En menos de un año al frente del ayuntamiento de San Andrés Tuxtla, Manuel Rosendo Pelayo se ha convertido en un serio peligro para el futuro de los sanandrescanos.
A su megalomanía, el alcalde está a punto de agregar una deuda impagable que impediría por años la recuperación de la capacidad financiera de un municipio que ha pagado cara la sucesión de políticos de medio pelo, a quienes lo mejor que se les ha dado es medrar con el presupuesto público para imponer verdaderas dinastías caciquiles.
Y Manuel Rosendo Pelayo encaja perfectamente con el ADN de esa pléyade de verdaderas calamidades, con la diferencia de que quiere sentar sus reales para medrar con la política, apoyado incluso por sus colegas de la región, para desplazar a los demás grupos priistas y formar el propio.
¿Qué de malo tiene que, en un afán meramente electoral, Manuel Rosendo subrepticiamente haya enviado una solicitud de autorización al Congreso local para hipotecar por los siguientes 20 años las finanzas municipales mediante la contratación de una deuda de 300 millones de pesos?
Veracruz ha vivido ya las consecuencias del endeudamiento histórico de sus finanzas, con préstamos infames que mantienen postrado al estado en una verdadera miseria, dejando a los proveedores con riesgos reales de bancarrota y con las participaciones federales hipotecadas hasta en un 75 por ciento.
¿Qué hace que, desde las instancias estatales, se dé el visto bueno a esta petición, cuyo monto significa el 100 por ciento de los recursos del plan de arbitrios de cada año?
Porque la construcción de un bulevar de cuatro carriles, una unidad deportiva y el cambio de luminarias no parecen las obras prioritarias para un municipio que, teniendo potencial para el turismo y la explotación agropecuaria, se ha mantenido a la zaga por falta de vías de comunicación adecuadas y de apoyo extraordinario a sus vocaciones productivas.
¿Por qué endeudar y no gestionar ante el gobierno federal como le han hecho otros alcaldes con similares premuras económicas? Porque al alcalde tuxtleco no le da la inteligencia ni las relaciones políticas para lograrlo y prefiere que los dos o tres siguientes alcaldes sean los que carguen con sus compromisos.
Por experiencia, en los últimos 15 años los endeudamientos públicos solo han servido para efectos electorales y para la expansión inexplicable de las fortunas de políticos y funcionarios, desde gobernadores y alcaldes hasta oficiales mayores, que han dejado postrados a quienes contribuimos con las finanzas públicas.
La diputada panista María del Carmen Pontón Villa, presidenta de la Comisión de Hacienda Municipal en el Congreso local, puede pasar a la historia como defensora de los derechos de los sanandrescanos ante la gula financiera del alcalde y el PRI, o convertirse en cómplice de este injustificable endeudamiento.
Por el momento, la diputada ha dicho que una de las condiciones para autorizar este tipo de enjuagues es que la deuda sea contratada con Banobras. La propuesta de Manuel Rosendo Pelayo es adquirirla con el Banco Interacciones, lo que sería un impedimento para su autorización.
El problema es que la mayoría priista podría echar abajo las objeciones y brindarle en bandeja de plata a Manuel Rosendo la posibilidad de cimentar su imperio de corrupción, a cambio de destinar buena parte de estos recursos al financiamiento de las campañas legislativas de 2015.
Que nadie diga que los habitantes de San Andrés Tuxtla no fueron alertados.
Hay Festival… aunque no habrá jazz
Este jueves comenzaron en Xalapa cuatro intensos días para reflexionar, disfrutar y compartir ideas y proyectos sobre arte, cultura, música, libros y teatro, entre otras manifestaciones del pensamiento humano, gracias a uno de los encuentros más esperados, el Hay Festival, que se antoja el último más importante del año.
Lo que viene después en Xalapa, ya lo sabemos, es la fiesta deportiva centroamericana y del Caribe que llenará de color, intensidad y movimiento a una capital que extraña antiguos esplendores tanto en materia cultural como deportiva.
Y, pese a lo terrible que ha resultado disponer de tantos recursos para esta competencia internacional, que ha dejado exhaustas las cuentas bancarias del gobierno estatal, lo cierto es que significará un espacio de distracción para los atribulados habitantes de una ciudad asolada por la violencia.
Esta cuarta edición del Hay Festival consolida a Xalapa en una posición internacional que, por desgracia, estamos muy lejos de consolidar y aprovechar, la de un polo de desarrollo de la cultura y las artes, que se anima con la belleza paisajística cada vez más afectada.
