Para quienes creyeron que la rendición de cuentas había tomado carta de naturalización en México, basta observar el hervidero de chapulines políticos que alegremente buscan saltar a un nuevo puesto, para echar por tierra el compromiso que con tanta vehemencia ofrecieron cuando tomaron protesta.

¿Quién les dirá que no tienen derecho a otra oportunidad hasta que cumplan con las funciones que tenían encomendadas, sobre todo a quienes han pedido licencia a puestos de elección popular para cuya conclusión constitucional faltan meses y en algunos casos hasta años? Absolutamente nadie. Ni siquiera su conciencia.

Un caso patético, mencionado por la prensa porteña, es el de la diputada Anilú Ingram Vallines, quien solo estuvo en el Congreso local un año, tiempo en el que fungió como Presidenta de la Mesa Directiva, y ya está buscando convertirse en diputada federal, pese a que ante Notario Público se había comprometido a soportar estoicamente tres años en el Palacio Legislativo. Pero ella es solo un botón de muestra del cinismo con que actúan nuestros hiperactivos políticos.

Pero no solo en Veracruz se cuecen habas. Según una muy breve compilación hecha por CNN, donde se incluye a tres funcionarios duartistas que mencionaré más adelante, otros 17 sintieron el impulso de un extraño resorte que los llevó a renunciar a puestos ejecutivos o a pedir licencia en los de elección popular, para participar el 7 de junio próximo en los comicios locales y federales.

Dos alcaldes priistas del Estado de México, David Sánchez, de Naucalpan, y Pablo Basáñez, de Tlalnepantla, han logrado licencia para buscar una diputación federal, mismo caso en que se encuentra Alfredo del Mazo Maza, quien fue vencido por Eruviel Ávila en la lucha por la gubernatura, y que hoy ha renunciado a la dirección del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), para pelear también  por una diputación federal y, recuérdelo, muy pronto, antes de que termine su gestión como legislador (si es que gana) estará pidiendo licencia para lanzarse como candidato a gobernador de la tierra de Enrique Peña Nieto.

En esta misma hipótesis se encuentra Heliodoro Díaz Escárraga, quien en diciembre se hizo famoso en las redes sociales por publicar una foto de su hijo a quien, ahora dice que es broma, regaló un millonario auto Ferrari. Todo parecía indicar que había renunciado a la coordinación zona sur del Infonavit por el escándalo, pero no, su motivación fue buscar para el PRI un puesto en San Lázaro.

Otros funcionarios que han renunciado a sus cargos son el excoordinador de relaciones públicas del gobierno de Baja California, Óscar Vega Marín, quien quiere ser diputado federal panista, y Alberto Venegas Arenas, quien de coordinador de Desarrollo Social de la Delegación de Tlalpan en el DF quiere ser candidato a jefe delegacional.

De la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, dos asambleístas han pedido licencia: Dinorah Pizano, que busca convertirse en candidata perredista a Jefa de la Delegación Benito Juárez, y Priscila Vera, quien quiere ser diputada federal por el PAN.

Por último, cuatro senadoras  han pedido licencia: tres priistas para buscar la candidatura al gobierno de Nuevo León (Ivonne Álvarez, Cristina Díaz y Marcela Guerra), y una panista, Luisa María ‘Cocoa’ Calderón, hermana del expresidente, quien por segunda ocasión buscará hacerse con el gobierno de Michoacán, pese a que hubo evidencias de que negoció con los grupos criminales de ese estado para que la apoyaran en los comicios anteriores.

Veracruz, tierra que prodiga chapulines

Siguiendo el ejemplo del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien en 2010 pidió licencia como diputado federal para venir a contender por la primera magistratura, postulado por el PRI, muchos de sus compañeros de cuadra han saltado con peculiar enjundia para lograr otros puestos.

Destaca el Cisne, Alberto Silva Ramos, quien renunció al puesto de coordinador general de Comunicación Social para registrarse como precandidato a la diputación federal por el distrito 3 con cabecera en Tuxpan,  de donde pidió licencia a su cargo de Presidente Municipal para acudir al llamado de Javier Duarte a que se hiciera cargo del manejo de su imagen en medios, tras un oscuro periodo dirigido por Gina Domínguez que más bien parecía su enemiga.

Y digo que destaca el cisne o pavorreal, porque de obtener la candidatura y ganar los comicios en junio, es posible que solo esté unos meses en la Cámara de Diputados y pida licencia, en caso de que por él se incline la balanza y sea ungido como el candidato fidelista a la minigubernatura de dos años en 2016, una hipótesis en que también entran Érick Lagos Hernández, quien renunció como secretario de Gobierno para ser candidato por el distrito 20 con cabecera en Acayucan, y Adolfo Mota Hernández, quien afortunadamente ya renunció a la Secretaría de Educación (SEV) para contender por la diputación federal por el distrito 8, Xalapa Rural.

A esta tercia de ases duartistas debemos agregar a otros chapulines, como Marco Antonio Aguilar Yunes, exsecretario del Trabajo, quien va por la diputación federal por el distrito 16 con cabecera en Córdoba; Antonio Tarek Abdalá Saad, quien renunció a su puesto como Tesorero de la Sefiplan para probar suerte en el distrito 17 de Cosamaloapan, donde enfrentará tanto a los fidelistas de hueso colorado como a quienes han jurado hacer besar los polvosos caminos al mismísimo Fidel Herrera Beltrán

A ellos se suma Noemí Guzmán Lagunes, quien salió de la Secretaría de Protección Civil para buscar en las urnas la diputación federal por Coatepec, algo que muchos consideran un sueño guajiro.

En la lista de los registrados por el PRI también habría que mencionar a Leandro Rafael García Bringas, con doctorado en las artes chapulineras pues ha estado balanceándose entre el PRI y el PAN y que, ahora por el PRI, logró la diputación local plurinominal, de la que ha pedido licencia para regresar a Coatzacoalcos a pelear la diputación por el distrito 11.

No debemos hacer menos a una chapulina consolidada, la exdirigente estatal priista Elizabeth Morales García, porque ha sido maestra en saltar de un sembradío a otro. Cuando fungía como diputada federal por Xalapa, pidió licencia para convertirse en candidata priista a la Presidencia Municipal de la capital. Acaba de renunciar a la dirigencia estatal del PRI porque le han encargado lo que todos consideran una misión imposible: recuperar para el PRI la diputación federal que hoy está en manos de Uriel Flores Aguayo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Hasta aquí hemos hablado de los chapulines tricolores. Ya hablaremos en siguientes entregas de los chapulines que muestran otras coloraciones como el azul, el amarillo y el naranja.

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