Al iniciar la semana pasada, el domingo 20 de diciembre, al cuarto para las doce, Juan Bueno Torio se inscribió en la lista de aspirantes a la candidatura al gobierno de Veracruz, por la vía independiente.

Lo más probable, nos aseguran, es que al cordobés no le sea negado el registro. Al contrario, su participación podría ser alentada y hasta financiada desde el poder estatal, a fin de disminuir, aunque sea un poco, las probabilidades de éxito electoral de la alianza PAN-PRD.

Juan Bueno, sin embargo, no será el único candidato independiente en aparecer en las boletas del año entrante; también estarán otros dos ex senadores de la República: Gerardo Buganza Salmerón, ex candidato panista al gobierno del estado y ex secretario de Gobierno y de Infraestructura y Obras Públicas en la administración de Javier Duarte; y Elías Miguel Moreno Brizuela, ex perredista y ex secretario de Protección Civil en el Gobierno del Distrito Federal, durante la administración de Marcelo Ebrard.

Por su experiencia política en Veracruz, los dos ex militantes del blanquiazul roban cámara; Bueno Torio fue el primer panista en ganar una diputación federal por mayoría relativa; al Senado llegó por representación proporcional y en su trayectoria en el servicio público aparece la Subsecretaría de Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía; y la Dirección general de Pemex Refinación.

La inclusión de Juan Bueno a la reducida lista de aspirantes independientes al gobierno del estado es nueva; en ese sentido, Gerardo Buganza le lleva mucha ventaja por haber recorrido Veracruz, como funcionario estatal, durante los primeros cuatro años de la actual administración; y, sobre todo, por haber contendido ya por el gobierno del estado en una elección constitucional, la de 2004, cuando fue derrotado por Fidel Herrera Beltrán. Sin embargo, de las viejas glorias de Buganza (más de 936 mil votos para quedarse a un punto porcentual de la victoria) ya pasaron 11 años; es decir, hay cerca de un millón y medio de veracruzanos de entre 18 y 29 años que no votaron en el proceso en que participó el ex secretario de gobierno.

El caso de Elías Miguel Moreno Brizuela es aparte; de los tres, es el único que proviene de la izquierda, aunque gran parte de su trayectoria se ubica fuera del estado, en el Distrito Federal. En la entidad, ante el evidente desconocimiento de su probable base de apoyo, el ex senador es arropado por Enrique Romero Aquino, ex dirigente estatal del Sol Azteca, a quien sus ex compañeros de partido ubican como uno de los responsables de la debacle de ese instituto político.

En ese contexto, las declaraciones de dos de los más importantes dirigentes del actual comité estatal del PRD, Rogelio Franco Castán y Fredy Marcos Valor, llaman la atención: el primero señaló que el ex dirigente del partido servía a “intereses oscuros”, en tanto que el segundo dijo que Moreno Brizuela y Gerardo Buganza no tenían vida política propia, sino que eran títeres del grupo en el gobierno. De igual manera, adujo que los dos personajes eran enviados para desestabilizar la alianza PAN-PRD; uno, para tratar de desgastar al PRD, y el otro, para fraccionar al PAN.

Como sea, la duda en torno a los tres aspirantes independientes al gobierno veracruzano se relaciona con el porcentaje de los votos que lograrán en la elección de 2016 y, sobre todo, con los partidos que resultarán más afectados por el discurso y el proselitismo de los candidatos por esa vía.

Erika Ayala y el nivel del debate

Erika Ayala Ríos es una de las mujeres que más destaca al interior del Partido Revolucionario Institucional. Ya ocupó la secretaría general y también la dirigencia estatal del tricolor. Es, además, senadora suplente y, si Héctor Yunes Landa asume la candidatura al gobierno del estado, será llamada a la cámara alta para un periodo que concluirá en 2018.

Al margen de su trayectoria política y sindical, llama la atención su ejercicio de autocrítica cuando se refiere al tema de la equidad de género, la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y, sobre todo, al nivel del debate político.

La dirigente del sindicato de trabajadores del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz enfatiza que al interior del PRI es necesario elevar el nivel del debate; dice que el tricolor es una máquina a la hora de ganar elecciones; sin embargo, es igualmente importante ganar el debate a los representantes de la oposición, a fin de dar mayor legitimidad a los triunfos.

Apunta que la clase política debe entender que los insultos, los adjetivos y las descalificaciones nunca deben estar encima del intercambio de ideas y propuestas; y agrega que en la medida en que esa tendencia cambie, la sociedad saldrá ganando y se generará una mayor participación.

No sólo por el tema de la equidad de género que obliga a los partidos a postular mujeres en el 50 por ciento de sus candidaturas, sino por su incuestionable capacidad; a Erika Ayala no hay que perderla de vista, porque de no asumir la senaduría en las próximas semanas, será una de las que buscará esa posición en 2018. @luisromero85