En el marco del vigésimo segundo Congreso del Comercio Exterior Mexicano, el pasado viernes, el presidente Enrique Peña Nieto entregó el Premio Nacional de Exportación 2015 a los empresarios más destacados en ese rubro.

El ejecutivo federal se refirió a los logros de nuestro país, que es hoy la quinta economía más abierta entre los países del G-20, que agrupa a las naciones más industrializadas y emergentes del planeta, además de la Comunidad Europea.

De igual manera, Peña Nieto aportó datos que resultan de mucho interés; por ejemplo, que el comercio exterior de nuestro país equivale a más del 63 por ciento del Producto Interno Bruto; y que sólo en el periodo de enero al mes de agosto, se reportan exportaciones por más de 252 mil millones de pesos; que México avanzó del lugar 61 al 57 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial; y que las exportaciones no petroleras se han consolidado

Los reflectores de los medios nacionales en cuanto al reconocimiento a los más importantes exportadores de México se concentraron en el Consejo Regulador del Tequila y en la Cámara Nacional de la Industria Tequilera; sin embargo, hubo otras 10 empresas mexicanas que recibieron dicho galardón de manos del presidente de la República; destacan, del sector manufacturero, Nissan Mexicana, que el año pasado realizó exportaciones por más de 110 mil millones de pesos; y  en el rubro educativo, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, que se ubica en Tlaquepaque, Jalisco.

Entre las 11 empresas exportadoras más importantes hubo una que debe ser orgullo para Veracruz: B&S, que encabeza Enrique Saavedra Bonilla, originario de Teziutlán, estado de Puebla, quien ha radicado por más de dos décadas en el municipio de Martínez de la Torre, Veracruz, donde se maneja con un perfil discreto.

Dos empresas han sido reconocidas en la última década

Esa empresa tiene más de 300 trabajadores; se dedica a la exportación de limón persa y es considerada un ejemplo de organización, administración, tecnificación y expansión. Lleva el cítrico veracruzano a Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Rusia y Japón; el año pasado, por ejemplo, realizó operaciones por más de 780 millones de pesos.

Sin embargo, al margen de sus exportaciones y ganancias, Saavedra Bonilla es visto con respeto por los integrantes de toda la cadena productiva del limón, desde productores y jornaleros, hasta comercializadores e, incluso, otros exportadores, debido a que se le considera un ejemplo de cómo se debe enfrentar la adversidad: víctima de un asalto, hace muchos años el empresario vio disminuidas sus capacidades físicas; no sólo se sobrepuso al infortunio, sino que logró destacar, consolidarse como exportador y ganarse el aprecio y  el reconocimiento de quienes le conocen.

B&S no es la única, pero sí la empresa más importante de Veracruz y del país en exportación de limón persa; hay otras como Costa de Veracruz, de Leonardo Olivares; Limones Mónica, de Sergio Cortés; y CH, de Carlos Couturier Gaya, que se mantienen a la vanguardia en procesos de tecnificación, empaque, traslado y, en general, organización empresarial.

Bonilla Saavedra no es el primer exportador de cítricos en obtener un reconocimiento de esa magnitud; antes, hace una década, el ex presidente Vicente Fox Quesada entregó el Premio Nacional de Exportación 2005 al extinto empresario Carlos Couturier Arellano, del grupo CH, considerado en esos días como el más fuerte del país en exportaciones agrícolas.

Maestro y ejemplo

Cuando se nace, se crece y se comparte la vida en un entorno familiar con valores, principios y códigos de conducta que enaltecen a la política como instrumento al servicio público; es decir, de trabajar por los demás, es cuando surgen verdaderas aptitudes para gobernar, para administrar con honradez y transparencia el uso de los recursos públicos para hacer que éstos sirvan al aplicarse en obras que beneficien a la población. Esto es lo que se nota en la manera en la que Américo Zúñiga Martínez, actual alcalde de Xalapa, ejerce la política como resultado, sin duda, de lo que sumó de las lecciones que su padre, el bien recordado maestro Guillermo Zúñiga Martínez, le debió haber dictado a lo largo de su vida. De ahí que sea evidente su compromiso por gobernar bien y para todos, especialmente para atender rezagos históricos en infraestructura que presenta Xalapa y que han afectado más a quienes menos tienen.

Muy afortunado es el alcalde de Xalapa al haber tenido en casa a un maestro con diversas virtudes, entre ellas la del servir a los demás y con honradez, pero es más destacado que siga su ejemplo en la actual experiencia que se le presenta al gobernar Xalapa como lo está haciendo. Aquí es donde se recuerda también al propio exgobernador Miguel Alemán Velasco al consignar en una de sus frases célebres: “La política se mama”. @luisromero85