El proceso electoral está al rojo vivo. Las acusaciones, los señalamientos y las denuncias sin sustento están a la orden del día.
Y cuando los chiqui partidos se sienten desde ahora aniquilados, de manera desesperada tratan de ganar votos mediante la diatriba, las declaraciones fatuas y estridentes.
Tal es el caso del senador Alejandro Encinas, quien inventó que hay un desvío millonario en la delegación de la Sedesol en el estado de Veracruz.
El delegado Marcelo Montiel ya dio la cara y aclaró que todo se trató de un montaje: sustrajeron documentos oficiales y falsificaron firmas.
Pero eso no es todo, Marcelo fue más allá y dijo que está dispuesto a acudir ante la Procuraduría General de la República para aclarar esta engañifa.
Y Encinas, por su parte, ha hecho mutis. El tapón de boca ha sido evidente por el consecuente silencio.
Pero no nos extraña. La vida política de Encinas ha estado envuelta en indefiniciones, devaneos e incongruencias.
Así, por ejemplo, Encinas renunció como senador del PRD y rechazó irse a Morena para ser “independiente”, pero en los hechos es vocero de AMLO: aclara y precisa todo lo que éste dice o quiere decir.
Aunque gracias al PRD gana 117 mil 600 pesos mensuales, tiene aguinaldo de 159 mil 664 pesos, fuero constitucional, 75 mil pesos mensuales para “atención ciudadana” y control de 225 mil pesos para lo que decida por ser presidente de dos comisiones.
Más que triste, es sombrío que Encinas haya renunciado al PRD, pero desechado irse a Morena, si en verdad es delegado de AMLO para servirle en lo que se le ofrezca, entregándole su “independencia”.
Tal vez el más gris de los Jefes de Gobierno del Distrito Federal está aún molesto con los veracruzanos, luego de que el 10 de noviembre de 2014 un grupo de manifestantes, presuntamente del Frente Popular Revolucionario, lo agredieron, en Xalapa.
En esa ocasión le arrojaron agua y a sus acompañantes los intentaron golpear con unas banderas.
Por eso es que ahora Encinas quizo vengarse de los jarochos, pero le salió el tiro por la culata.
TRASCENDIÓ QUE están por dar a conocer unas grabaciones que habría mandado a hacer Miguel Ángel Yunes Linares, en las que se escucha a Erick Lagos Hernández, ex Secretario de Gobierno y actual candidato a diputado federal de la alianza PRI-PVEM por el distrito de Acayucan. Dicen que esos audios van a sacar chispas. Por cierto, en otra de esas grabaciones se escucha cómo conocido secretario de despacho habla de cifras millonarias para convencer al dirigente estatal de un mini partido de abandonar la coalición con el PRI en los comicios del 2013. Una pista: el secretario es uno que es tocayo de famoso escritor colombiano, cuyo primer aniversario luctuoso se festejó el pasado 17 de abril. El dirigente del chiqui partido es originario de Córdoba y está muy enojado porque no pudo ligar una diputación local por la vía plurinominal durante el más reciente proceso electoral.
UN GRAN ACIERTO de Juan Octavio Pavón fue la designación de Rafael Pérez Cárdenas como director general de Información de la dependencia, área que llevaba un buen rato acéfala. Varios de sus amigos ya le expresan sus felicitaciones a través de su cuenta de Facebook, entre ellos, uno de sus ex jefes, el maestro Salvador Martínez y Martínez, con quien laboró en el Instituto Electoral Veracruzano. La experiencia de Rafa Pérez Cárdenas en las lides de la comunicación institucional está absolutamente comprobada así como su eficacia y seriedad. Así que seguramente hará un buen papel en su nueva encomienda, que por cierto, no será nada sencilla, pues le toca, “nada más” el cierre de la administración, que no es precisamente la etapa más glamorosa de un gobierno. Así que sólo nos resta desearle mucha suerte.
ADEMÁS DE LA tremenda ineficacia en que se ha sumido al área de Protección Civil de un tiempo a la fecha, la tromba de ayer en Xalapa dejó otra cosa de manifiesto: que la Plaza Ánimas es un peligro y que presenta severos defectos de construcción, mantenimiento y drenaje. El centro comercial prácticamente colapsó durante la intensa lluvia de este martes, y su estacionamiento subterráneo se inundó por completo de aguas negras, por lo que decenas de personas se quedaron atrapadas durante horas mientras veían sus vehículos flotar en un mar de detritus. ¿Y así pretenden las familias Fernández y Chedraui cobrar el estacionamiento en este lugar? ¿Cuándo no pueden ni garantizar que a la primera lluvia se convierta en una laguna de caca? La voracidad de algunos empresarios no tiene límites.
SI ALGÚN CIUDADANO desea ingresar al Palacio Municipal de Coatepec, los elementos de la seguridad pública estatal le hacen un interrogatorio peor que la Gestapo, la KGB y la CÍA juntas. ¿A dónde va usted?, ¿trabaja usted aquí?, ¿qué trámite va a realizar?, son algunos de los cuestionamientos. Eso de la casa del pueblo y que todo mundo podía entrar es cosa de un pasado romántico. Esto es ya casi similar a lo que ocurre en Palacio de Gobierno del estado de Veracruz, en donde le revisan a uno hasta los chones, no sea que vayamos a ingresar una bomba molotov.