Ya el alcalde Américo Zúñiga le había perdonado otros incidentes que fueron aprovechados por sus malquerientes y detractores para hacerle bullying mediático. Sin embargo, la noche de este cabalístico martes 13, el munícipe xalapeño decidió finalmente darle las gracias a Diana Santiago Huesca, quien se venía desempeñando como coordinadora de Vinculación Gubernamental y de Asesores del Ayuntamiento capitalino, luego de que se dio a conocer en las redes sociales y correos electrónicos un presunto chat en el que arremete contra periodistas y funcionarios municipales.
La que seguramente debe tener sentimientos encontrados es la ex alcaldesa Elízabeth Morales García, quien acaba de renunciar a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI para buscar la candidatura del partido tricolor a la diputación federal por el décimo distrito electoral conocido como Xalapa Urbano, donde hace tres años el Revolucionario Institucional fue relegado hasta el tercer lugar de la votación ya que su abanderado Reynaldo Escobar Pérez, ex alcalde, ex secretario de Gobierno y ex procurador general de Justicia del estado ¡no ganó una sola casilla electoral en toda la ciudad!
Y es que en los principales círculos del priismo xalapeño nadie desconoce la animadversión que la señora Santiago Huesca mantiene contra Morales García desde que ésta maniobró a finales de 2012 su destitución como presidenta del Comité Directivo Municipal del PRI para imponer en su lugar a Renato Alarcón Guevara, actual delegado del ISSSTE en la entidad y quien por aquellas fechas se desempeñaba como secretario de Ayuntamiento de Xalapa presidido por Elízabeth.
Ahora, tras su cese, Diana Santiago, quien el sexenio anterior fue dirigente de la Asociación Estatal de Padres de Familia y luego diputada suplente de Jorge Carvallo Delfín en la LXII Legislatura del estado, queda aparentemente suelta, sin ataduras burocráticas, para operar política y electoralmente a favor de quien le plazca o más le convenga.
Este caso, en apariencia intrascendente, de seguro le va a meter ruido a la precampaña de Elízabeth Morales, quien de por sí enfrenta un escenario complicado ya que también tiene en contra a los ex alcaldes xalapeños Reynaldo Escobar, Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui, estos dos últimos en funciones de diputados locales, así como algunos ex dirigentes estatales del PRI, entre ellos Edmundo Martínez Zaleta, quien recientemente acompañó al rector de la Universidad IVES, Carlos Luna Escudero, a su registro como precandidato del PAN a la diputación federal por el décimo distrito electoral.
Aparte de Martínez Zaleta, quien fue colaborador de Morales en su administración municipal, Luna Escudero llegó acompañado también del diputado Ahued; del ex directivo de la CANACO local, José Morán Niembro, quien fue director de Abasto municipal en el trienio de Velasco Chedraui; así como por el ex dirigente estatal del PRD, Juan Vergel Pacheco, y, entre otros, por dos personajes muy cercanos al ex gobernador Dante Delgado, líder fundador de Movimiento Ciudadano: el empresario restaurantero Ernesto Aguilar Yarmuch y Rubén Ricaño Escobar, ex candidato de MC a la diputación local en 2013.
Sin embargo, ello no parece arredrar a la exalcaldesa y exdirigente estatal del PRI, quien como buena guerrera mantiene una actitud y mentalidad vencedora, y sigue echada para adelante. Y es que aseguran que en este momento las encuestas le dan una ventaja relativa pero suficiente para alzarse con el triunfo electoral si es que sus más cercanos contendientes no logran acortar la distancia en las preferencias electorales en los próximos cuatro meses.
Esa habría sido la razón por la que de última hora Elízabeth decidió renunciar a la dirigencia estatal priista y rifársela en esta complicada elección federal, pues presuntamente, al llevar al CEN del PRI la lista de precandidatos “palomeados” en Palacio de Gobierno, allá la habrían convencido de que contendiera porque supuestamente le mostraron las encuestas en las que figuraba por encima de los ex alcaldes Ahued y Velasco Chedraui. Por cierto, éste último ya estaba más puesto que un calcetín para hacer campaña otra vez, lo que le habría facilitado al grupo en el poder cumplirle finalmente a la actual secretaria general del CDE del partido tricolor, Corintia Cruz Oregón, ocupar una curul en el Congreso del estado ya que la joven ex regidora xalapeña es la suplente de David.
Pero ahora se les volvió a cruzar nuevamente Elízabeth, igual que como ocurrió en la sucesión estatal de 2010, cuando también se apoyó en las encuestas para presionar y obligar a que Américo Zúñiga, quien entonces era perfilado para la presidencia municipal, fuera movido en el último instante como candidato a la diputación local.
En esta ocasión Morales parece estar consciente de que los vientos electorales no le son tan favorables como hace cinco años, pero sabe que de concretar esta nueva hazaña, en automático será encartada como candidata natural a una de las dos senadurías en el año 2018 por la obligada cuota partidista de la equidad de género.
Ello, obviamente, representa un motivo más para que sus enemigos históricos y recientes busquen hacerla fracasar en esta elección federal. ¿Lograrán su cometido? Eso está por verse.