Piensa mal y podrías acertar: ayer, seis entidades del país, entre ellas Veracruz, anunciaron que ampliaban el programa de testamentos hasta octubre, y es que parece que la muerte tiene permiso, si Edmundo Valadés nos permite plagiar tan extraordinario título.
La presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ayer en Boca del Río, donde encabezó un acto que trasciende las coordenadas estatales (la puesta en marcha de la campaña nacional ‘Septiembre, Mes del Testamento’), nos dio pistas inequívocas de que la situación de violencia que vive la entidad va para largo, no tiene visos de haber llegado a su pico más alto y que más vale prevenir que lamentar.
El acto que encabezó tuvo su miga: el mensaje es acudir de inmediato al notario público más cercano para dictar nuestro testamento, porque en Veracruz la vida ya no depende tanto de cuán cuidadosos somos de nuestra salud. Cualquier día salimos a la calle y nunca más regresamos, por lo que es mejor dejar todo en orden para evitar problemas a la familia.
Pero no solo por el tema abordado, la ampliación hasta octubre de las facilidades y bajos precios que ofrecen los colegios de notarios de San Luis Potosí, Estado de México, Hidalgo, Coahuila, Distrito Federal y Veracruz, sino por las declaraciones del exgobernador hidalguense que a no pocos hicieron que se les erizara la piel.
En efecto, en una breve entrevista, Osorio Chong reconoció que la violencia que vive Veracruz (yo agregaría: que se ha enseñoreado en la entidad) no se resolverá de la noche a la mañana, es decir, que va para largo. El problema es que, al ritmo en que han crecido los índices delictivos, si se considera que no hemos llegado al pico más alto entonces resulta que, contra el slogan cínico de Fidel Herrera, viene lo peor.
Y es que, aunque refrendó el apoyo del gobierno federal al estatal para combatir la violencia y señaló que se han dado golpes contundentes a la delincuencia en territorio veracruzano, en coordinación con las autoridades estatales, la cosa va para largo.
“Estamos trabajando en ello, la seguridad no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana, estamos trabajando con el gobernador, estamos trabajando de una manera muy seria, responsable, hay acciones contundentes, estamos mejorando todas nuestras instituciones”.
El problema es que ver con calma el lento transcurrir de las acciones contra la delincuencia desde el Palacio Cobián, en la calle Bucareli de la Ciudad de México, es totalmente distinto a verlo y sufrirlo estando colocado entre las patas de los caballos.
Y sí, el tema de los testamentos no deja de tener sentido, en cualquier momento. Como el secretario de Gobernación lo dijo hay muchas familias que se ven desintegradas, incluso con episodios de violencia, por la pugna para beneficiarse con los bienes del poseedor fallecido.
Y la situación de violencia en Veracruz lo hace más perentorio.
El auto, nuestro enemigo
Por desgracia, no solo el incremento de la violencia criminal está apostando por los negocios funerarios y la necesidad de tener listo el testamento. Según cifras nacionales y estatales, en Veracruz –lo ha reconocido el propio secretario de Salud, Antonio Nemi Dib– los accidentes viales son la segunda causa de muerte.
Por fortuna, no todos los accidentes terminan en fallecimientos, pero contra esa posibilidad el sistema de salud se enfrenta a gastos excesivos para atender a quienes terminan heridos, muchos de ellos con incapacidades temporales y permanentes, que dejan en vilo vidas enteras tanto de los afectados directos como de quienes dependen de ellos.
Se calcula que en atención de estos casos se destina el equivalente al 60 por ciento del presupuesto anual de la Secretaría de Salud, es decir, una suma cercana a los 3 mil millones de pesos.
Y no todos los afectados tienen culpa. Según el funcionario estatal el 35 por ciento de los lesionados son personas inocentes que, doble accidente, estuvieron en el lugar equivocado en la hora equivocada.
¿Cuál es la edad promedio de quienes se lesionan o fallecen en accidentes viales? Según el Consejo Estatal de Prevención de Accidentes (Coepra), son personas de 29 años de edad, además de niños y jóvenes. Y la principal causa es que el 60 por ciento de los conductores que incurren en accidentes manejan alcoholizados o intoxicados por enervantes o sustancias.
Habrá que hacer acciones concertadas entre varias dependencias, desde las de seguridad pública y vialidad, pasando por los ayuntamientos, las dependencias de salud, el sistema educativo estatal, hasta el propio Congreso del Estado, para establecer normas de aplicación general que permita disminuir estos niveles de morbi-mortalidad tan altos.
Según el Consejo Estatal de Prevención de Accidentes (Coepra), son once los municipios donde las estadísticas de accidentes viales se disparan, por lo que habrá que concentrar en un primer momento la mayor atención en ellos: Pánuco, Tuxpan, Martínez de la Torre, Misantla, Xalapa, Veracruz, Tlalixcoyan, Tres Valles, Tierra Blanca y Coatzacoalcos.
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