Luego de conocerse el resultado de las elecciones internas en el PRD, dicen que el más contento era el priista Enrique Peña Nieto.
El buen ánimo del Presidente de la República era entendible ya que con el triunfo de Nueva Izquierda esta tribu perredista conocida como “Los Chuchos” tiene virtualmente asegurada la dirigencia nacional para Carlos Navarrete, ex diputado federal y ex senador plurinominal nativo de Guanajuato muy identificado con este grupo que optó por la estrategia de acercarse al gobierno de Peña Nieto en lugar de decirle “No” a todo, una polémica decisión que en estos dos años ha provocado reacciones encontradas en el perredismo ya que por un lado están los líderes y militantes que los acusan de colaboracionistas y de alejarse de los ideales de la izquierda, y, por el otro, quienes les aplauden haber aprendido a ser una oposición constructiva y lograr imponer su propia agenda.
Y es que con este resultado abortó el retorno de Cuauhtémoc Cárdenas, quien busca echar abajo la reforma petrolera de Peña Nieto. El fundador y líder moral del PRD, como se recordará, había condicionado su participación a una candidatura de unidad, pero el bloque que lo apoyaba, integrado por Izquierda Democrática Nacional, Patria Digna y Movimiento Progresista, sólo obtuvo 510 mil votos –27 por ciento del total–, muy por debajo de sus expectativas de obtener al menos la mitad para forzar a Nueva Izquierda y sus aliados a una negociación. Pero, con ese porcentaje obtenido, los cardenistas sólo tendrían derecho a 94 consejeros nacionales, aproximadamente.
En cambio, Los Chuchos y sus aliados Alternativa Democrática Nacional, Foro Nuevo Sol y Vanguardia Progresista obtuvieron 1 millón 268 mil votos, que representa el 67.8 por ciento del total y les garantiza obtener al menos 226 de los 320 asientos del Consejo Nacional perredista, órgano que elegirá el 5 de octubre próximo al presidente, al secretario general y a los 19 integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del PRD.
Con los votos en la bolsa, Navarrete anunció que en cuanto se abra el registro de las candidaturas a la dirigencia, él presentará la suya para presidente y que para la Secretaría General se inscribirá Héctor Bautista, el líder de Alternativa Democrática Nacional cuya base de su fuerza electoral está en los municipios conurbados al Distrito Federal, en el oriente del Estado de México. Y es que entre ADN y Nueva Izquierda consiguieron más de la mitad de los casi 2 millones de votos emitidos este domingo 7.
Con este resultado, la tribu de Los Chuchos seguirá controlando la dirigencia nacional del PRD, la cual mantiene desde 2008, cuando tuvo lugar una elección manchada por acusaciones de fraude y que originó un interinato de ocho meses hasta que el Tribunal Federal Electoral validó el triunfo de Jesús Ortega. Posteriormente lo sucedió en la dirigencia Jesús Zambrano, el líder saliente y uno de los protagonistas del Pacto por México convocado por el presidente Enrique Peña.
En Veracruz, donde la actual dirigencia estatal del PRD ha sido muy cuestionada también por su cercanía a la administración priista del gobernador Javier Duarte de Ochoa, arrasó igualmente la corriente local identificada con Nueva Izquierda.
De 141 municipios del estado donde se realizaron las elecciones internas del partido del sol azteca, la planilla “Sonríe” –del dirigente en funciones Sergio Rodríguez Cortés y del aspirante a sucederlo en la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal, Rogelio Franco Castán, ambos ligados a Los Chuchos– ganó en 101 municipios, según datos preliminares.
Rodríguez Cortés se ufanó de que su planilla obtuvo el 50.8 por ciento de los votos de los 68 mil 114 militantes perredistas veracruzanos que acudieron a las urnas. Con este resultado, dijo, sus consejeros electos apoyarán la candidatura de Navarrete.
Así, pues, todo parece indicar que Peña Nieto seguirá contando con el colaboracionismo de la próxima dirigencia del partido del sol azteca, igual que en nuestra entidad la administración duartista continuará teniendo de aliado incondicional al llamado “PRD Rojo” que a partir de octubre entrante quedará en manos del ex diputado Franco Castán, pues obviamente no fue casual que militantes y líderes de otros grupos del perredismo nacional y de la entidad denunciaran que la planilla de Nueva Izquierda fue apoyada aquí desde algunas dependencias del gobierno estatal con despensas y otros recursos públicos.
Pero dicho señalamiento, en vez de debilitar parece haber fortalecido al gobernador Javier Duarte ante los operadores políticos del gobierno peñanietista que se presume debieron haber maniobrado también en otras entidades para facilitar y asegurar el triunfo de sus aliados en el Partido de la Revolución Democrática.
De ahí que tampoco haya sido casual el espaldarazo que en plena crisis política por la inseguridad le vino a dar este lunes 8 al mandatario veracruzano el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien recién entregó por escrito el segundo informe del presidente Peña al Congreso de la Unión, cuyas Cámaras son presididas desde hace diez días por dos legisladores del PRD: el diputado Silvano Aureoles y el senador Miguel Barbosa. Y es que entrevistado al término del evento en Boca del Río donde dio inicio a la Campaña Nacional 2014 “Septiembre, Mes del Testamento”, el titular de la SEGOB declaró que “la seguridad no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana, estamos trabajando con el gobernador, lo estamos haciendo de una manera muy seria, responsable, hay acciones contundentes, estamos mejorando todas nuestras posiciones, y sabe el gobernador que cuenta con todo nuestro respaldo y sabemos el compromiso que tiene el gobernador en esta materia”.
¿Habrá o no sintonía en los intereses políticos de Peña Nieto, Osorio Chong y Duarte de Ochoa?