Ahora, al paso del tiempo, no se logra discernir aún qué déficit fue el más grave que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán le heredó a su sucesor Javier Duarte de Ochoa: si el de la mega deuda financiera o el de la inseguridad.
Si se midiera por el número de titulares que hasta ahora han desfilado por la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), la deducción apuntaría obviamente al problema del boquete económico, ya que pese a los graves problemas de violencia que sobre todo se registraron en 2011 al inicio de esta administración, la Secretaría de Seguridad Pública del estado sigue en manos del inamovible Arturo Bermúdez Zurita.
Es cierto que Veracruz aún no recupera la tranquilidad de antaño, pero al menos las ejecuciones masivas menguaron, aunque los índices del delito de secuestro siguen por arriba de la media nacional.
Por ello es que no habría que descartar que, en breve, al calor del proceso electoral federal en marcha, el nombre del ex gobernador Herrera vuelva a resurgir implicándolo en la penetración del crimen organizado en la entidad durante su régimen. Máxime que el ex mandatario será el principal operador priista en el distrito de Boca del Río, el feudo de su archienemigo Miguel Ángel Yunes Linares, aspirante del PAN a la gubernatura que ya tiene en la bolsa la diputación plurinominal.
Y es que acaba de trascender que las autoridades federales andan detrás de Ramiro Pérez Moreno, (a) “El Ramas”, quien es considerado como el blanco más relevante de la organización de los Zetas, tras la captura de Óscar Omar Treviño Morales, el “Z-42”. Pero aquí el quid del asunto es que el historial de este peligroso delincuente registra un dato interesante: fue liberado mediante engaños de un penal de Veracruz en 2008, cuando Herrera Beltrán estaba en “la plenitud del pinche poder”.
Según versiones atribuidas a funcionarios federales, “El Ramas”, de 34 años de edad, es hoy en día el mando más importante de este cártel criminal y cuenta con zonas de influencia en Coahuila, Tamaulipas y Veracruz. El sospechoso era un incondicional de Salvador Alfonso Martínez Escobedo, (a) “La Ardilla”, el ya detenido mando de Los Zetas al que le atribuyen matanzas como la de 72 migrantes en San Fernando en 2010.
El también llamado “Comandante Rama” o “7-4” fue identificado en 2013 como jefe de plaza de la organización criminal en Nuevo Laredo, Tamaulipas, su ciudad natal. Algunas publicaciones del norte del país también lo ubican como compadre de Miguel Treviño Morales, el “Z-40”, el líder máximo de la organización detenido el 15 de julio de 2013 en Anáhuac, Nuevo León.
Cuando Pérez Moreno se fugó del penal en Veracruz, el director general de Prevención y Readaptación Social del gobierno del estado era José Luis Arcos Jiménez, quien sólo duró cerca de cuatro meses en el cargo, ya que tomó posesión en enero de 2008 y renunció a finales de abril de ese mismo año, luego de una serie de fugas e incidentes en los centros penitenciarios estatales.
Poza Rica, ‘foco rojo’
Si la versión es cierta, entonces habría que incluir al distrito electoral de Poza Rica entre los focos rojos para el PRI en las elecciones federales de junio próximo.
Y es que trascendió que la ceremonia conmemorativa del 77 aniversario de la Expropiación Petrolera, celebrada ayer en Paraíso, Tabasco, originalmente se tenía planeada realizarla en el municipio pozarricense, pero que de última hora la Presidencia de la República decidió cambiarla a tierras tabasqueñas ante la amenaza de movilizaciones y protestas contra el recorte de personal y el desempleo que empieza a agudizarse en las zonas petroleras por la falta de inversión y de proyectos.
Allá, en el estado que gobierna el perredista Arturo Núñez, el presidente Enrique Peña Nieto puso en operación la plataforma Yunuén que tuvo una inversión de 254 millones de dólares y tendrá la capacidad de perforar hasta 9 mil 144 metros debajo del mar.
A este evento, aparte de la presencia del gobernador anfitrión y del veracruzano Javier Duarte de Ochoa, asistieron también los mandatarios de Campeche, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca y Tamaulipas, cuyas entidades están vinculadas con la industria petrolera.
Esta es la primera conmemoración de la Expropiación Petrolera que se lleva a cabo ya bajo la implementación de la Reforma Energética, luego de la promulgación de sus leyes secundarias en agosto del año pasado. De acuerdo con la Presidencia de la República, la Reforma Energética permitirá inversiones superiores a los 76 mil millones de dólares en diferentes proyectos de explotación y producción, así como en nueva infraestructura petrolera y de gas. Este aniversario ocurre en medio de un escenario de baja en el precio del barril de crudo, que según PEMEX, alcanza el 56.5 por ciento en los últimos ocho meses al pasar de los 98.5 dólares en julio de 2014 a 42.84 dólares al 16 de marzo pasado.
A causa de la reducción de 62 mil millones de pesos en su presupuesto, PEMEX recortó gastos de servicios en la extracción de petróleo y su meta de producción de crudo de 2.4 millones de barriles diarios a 2.2 millones.