Por Gerónimo Rosete Pozos

Es fácil darse cuenta el nivel de desarrollo que el estado de Veracruz ha logrado gracias a la gestión de Javier Duarte de Ochoa, a 5 años de su gobierno y después de un informe puntual es sencillo corroborar las obras y acciones de su administración.

Una infraestructura deportiva que quedará como legado para las generaciones por venir, gracias a que Veracruz fue sede de Juegos Centroamericanos y del Caribe, justa deportiva apoyada económicamente con recursos federales, sustentada en una logística de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (ODECABE). Que gran suerte de Javier Duarte haber cosechado los frutos propagandísticos de un evento deportivo internacional y, ahora, incluir en un informe de labores la construcción de instalaciones deportivas (en abandono por cierto) que se debían construir fuera Duarte el gobernador o no.

En declaraciones hechas a los medios, Duarte de Ochoa ha resaltado las vías de comunicación que conectan a los veracruzanos a lo largo y ancho de la entidad, o sea nuestra infraestructura carretera; basta salir hacia el estado de Puebla, hacia Tabasco, hacia Tlaxcala, para confirmar que la mayoría de carreteras del estado se encuentran en deplorables condiciones al comparar los tramos carreteros de entidades vecinas, verdaderas autopistas con servicios de primer nivel, seguras y con un mantenimiento adecuado. Es triste, es frustrante que, con el simple hecho de visitar otro estado, uno se de cuenta sobre la realidad de la desastrosa situación carretera de Veracruz, una triste realidad que se quiere maquillar con cifras y proyectos federales.

En cuanto al trabajo, la realidad es que lo poco que se logra a través de Ferias de Empleo es, nuevamente, gracias a recurso federal; pues el Servicio Nacional de Empleo Veracruz es una oficina que no depende de la Secretaría de Trabajo, Previsión Social y Productividad del gobierno estatal. Otra realidad es que miles de familias jarochas han encontrado estabilidad laboral y seguridad social en estados como Quintana Roo, Puebla, Hidalgo y en el Distrito Federal, pues en su Veracruz no hay para donde hacerse, de ahí tantos paisanos que han emigrado, en busca de un mejor nivel de vida.

Entonces de ¿qué puede presumir el Gobierno del Estado a un año de concluír otro sexenio?, ¿con qué obras consolidará Javier Duarte de Ochoa su actuación como gobernador del estado?. No hay mucho de dónde jalar, el Presupuesto de Egresos de la Federación contempla algunos recortes para Veracruz en el 2016, la realidad será más dura que en el 2015.

Pero no todo es tragedia, en otros aspectos hay buenas noticias, el distinguido Diputado Adolfo Mota, integrante de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, recientemente anunció una partida de recursos extraordinarios para la remodelación del Museo de Antropología, para una gira de la Orquesta Sinfónica de Xalapa y, la joya de la corona, 25 millones de pesos (insisto, de parte de la federación) para la Cumbre Tajín 2016, ya deben estar relamiéndose los bigotes en la familia, pues esa cachera será suficiente como para los honorarios de Brenda Tubilla, productora general de Cumbre Tajín y, dicen, la que decide y ha decidido por encima de muchos funcionarios de primer nivel en los eventos especiales durante el sexenio Duartista; así nos lo contaron algunos exintegrantes de la organización de los pasados Juegos Centroamericanos, ella tomó las riendas del evento y mandó a volar a Harry Grappa en varias juntas directivas. Gracias Diputado Mota por su eficiente intervención que favorecerá a doña Brenda.

La chamba de quien le toque ser gobernador de Veracruz en “la de dos” será facilita, en cuanto a obra, lo poco que se haga se va a notar; lo difícil va a ser el reacomodo financiero, para eso se necesita un mandatario experto en temas financieros y no es Erick Lagos ni Alberto Silva unas chuchas cuereras en ese tema. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas