Por las reacciones, es evidente que al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y a sus apologistas no les cayó nada bien la declaración que acaba de hacer el secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, sobre la exorbitante deuda pública que el cuenqueño le heredó a la administración de Javier Duarte de Ochoa, y cuyo manejo y reestructuración ha terminado por confrontar al mandatario estatal saliente con quienes aspiran a sucederlo, inclusive con destacados militantes de su propio partido.
Este martes 1 de septiembre, en el programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana”, al tocársele este candente asunto, Ríos Alvarado respondió que Herrera Beltrán, con una larga trayectoria parlamentaria, es “un político excepcional, con mucha inteligencia, brillante, talentoso, de la cultura del esfuerzo como muchos de nosotros”, pero puntualizó que como Jefe del Poder Ejecutivo debió ser más responsable en la planeación y ejecución de los recursos públicos del estado que le tocó administrar.
“Le faltó un gran sentido de responsabilidad porque en su momento fue un buen gobernador para mucha gente, cien por ciento populista, pero en los hechos ahí están las consecuencias, quiénes tenemos que pagar la deuda: todos los veracruzanos”, dijo sin tapujos el ex secretario de Educación de Veracruz, quien además aseguró que a él le consta cómo en varios eventos públicos Herrera sacaba billetes del pantalón y lo repartía sin justificación ni comprobación, “dinero que provenía de las arcas públicas”.
Pero Ríos Alvarado precisó que el ex gobernador tampoco es el único responsable del desastre financiero porque “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, pues apuntó que “mucha gente estaba feliz con Fidel, pero no midió las consecuencias, porque esa felicidad era pasajera”. Refirió que en tiempos de Herrera Beltrán se multiplicaron los “periódicos, portales (de internet), algunos siguen todavía, muchísimos medios, y a los que no, les dio taxis, les dio notarías; es decir, no se actuó con la responsabilidad y seriedad que se requería”.
El funcionario estatal dijo que los que cobraban con Fidel posiblemente tratarán de desmentirlo, pero aclaró que más que verlo desde el punto de vista político, lo hace de manera objetiva y racional. “No es que yo defienda a Javier Duarte, simplemente le tocó ‘bailar con la más fea’ hablando en términos económicos y administrativos, porque todo se lo heredó Fidel”. Pero además habló de una responsabilidad compartida en este desfalco financiero de Veracruz, pues señaló que los que ahora critican a Fidel en su momento se vieron beneficiados por su gobierno. “Estoy hablando de mucha gente, empresarios, contratistas. Se dice, se comenta, cómo era el ‘diezmo’, el 15 o el 20 (por ciento), lo comentan y lo dicen”, reprocha.
El ex presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura del Congreso local reseñó que en ese entonces, “nos sobreexcedimos, nos sobreendeudamos y obviamente eso es lo que está sucediendo en este momento”, aunque asegura que la deuda pública actual del estado, que es de 44 mil 704 millones de pesos, es “manejable” porque se reestructuró de 20 a 30 años, por lo que el gobierno de Veracruz va a salir adelante con los compromisos que tiene con sus proveedores y contratistas.
Dos días antes de lo declarado por Flavino, también el senador y aspirante priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, aludió en un artículo editorial a la mega deuda pública del estado e inquirió: “¿Dónde estaban quienes hoy se rasgan las vestiduras y fustigan a diario al gobierno del estado, cuando esta deuda se estaba generando?”.
Yunes Landa apuntó que “esta deuda no se generó de la noche a la mañana, sino a través de varios años y en por lo menos tres administraciones estatales” y que “lo que vivimos ha sido propiciado por diversos factores en la planeación y administración de los recursos públicos, pero también, por la falta de un sistema adecuado de frenos y contrapesos que permitan la correcta aplicación y fiscalización del dinero público, a través de la rendición de cuentas y la transparencia.”
“Fuimos pocos los que nos opusimos a tiempo y en público al arranque de este proceso.
Diversas personas que interactúan de manera profesional en el quehacer público hoy cuestionan el endeudamiento, pero reitero: ¿dónde estaban? También la omisión implica complicidad. Entonces no criticaban por desconocimiento –muy grave si tenían responsabilidades–, conveniencia o complicidad.
“De pronto, cuando hay afectación de intereses, o sea, cuando las decisiones y los vientos no son favorables, entonces son los más severos críticos. Creo que no se vale, porque la acción política debe sustentarse siempre en principios y valores, no solo en intereses.
“Si los gobernantes incurren en un error, como todo ser humano puede hacerlo, para eso está la división de Poderes y para eso está la prensa libre, así como los académicos e intelectuales y la propia oposición política. Esa es la interacción que hace que una sociedad sea políticamente desarrollada: el ejercicio de los frenos y contrapesos que sustenta la democracia.”