El 30 de abril de 2012 se celebró por primera vez el Día Internacional del Jazz, para conmemorarlo la Editorial de la Universidad Veracruzana presentó, en el marco de la Feria del Libro, el entonces recién editado libro Caer en la que no era: Jazz, disonancia y práctica crítica, de Ajay Heble. El traductor fue Alain Derbez, músico, historiador, poeta, productor de radio y todo aquello que tenga que ver con el jazz.
El libro se abre con dos epígrafes:
El sol sostenido fue un error en la nota; Armstrong quería tocar en sol natural.
GUNTER SCHULLER, The Swing Era, p.163
No había notas erróneas en su pi-a-no tenía notas equivocadas, oh no.
CHRIS RASCHKA, Mysterious Thelonius
Me fascina el espacio crítico por el que estas afirmaciones transitan. Lidian, es verdad, con diferentes periodos de la historia de la música y ciertamente fueron dirigidas a públicos muy diferentes. Al contraponerlas ahora aquí, quiero dar pauta a las, en verdad, formidables interrogantes sobre cómo y qué significan (y han significado) para el jazz las notas equivocadas -y por extensión, cómo y qué pudieran significar para la práctica crítica actual y futura. -Explica Heble en el prefacio
Ajay Heble vino a la presentación e invité a ambos, autor y traductor, a mi programa de radio, reproduzco la conversación.
La génesis
Alain: Por ahí del 2001, más o menos, me llamaron del Fondo de Cultura Económica (yo saqué ahí un libro sobre la historia de jazz en México) para ofrecerme dictaminar un libro que les había llegado de una editorial estadounidense y les interesó el lado que tenía que ver con el jazz. Les dije que sí, que me lo dieran, se llamaba, en inglés, Landing on the Wrong Note (la traducción sería Aterrizar en la nota equivocada) y el autor era un señor que se llamaba Ajay Heble; yo no tenía idea del libro ni de la existencia de lo que estaba haciendo Ajay y al empezar a leerlo me interesé muchísimo porque el tema trata, sobre todo, de este involucrar el jazz, sobre todo el jazz de improvisación libre y colectiva y la música de improvisación, con las cuestiones sociales, con una interpretación distinta a lo que normalmente es la historia del jazz que siempre se da como una historia de períodos que ubican únicamente las cuestiones musicales y se olvidan de las cuestiones sociales y cuando las tocan no hacen más que repetir algunos lugares comunes. Este libro daba el acento en la cuestión social y sobre todo en el papel del músico en la comunidad, entonces me pareció muy interesante y muy importante publicarlo. El libro fue dictaminado para que se publicara en el Fondo de Cultura Económica pero se tardó mucho porque hubo cambios, etcétera, etcétera y luego, cuando hubo la oportunidad, se retomó el libro aquí, en la Universidad veracruzana, y desde luego dije que me interesaba. Desde entonces entré en contacto con Ajay, fui al festival y al coloquio que él realiza desde su fundación en 1994 y participé como ponente, participé como músico y empezamos a entablar una relación con la idea de sacar el libro. En el Fondo les propuse traducirlo y hacer también algunas notas que ubicaran al lector en el contexto mexicano y estuvieron de acuerdo, luego, cuando estuvo aquí Joaquín Díaz Canedo como director de la editorial, continuamos con el mismo acuerdo pero ahora en la Universidad Veracruzana, luego se fue pero tuvimos el apoyo total de Agustín del Moral [entonces director de la Editorial de la Universidad Veracruzana] para continuar con la edición aquí y, finalmente, después de algunos años del trabajo, el libro es una realidad.
¿Aterrizar o caer?
Alain: La traducción literal sería Aterrizar en la nota equivocada pero, realmente, nosotros cuando estamos tocando y en lugar de tocar esta nota que debía, supuestamente, de ser por esta otra decimos «chin, caí en la que no era» entonces esta fue la traducción, y mira que lo consulté con un montón de amigos músicos de aquí de Xalapa y de otras lugares y decidí que esta era la mejor traducción junto con el subtítulo que explica de qué va: Jazz, disonancia y práctica crítica
Las notas atinadas
Ajay: Lo que define este libro es que es un intento de rastrear este tipo de música en algunos debates clave de la teoría cultural y literaria contemporáneas, casar ambas cuestiones. Cada uno de estos capítulos trata sobre alguno de estos debates específicos; el primer capítulo está dedicado al jazz en relación con la deconstrucción y con la teoría literaria, otro capítulo está dedicado a las nuevas maneras de abordar la cuestión historicista en el jazz, hay un capítulo dedicado al feminismo, al papel de la mujer en el jazz, otro sobre jazz y cultura popular, y otro sobre jazz y ética.
Caer en el que es
Ajay: El libro puede leerlo cualquier tipo de público; lo que, afortunadamente, ha sucedido es que está dedicado a estudiantes y maestros y esto está funcionando porque incluso en algunas universidades de Estados Unidos ya es un libro de texto, también es de interés para el público en general y para estudiantes de música y para músicos. Mi esperanza es que cualquiera puede tomarlo y leerlo pero si tienes una apreciación de la música, un interés por la música, entonces quizá llegarás de manera más fácil
La notas equivocadas
Ajay: El jazz para mí siempre ha sido una música que tiene una importante historia social, hay una larga historia y conexiones entre el jazz y las luchas para conseguir justicia social. Mi interés en este libro es hablar específicamente sobre la disonancia y las «notas equivocadas» y cómo ésta [la disonancia] se refleja en la población que ha sufrido y ha sido oprimida mayoritariamente, por ejemplo, el pueblo negro en los Estados Unidos; me interesa hablar sobre las luchas del pueblo negro y qué tiene que ver esta disonancia con su manera de identificarse. La disonancia y la improvisación han sido herramientas muy poderosas para que los pueblos oprimidos, los pueblos humillados, puedan superar y combatir estas cuestiones, esta música ha funcionado como una forma de cohesión. Cuando Thelonius Monk declaró que no había notas equivocadas en el piano, era un profundo acto social.
La práctica crítica
Alain: En la presentación hubo algunos estudiantes de JazzUV, ojalá que haya muchos más que se interesen por el libro, creo que es un libro que vale mucho la pena ser leído por los estudiantes, no solamente de las carreras de jazz o de las carreras que tengan que ver con música o con arte, en general es un libro que cualquiera de nosotros tendría que leer para tratar de ubicar cuál es el papel social del artista o de cualquiera en su comunidad porque, por lo regular, lo que olvidamos mucho por estar queriendo hacer música todo el tiempo es cómo ubicarnos en el contexto social en donde estamos insertos y entonces esperamos que otros decidan por nosotros, incluso, cuando hacemos música.
El libro no está reñido con el quehacer de la música, yo doy conferencias por distintos lados alrededor de este tema y siempre siempre que platico con los músicos les digo que cuando dicen esta frase, que es digna de los futbolistas a nivel de cancha, «que hable mi música por mí» es que están negándose la posibilidad de hablar ellos también por su música, creo que este libro permite entender que también es muy importante hablar sobre el quehacer creativo en el que se está inserto.
Caer en la que no era: Jazz, disonancia y práctica crítica forma parte del catálogo de la Universidad Veracruzana y puede conseguirse en cualquiera de sus dos librerías, la que está en la calle Hidalgo y la de Xalapeños Ilustres, búsquenlo, si fuera pena la valdría pero como es lo contrario, vale la dicha.