Veracruz y, por ende, pusiera en riesgo la elección presidencial en 2018; en el caso de la Fidelidad, porque ello podría significar poner al grupo en la antesala de los tribunales por corrupción y abuso de poder. Por eso le quitaron a Javier Duarte la posibilidad de nombrar a su candidato.

Ha quedado lejos aquella máxima de Fidel Herrera de que, mientras él tuviera poder, ningún Yunes gobernaría Veracruz. Tan lejos, que la familia directa (Rosa Borunda y Javier Herrera Borunda) se ha lanzado a los brazos de la nominación de Héctor Yunes y que, en maquiavélica escaramuza, el Cónsul en Barcelona diera a conocer que él opera en su favor, aunque no lo haya dicho frente a reporteros sino off the record.

Tal declaración, más que bendecirlo, podría ser manejado por sus enemigos como el beso de Judas para un senador que hace rato cincela su distancia y un ánimo para poner las cosas ilegales de los Fidelistas en el escritorio de los jueces.

Y Héctor debe actuar de inmediato si no quiere que la perfidia de su primo lo acorrale en la esquina del ring, como si Fidel le diera indicaciones de cómo noquear a sus adversarios.

Por eso, este fin de semana Héctor dijo ante los medios: “No voy a cambiar mi posición, mi convicción: el que haya cometido un delito, que haya lastimado las arcas públicas, va a ser castigado ejemplarmente. Llámese como se llame. Es un compromiso en el que va de por medio mi prestigio”.

¿Prudencia contra machetazos?

Aunque se ha hablado de un acuerdo de civilidad entre los Yunes (incluyendo al de Perote, José Francisco Yunes Zorrilla), la guerra no entiende de guiños diplomáticos. No, al menos, en público.

Miguel Ángel y familia se han soltado el fleco para atacar a su pariente, no bien ha sido proclamado como el único aspirante del PRI. Le han dicho que su candidatura significa la continuidad del Fidelismo, que no hará nada por castigar ejemplarmente a quienes han metido la mano al cajón con especial enjundia, que la corrupción irá de su mano si los veracruzanos lo eligen gobernador de dos años.

Y este domingo, luego de que Héctor dijo que no contraatacará al panista porque es de la familia, Miguel Ángel convocó a rueda de prensa para golpearlo de nuevo: “Héctor es mi primo hermano y -como lo he dicho- en lo personal nos une una relación fraterna, que seguramente se mantendrá, pero en lo político nos separa un abismo. En lo personal, él y yo provenimos de una familia honorable, pero en lo político él está íntimamente vinculado a lo peor que ha dado Veracruz en las últimas décadas. Él estuvo al servicio incondicional de Fidel Herrera y de Javier Duarte y sigue sometido a ambos: eso no está a discusión y mal se ve negándolo”.

Y como para que no haya réplica, recriminó:

“Nunca, ni en el Congreso del Estado ni en el Senado de la República se escuchó su voz para oponerse a la corrupción, al desenfreno, a la complicidad con la delincuencia organizada ni de Fidel Herrera ni de Javier Duarte; al contrario, siempre apoyó las decisiones de la banda que se apoderó del gobierno, con acciones directas o con omisiones cómplices; tan graves unas como otras, por eso hoy no puede llamarse agraviado”.

¿No es lo mismo bacín que jarro aunque sean del mismo barro?

Miguel Ángel Yunes añadió en su diatriba dominical: “Yo tengo casi doce años de ser un férreo y frontal opositor al grupo del cual Héctor forma parte y al que quiere encubrir (…) mientras Héctor disfrutaba de las mieles del poder, yo denunciaba las complicidades con la delincuencia organizada de Fidel Herrera y la corrupción de Javier Duarte”.

¿Habrá dicho mentiras? ¿Será por eso que Héctor Yunes ha preferido salir por la tangente y pregonar que no hablará mal de su primo? ¿Le convendrá al PRI un candidato que no esté dispuesto a confrontar a su principal oponente solo porque es su familiar?

Ambos tienen un pasado cuestionable, si bien Miguel Ángel hace tiempo que se ha desligado del PRI, donde forjó el principal segmento de su carrera política.

Por lo pronto, Héctor ha preferido invocar una encuesta de Beltrán, Juárez y Asociados (BGC), levantada a mediados de diciembre, en que marcha con 21 puntos porcentuales de preferencia sobre Miguel Ángel.

Aunque son los más conocidos por los mil encuestados cara a cara de la empresa demoscópica, lo cierto es que ambos cargan con una opinión desfavorable: del panista, el 21 por ciento le recuerda por señalamientos genéricos de corrupción y algunos casos referidos a casos concretos como su paso por el ISSSTE, mientras que del priista, el 15 por ciento refiere cuestionamientos concretos relacionados con deshonestidad. Aquí, Héctor tiene una gran ventaja.

También señala que el 70 por ciento reconoce al priista, pero que el panista avanza rápidamente y casi lo alcanza.

Respecto a la preferencia de partidos, la encuesta concluye:

“El PRI sigue aventajando en las preferencias efectivas por partido con 39% según el modelo de votantes probables y solidez de las preferencias. El PAN se ubica en segundo lugar con 26%. Más a la distancia aparecen el PRD con 12% y MORENA con 10%. Si hubiera una alianza PRI-PVEM-Panal-AVE-PES, ésta sumaría 47%, contra 38% de una alianza PAN-PRD.”

En comparación de atributos, el documento establece:

“Héctor Yunes Landa es el precandidato más reconocido en los atributos estudiados comparativamente. Supera particularmente a los demás en cercanía a la gente, modernidad de ideas, cumplimiento de promesas y firmeza de carácter. No es notablemente más señalado que Yunes Linares como el que metería a la cárcel a los corruptos. Por ser del mismo partido, naturalmente se le percibe como el más cercano al gobernador Javier Duarte. Yunes Linares es el más mencionado como más opositor al Mandatario estatal.

“En atributos negativos, la mayoría de la población no sabe qué decir. Entre quienes refieren a alguien, Yunes Landa y Yunes Linares son prácticamente igual de mencionados en representar más de lo mismo, dejarse manejar por otros y falta de experiencia. En cambio, Yunes Linares es mucho más citado como el más corrupto”.

Ya veremos el 5 de junio, cómo se habrán acomodado las piezas durante la campaña. Lo cierto es que tendrá incidencia en la opinión de los votantes la percepción que tienen respecto a la gestión de Javier Duarte de Ochoa, quien ha caído dramáticamente en su imagen. Según la encuesta, “sólo 26% respalda la manera de gobernar de Duarte, 22 puntos menos que hace 8 meses”.

El tercer candidato

Oficialmente, a las diez de la mañana de este lunes, Armando Méndez de la Luz se registrará como precandidato a la gubernatura del estado por Movimiento Ciudadano, en la sede de ese partido localizada en Zamora 45 de Xalapa. Oficialmente se formará en la fila de los casi seguros candidatos para los comicios del próximo 5 de junio.

Aunque ninguno ha sido registrado formalmente, lo cierto es que ya están seguros Miguel Ángel y Héctor Yunes, y ahora se sumará Armando, un cuadro político destacado en Veracruz. Faltará ver la formalización de la precandidatura de Cuitláhuac García Jiménez, por Morena.

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