Aunque los dirigentes nacionales del PAN y PRD ya tenían acercamientos para explorar una posible agenda común entre ambas bancadas de diputados en la Legislatura federal entrante, el chiquero que se acaba de dar en la elección local de Chiapas ha venido a acercar más todavía a Gustavo Madero, líder del blanquiazul hasta agosto próximo, y al perredista Carlos Navarrete, quien presuntamente propondrá en el Consejo Político Nacional de este fin de semana que le autoricen empezar a negociar alianzas electorales con el PAN, de cara al 2016 en que se renovarán 12 gubernaturas, entre ellas la de Veracruz.
Y es que en las elecciones municipales que tuvieron lugar el domingo pasado en Chiapas, el Partido Verde del gobernador Manuel Velasco Coello, en alianza con el PRI, PANAL y otras asociaciones políticas creadas exprofeso (“Mover a Chiapas” y “Chiapas Unido”), el PVEM ganó 90 de las 122 alcaldías y se llevó carro completo en la elección de diputados locales: las 24 curules de mayoría relativa en el Congreso estatal.
En cambio, el PRD y PAN fueron prácticamente borrados pese a que ambos partidos, en la sucesión estatal del 2000, aliados con el PVEM, PT, Convergencia, Partido de la Sociedad Nacionalista, Partido de Centro Democrático y Partido Alianza Social ganaron la gubernatura con Pablo Salazar Mendiguchía de candidato, logrando la primer alternancia en la historia de Chiapas después de más de 70 años de administraciones priistas.
Sin embargo, en las elecciones locales de este domingo 19, el PRD –que en 2006 volvió a gobernar la entidad con Juan Sabines Guerrero, pero aliado en esa ocasión sólo con el PT y Convergencia– triunfó ahora en sólo 8 de los 122 municipios, en tanto que el PAN obtuvo victorias nada más en dos, por lo que el partido del sol azteca y el blanquiazul quedaron relegados como la cuarta y quinta fuerzas políticas, respectivamente, en esa entidad del sureste mexicano. Ambos fueron desplazados incluso por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), de Andrés Manuel López Obrador, que en su debut electoral se posicionó en tercer lugar con apenas el 6 por ciento de los sufragios.
Por su parte, el PVEM se convirtió en la primera fuerza política al acaparar 45 por ciento de los votos, que sumados a los del PRI representan el 70% de la votación total. Este apabullamiento del Partido Verde no sólo está propiciando el maridaje electoral entre las dirigencias nacionales del PRD y PAN con miras a las sucesiones gubernamentales que el año próximo se darán en Veracruz y otras 11 entidades del país sino que ha puesto en riesgo la gobernabilidad en varios municipios chiapanecos.
Pero lo interesante es que se ha difundido que Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y diputado federal electo del PVEM por la vía plurinominal, habría sido uno de los principales operadores electorales en Chiapas, dada su cercanía política y personal con el mandatario estatal Velasco Coello.
Si esa hazaña electorera que se atribuye al cachorro de Herrera Beltrán realmente es cierta, entonces habrá que sumarle también al grupo y a la causa del líder de la Fidelidad el histórico triunfo priista en los 8 distritos electorales del vecino estado de Oaxaca, donde el experimentado político cuenqueño fue delegado del CEN del PRI en el proceso electoral federal de junio pasado, así como las victorias en 16 de los 21 distritos de Veracruz, donde gobiernan sus discípulos.
¿Qué irán a hacer con todo este capital político acumulado? Ya se verá el año próximo, pues al parecer no les espanta ni la posible alianza del PAN y PRD en la sucesión gubernamental de 2016. ¿O para qué mandaron a operar también a Michoacán a un empresario filoperredista, actual director de un importante organismo público descentralizado, quien presuntamente llevó una maleta de 50 millones de pesos para apoyar no al candidato del PRI, José Ascensión Orihuela, sino al perredista Silvano Aureoles, gobernador electo de esa entidad purépecha con una apretada ventaja de menos del 3% de los votos sobre el abanderado tricolor?
Conagua: obras en Xalapa
Buena nueva para Xalapa la que este miércoles dio a conocer Iván Hillman Chapoy, director del Organismo Cuenca Golfo Centro de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA): un paquete de más de 43 millones de pesos en diversas obras de infraestructura hidráulica para este año.
Para dar muestra de lo anterior, se inició con la construcción del colector sanitario Ojo de Agua, obra cuyo costo total es de 7.8 millones de pesos, de los cuales la CONAGUA aportará el 60% (4.7 mdp) y el Ayuntamiento de Xalapa, a través de la CMAS, la contraparte. Y vienen más, entre éstas la línea de distribución de agua potable del tanque Valle Rubí a la red de agua potable de la misma zona y la construcción de la primera etapa del colector pluvial “Fernando Gutiérrez Barrios”, por citar un par de ejemplos.
Así, el gobierno federal, de manera coordinada con el Ayuntamiento que preside Américo Zúñiga Martínez, retomaron el impulso e interés común para mejorar las capacidades directivas y operativas de los gobiernos y a su vez la calidad de vida en los xalapeños.