En cuatro días, casi todos los rumbos de la ciudad se animarán con más de 70 actividades en que participarán 140 escritores, artistas y creadores de todo el mundo, con una oferta que no olvida sembrar la semilla en niños y jóvenes, convertidos en el alma del encuentro, y quienes tendrán la oportunidad de acercarse a la literatura, la ciencia, el arte y el cine.
Acuden a dialogar con los lugareños, pero también con muchos que vienen de otras ciudades para aprovechar esta oportunidad, escritores como Salman Rushdie (que muchos recordamos por su polémica novela Versos Satánicos, que le valió a su creador una amenaza de muerte del mundo islámico), Joumana Haddad, los críticos Margo Glantz y Sergio González Rodríguez; el cineasta Rithy Panh, la libérrima bloguera cubana Yoani Sánchez, y artistas plásticos como Kim Manresa.
En la parte musical, además del Instituto Mexicano del Sonido, acuden a la cita mexicana Daniel Johnston y Concha Buika, esta última una original intérprete que ha sabido reunir en sus creaciones las raíces árabes, africanas y andaluzas, y cuyo concierto agotó casi inmediatamente las entradas.
Pero no es lo único. Tendremos oportunidad de conocer el trabajo de productores editoriales, poetas, artistas plásticos y promotores de la lectura, la ciencia y las artes.
A cambio, por desgracia, todo parece indicar que Xalapa perderá este año uno de sus eventos más importantes en el ámbito educativo y musical que, en los últimos años, significó el mayor disfrute para cientos de xalapeños y visitantes, además de dar un mayor músculo a los creadores locales que se han significado como los mejores promotores del género: el festival universitario de jazz, JazzUV.
Mal entendido políticamente como un proyecto de un exrector, el enorme movimiento que convirtió a Xalapa en la capital mexicana del jazz parece haber sido marginado por cuestiones de pesos y centavos, pese a que enriqueció a la enorme masa de estudiantes y profesores universitarios, músicos locales y nacionales y a amantes del género de todas las edades, además de constituir un atractivo turístico para la ciudad.
Como el proyecto del equipo profesional de basquetbol, el Festival JazzUV, que atrajo a la ciudad a enormes luminarias internacionales del jazz no solo a presentarse en los escenarios sino a compartir sus conocimientos con estudiantes y profesionales de la música, debiera ser retomado por el gobiernos estatal y municipal y por los empresarios del ramo turístico.
Conaculta financia a Veracruz
Con el inicio de octubre, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes publicó las 131 propuestas que recibirán financiamiento como parte del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales 2014, ocho de los cuales serán materializados en la entidad.
Aunque más del 45 por ciento de los beneficiarios residen en la ciudad de México (60 proyectos), Veracruz se ha situado en el segundo lugar nacional, el primero en provincia, en obtener el reconocimiento y el apoyo financiero para llevar a cabo los ocho proyectos, seguido de los estados de Jalisco y Oaxaca (con seis cada uno).
En la categoría de Artes Visuales será financiado el proyecto presentado por Per Anderson y la asociación civil Artistas Veracruzanos bajo la Ceiba, localizado en la comunidad coatepecana de La Orduña. Con los recursos elaborarán un libro conmemorativo de los diez años de La Ceiba Gráfica.
En Interdisciplina, correspondió a Agustín Fernández Hurtado, del Movimiento Cultural Interdisciplinario, AC, para la realización del Festival Raíces. En Letras, Daniel Peralta Guzmán, del Grupo Cultural Paideia, para el proyecto tallerístico Bloguear la escritura del preparatoriano.
En la categoría Medios Audiovisuales logró financiamiento Ricardo Eduardo Braojos García, para la elaboración del documental La Virgen Loca; en Música, Julio Alfonso Moreno Luce, para la realización de un gira en China de la Orquesta de Guitarras de Xalapa; en Proyecto para Niños, lo obtuvo Luisa González Pardo, para la realización en Xalapa del Festival Nacional de Música Infantil y Juvenil “Las Notas de Güido”.
En la categoría de Teatro fueron seleccionados dos proyectos: José Eduardo Azouri Miranda, de Xalapa Hace Teatro, logró que se financie la puesta en escena (18 funciones) de la obra “La familia, la propiedad privada y el estado”, de Ana Lucía Ramírez y el premiado dramaturgo LEGOM (Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio).
Además, Metzeri Mandujano Delgadillo obtuvo el apoyo para Gira sobre Ruedas, Teatro y Permacultura, que busca apoyar la preservación del bosque de niebla desde Huatusco.
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