Prefacio.

Si el rector de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar, pensaba que el tema de su reelección ya había quedado resuelto, está muy equivocado. *** Este fin de semana los exrectores Sara Ladrón de Guevara, Raúl Arias Lovillo y Víctor Arredondo Álvarez, hicieron pública la carta que enviaron a los consejeros universitarios. *** En ella les hacen patente que, no solo como exrectores, sino como universitarios, están “profundamente preocupados” por el momento que atraviesa esa casa de estudios. *** “La decisión de la Junta de Gobierno de otorgar una prórroga de cuatro años al actual rector se hizo al margen de la legislación universitaria que mandata una convocatoria abierta, una amplia auscultación de la comunidad universitaria sobre distintas propuestas de trabajo universitario y la libre participación de aspirantes a ocupar el digno cargo de rector de la Universidad Veracruzana. Esta decisión no es una errata administrativa. Es un desmesurado intento de secuestro de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz. Esta tropelía no puede ser admitida por el Consejo Universitario General”, expresan en su carta. *** Y advierten que no se trata de nombres, ni de proyectos personales. “Se trata del respeto irrestricto a la norma y al principio rector de toda institución educativa pública: el respeto al derecho y no a la conveniencia personal de autoridades universitarias que buscan ilegalmente el poder y que debieran ser las primeras en poner el ejemplo de la legalidad”. *** En la carta llaman a los consejeros a que “asuman con plena conciencia su responsabilidad histórica. Están ante una disyuntiva que marcará el rumbo de la UV en los próximos años: callar o actuar; consentir o corregir; dejar pasar lo inadmisible o defender a nuestra casa de estudios”. *** Y rematan: “No es tiempo de cálculos; es tiempo de convicción y decisiones. Urge que los consejeros universitarios desconozcan la decisión ilegal de la Junta de Gobierno de otorgar una prórroga que cierra la puerta a la legalidad y al legítimo derecho de los universitarios de contrastar alternativas para la conducción de la Universidad”.

* * *

Como se anticipó, la sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Morena en Veracruz no arrojó decisiones relevantes.
Habría sido un despropósito que, a menos de dos meses de la jornada electoral, sin el necesario análisis que requiere un proceso político de tal envergadura, ya se pretendiera que hubiera señalamientos para “responsables” de un resultado que no fue el que se esperaba.
Sin embargo, el evento sí tuvo especial trascendencia. Hoy está claro que la cabeza de Morena en Veracruz tiene nombre y apellidos: Rocío Nahle García.
No es un tema menor, ni es una perogrullada. Desde la Ciudad de México, grupos poderosos en las filas de Morena presionaron en la etapa preelectoral para imponer o vetar candidatos, pretendieron “negociar” desde la capital del país sin el consenso con la representación de esa fuerza política en la entidad.
Para nadie es un secreto que muchos de los municipios en los que perdió Morena, el vencedor fue alguien que previamente buscó la candidatura del partido guinda. Tampoco sorprende que muchos de esos aspirantes, que terminaron portando otras siglas en su campaña, recibieron (de manera supuestamente “subrepticia”) el respaldo de grupos que, desde el interior de Morena, buscaron colocar sus piezas en el ajedrez político de Veracruz.
De ahí, el mensaje que envió Rocío Nahle frente a los consejeros de su partido: “La autocrítica es bienvenida, siempre y cuando no se use como disfraz para traicionar desde adentro, ni como pretexto para pactar con los adversarios de la transformación”.
Con una buena dosis de sentido común, muchos de los presentes identificaron al senador Manuel Huerta como el blanco de los señalamientos de la gobernadora. No sólo con los resultados electorales en la mano. Desde antes, el exdirigente de Morena abrió un frente contra la actual dirigencia estatal y cuestionó muchas de sus decisiones. Una vez que se confirmó que el partido había conseguido menos triunfos que en el 2021, loa dardos de Manuel Huerta fueron aún más agudos y encabezó una corriente que exigía ya, sin mayor dilación, el relevo de Esteban Ramírez Zepeta.
Eso no sucedió y -por lo que se pudo advertir en la sesión del Consejo Estatal- no sucederá en el corto plazo.
Hay, sin embargo, análisis que llevan mucho más allá las palabras de la gobernadora. Fue un misil que muy bien pudo haber sido dirigido a actores políticos de mayor peso, como el senador Adán Augusto López, o el diputado federal Ricardo Monreal. También se sabe que el minatitleco Sergio Gutiérrez metió las manos en el proceso sucesorio en el sur de la entidad.
A diferencia de Durango, el estado de Veracruz representa un fuerte bastión político. Todos aquellos que trabajan hoy en la construcción de su propio proyecto político, rumbo al 2030 (la sucesión presidencial) consideran a Veracruz como una importante reserva de votos que quisieran sumar a su estrategia.
Rocío Nahle tiene claro que el enemigo está en casa y trabaja a marchas forzadas en la construcción de su propia estructura electoral. No hay que perder de vista que su campaña por la gubernatura se recargó, esencialmente, en la labor de los operadores que puso a su servicio el entonces gobernador Cuitláhuac García.
No es que Rocío Nahle no hubiese considerado generar su propia estructura electoral, pero ese trabajo se lo encomendó, desde el 2018, al entonces secretario de Gobierno en Veracruz, Éric Cisneros, quien sucumbió a la tentación del poder y terminó traicionándola.
Fue por eso por lo que, apenas iniciado su gobierno, optó por recurrir a quienes ya le habían dado resultado en el 2024. Los números no son los que esperaban, pero tampoco son tan graves y este proceso le permitió a la gobernadora saber con qué equipo juegan todos aquellos que se le acercaron para ofrecerle las carretadas de votos.
Su presencia en el consejo estatal de Morena fue, sin duda, su voto de confianza para quienes “se la jugaron” con ella.

* * *

Epílogo.

No se sorprenda si en los próximos días da un vuelco el proceso judicial que se inició en contra del regidor noveno del ayuntamiento de Córdoba. *** Hoy se sabe que la Fiscalía no ha logrado integrar con solidez la carpeta de investigación en contra de este servidor público y cada vez se hace más evidente que hay motivaciones políticas en este caso. *** El regidor, que se encuentra privado de la libertad, ha recurrido a un equipo jurídico de reconocida solvencia para que se conozcan todas las inconsistencias que aparecen en el expediente en su contra. *** Tiene los nombres -dice- de quienes participaron en este entramado y el papel que jugó cada uno de ellos. *** Honor a quien honor merece. Ángela Olazarán ha puesto muy alto el nombre de Veracruz a nivel internacional. Ha sido reconocida como “la mejor estudiante del mundo” y su fotografía apareció en la portada de la revista Forbes. *** Estudiante distinguida de la Universidad Anáhuac, Ángela Olazarán recibió un importante apoyo de dos organizaciones que saben de la importancia de impulsar al talento de las nuevas generaciones. *** Grupo Ferche y Fundación Velcorp, a través de Justo Félix Fernández y Cuauhtémoc Velázquez, le entregaron a esta brillante joven de un equipo de cómputo de última generación, que habrá de servirle para avanzar en sus ambiciosos proyectos académicos. ¡Felicidades!

filivargas@nullgmail.com