Lo que en otros tiempos hubiera sido un notición de ocho columnas en toda la prensa estatal, apenas figuró en algunos portales de noticias y en un periódico jarocho por dos razones: porque ya casi no hay diarios impresos y porque el protagonista ya no es el figurón político que fue.
Héctor Yunes Landa, diputado local del PRI, le dijo a la periodista Perla Sandoval que va a buscar la candidatura a la gubernatura en 2030 en lo que sería su segundo intento. En 2016 compitió contra su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, y pasó a la historia como el primer candidato del tricolor derrotado en una contienda de ese nivel en Veracruz.
Y para más; con la derrota de Héctor comenzó la debacle del PRI y ya se cumplieron nueve años de que nomás no la puede ver llegar.
¿Qué busca el legislador con este destape tan tempranero? Que la gente no lo olvide, mantenerse vigente, dar la nota (aunque no sea la de ocho) y que algún columnista de medio pelo como este servidor se ocupe de él.
¿Qué posibilidades tiene de alcanzar la candidatura? A Perla le dijo textual: “Yo voy a ser candidato a gobernador, se lo digo en serio” y habrá que creerle.
¿Por qué partido? Pues imagino que por el PRI, porque no creo que Morena, el PAN o Movimiento Ciudadano se lo vayan a pelear. Y el chiquitaje menos, sobre todo cuando el PT y el PVEM lograron triunfos en solitario que jamás imaginaron y ahora están en una posición diametralmente opuesta a la que tuvieron antes del 1 de junio.
Pero pongamos las cosas en perspectiva.
Un factor que quizá Héctor no ha puesto en la balanza es el de la edad. En la actualidad tiene 66 años, para el 2030 tendrá 72 y en el hipotético caso de que llegue a la gubernatura y cubra toda la ruta saldrá de 78 años.
Úchale.
Si logra la candidatura será el candidato más longevo al menos en la historia reciente de Veracruz y nadie o casi nadie lo verá como un hombre con experiencia, sino como un viejo empecinado en gobernar un estado con cuatro millones (la mitad de su población) de niños y jóvenes.
Es decir, la sola edad será una carga para él.
En charla con un amigo de gremio me dijo que Héctor quiere ser gobernador desde que fue subsecretario de Gobierno con Fidel Herrera, pero difiero. Yunes Landa quiere gobernar Veracruz desde que salió de la Universidad o quizá desde antes.
Por lustros se ha preparado para ello pero no se le ha dado. Y a estas alturas del partido creo que debe despedirse de ese anhelo.
En lo personal, no me queda duda que hubiera sido mejor gobernador que Duarte, Miguel Ángel y Cuitláhuac juntos, porque es más político y pragmático que ellos y conoce como pocos los problemas de Veracruz y su manera de resolverlos. Pero eso quizá nunca lo sabremos.
Fidel lo hizo a un lado porque no quiso a un buen sucesor sino a un cómplice que le cuidara las espaldas y escogió a Javier Duarte; en 2016 perdió ante Yunes Linares por el efecto Duarte, considerado entonces el peor gobernador de Veracruz. Y en 2018 el PRI se decantó por José Yunes, lo mismo que en el 2024.
Pero ahí sigue, tozudo, buscando una nueva oportunidad y con el optimismo hasta el tope.
Aseguró ante Perla Sandoval que el escenario político cambiará el próximo sexenio y anticipó un retroceso para Morena en Veracruz. “En el 30 el próximo gobernador no va a ser de Morena, va a ser de otro partido. Del año pasado a este (los morenos) perdieron más de 700 mil votos… es impresionante”.
Tiene razón, Morena va en picada y se ve muy hacia arriba que gane en el 2030. Pero si piensa que será el sucesor de Rocío Nahle abanderado por un partido como el PRI que se está cayendo a pedazos y por ese motivo difícilmente irá en alianza, híjole…
De todas maneras, suerte, matador.
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