La presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado al Gobierno de Estados Unidos para garantizar el respeto irrestricto a los derechos humanos de los migrantes mexicanos, tras las redadas registradas el pasado fin de semana en la ciudad de Los Ángeles, California.

Desde Palacio Nacional, la mandataria mexicana se refirió a los hechos ocurridos en territorio estadounidense y solicitó que todos los procedimientos migratorios se realicen “con apego al debido proceso y en un marco de respeto a la dignidad humana”.

La presidenta sostuvo que el Gobierno de México refrenda su compromiso inquebrantable con la protección y defensa de los derechos humanos de las y los mexicanos que viven en Estados Unidos, “independientemente de su situación migratoria”.

Estados Unidos los necesita”, afirmó Sheinbaum, al señalar que quienes viven en ese país son “trabajadores y honestos”, y que la mayoría de quienes no tienen documentos llevan muchos años residiendo allí. Agregó que estos connacionales aportan a la economía de Estados Unidos y de México.

En ese sentido, agradeció a la ciudad de Los Ángeles, calificándola como una ciudad “generosa” que ha recibido a cientos de miles de mexicanos, y reiteró la voluntad de México de continuar colaborando con el gobierno estadounidense en la búsqueda de soluciones integrales en materia migratoria.

La mandataria informó que, a través de su red consular, el Gobierno de México ha activado todos los mecanismos de asistencia y protección consular para que los connacionales detenidos en los operativos migratorios reciban asesoría legal adecuada y un trato justo.

Indicó que los consulados mexicanos han intensificado los esfuerzos de información para que las personas conozcan sus derechos y sepan cómo actuar en caso de ser sujetas a una redada migratoria.

Además, dijo que el canciller dará un informe detallado sobre cuántas personas han sido detenidas, en qué lugares se encuentran y cuál es el trabajo que realiza actualmente la Secretaría de Relaciones Exteriores en torno a estos casos.

En su mensaje, la presidenta condenó las acciones violentas registradas como parte de algunas protestas tras las redadas, como la quema de patrullas, y las calificó como actos de provocación.

“No estamos de acuerdo con las manifestaciones violentas. Condenamos la violencia venga de donde venga. Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y no caer en provocaciones”, declaró.

Subrayó que la migración debe atenderse desde una perspectiva integral, humana y con corresponsabilidad regional, y reiteró la disposición de México de colaborar con Estados Unidos en soluciones que privilegien la legalidad, el desarrollo compartido y el respeto a los derechos humanos.

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