A un año de su debut como partido político estatal, en el que obtuvo en el proceso electoral local de 2013 una diputación plurinominal y 16 alcaldías, Alternativa Veracruzana (AVE) vive en la actualidad una soterrada lucha intestina derivada de aparentes compromisos personales de sus líderes vinculados a intereses de otros grupos de poder en el estado.
El membrete de AVE, para empezar, se ha ido a la alza no sólo políticamente sino también en el aspecto financiero. Cosa de ver, por ejemplo, que de acuerdo con el proyecto integrado por el Instituto Electoral Veracruzano, la asignación de recursos para los partidos políticos se triplicaría debido a que la reforma electoral federal elevó de 20 a 65 el porcentaje del salario mínimo considerado en la fórmula de asignación. Dicha fórmula incluye también el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y el porcentaje de votación obtenido en la elección inmediata anterior por cada uno de los institutos políticos, por lo que el recurso anual para Alternativa Veracruzana se elevaría el año próximo de 4 millones a 23.6 millones de pesos, con una ministración mensual de 1.9 millones de pesos.
Por ser un partido político con registro local, AVE no participará en el proceso electoral federal de 2015. Sin embargo, desde ahora comienza a apuntar sus baterías para la sucesión gubernamental de 2016, lo que ha hecho remarcar cada vez más los intereses encontrados de las dos principales corrientes internas.
Por ejemplo, el dirigente estatal Alfredo Tress Jiménez se ha venido pronunciando en contra de la propuesta del gobernador priista Javier Duarte de elegir en 2016 un gobernador de dos años. El líder fundador de AVE ha dicho que ellos presentarán una propuesta de reforma política que contempla elegir diputados locales de dos años y gobernador de cinco para homologar las elecciones del estado con las federales en 2018 y 2021. El planteamiento de Tress coincide con el del senador y aspirante priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, su amigo y ex camarada en el Congreso local, razón por la que se ha venido especulando que el ex subsecretario de Gobierno podría ser postulado por Alternativa Veracruzana en caso de que no fuese nominado por el PRI en 2016.
Inclusive hace un par de meses, a mediados de julio, Tress Jiménez se deslindó abiertamente del gobernador Duarte de Ochoa, al declarar que como partido respetan los planteamientos del Ejecutivo del estado pero que eso no implica que tengan que estar de acuerdo en todo lo que proponga el mandatario. «Javier Duarte es amigo de Alternativa, es amigo de los veracruzanos, pero no debemos coincidir en todo, si él tiene su idea pues que bueno, nosotros tenemos la nuestra, pero Alternativa no es PRI, ni PRI es Alternativa, buscamos ser aliados, no empleados», aclaró.
«Con el gobernador, sin el gobernador o a pesar del gobernador vamos a presentar una iniciativa que favorezca a los veracruzanos y creo que el gobernador es el primero por ser el Ejecutivo que le interesa que le vaya bien a Veracruz, esperemos que así sea y ojalá se sume a esta propuesta», dijo.
Al mes siguiente, el secretario general de AVE, el expanista Alberto Meza Abud, reiteró la misma posición de Tress.
Por eso, el domingo antepasado, 24 de agosto, al asistir como invitado especial a la Primera Asamblea del Consejo Estatal de AVE, el gobernador Duarte de Ochoa aprovechó la tribuna para exponer que la apertura democrática fortalece a la sociedad, pero que «se equivocan, y así está demostrado, aquellos que le apuestan a la diatriba, al encono y a la división en su intento por vincularse o generar empatía con la sociedad».
Hasta ahora, el único que en AVE secunda su propuesta es el ex secretario general Francisco Garrido Sánchez, actual diputado local que llegó en 2013 al Congreso del estado por la vía plurinominal. Pero su incondicionalidad no es fortuita, pues a cambio recibió la presidencia de la Comisión de Vigilancia, de la cual depende el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Es más, Garrido –quien últimamente se ha sumado a las giras del senador priista Pepe Yunes Zorrilla, el precandidato favorito de Duarte para sucederlo en 2016– estaba impedido legalmente para ser candidato a un cargo de elección popular, pues tenía antecedentes penales por fraude contra unos empresarios asiáticos. En 2008 estuvo recluido en Monterrey, Nuevo León, de donde lo sacó Jorge Carvallo Delfín, actual secretario de Desarrollo Social del estado.
Por eso tampoco parece ser coincidencia la «guerra» que el dirigente Alfredo Tress, a la cabeza de una decena de alcaldes, ha desatado contra el titular de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz, Francisco Valencia García, quien junto con el diputado de AVE forman un triunvirato con Carvallo Delfín. Y es que el suplente de Garrido en el Congreso local es Francisco Antonio Valencia Fernández, hijo del titular de la CAEV.
Hace un par de semanas, el alcalde de Banderilla, Esteban Acosta Lagunes, acusó que la CAEV infla los costos de las obras, pues dijo que él presentó un presupuesto para una obra hidráulica, con la validación de la CONAGUA, en 900 mil pesos, y que el organismo estatal le devolvió el mismo proyecto con un presupuesto de 3 millones de pesos.
Días después el diputado Garrido salió a desmentir al edil banderillense, y aseguró que él personalmente ha acompañado a los 16 alcaldes de AVE a tramitar sus obras ante la CAEV y que siempre han sido bien atendidos. Sin embargo, este jueves 4 Alfredo Tress citó a conferencia de prensa para que directamente diez alcaldes, entre ellos los de Acayucan, Catemaco, Misantla, Naolinco y Banderilla denunciaran cada uno la falta de programación de obras por parte de la CAEV, aunque el dirigente se negó a responder a los reporteros la acusación del munícipe de Hidalgotitlán, Octavio Omar López Castillejos, quien lo ha señalado por presunto tráfico de influencias para favorecer algunos despachos contables.