Después de la agarrada de pen…tonto que le dieron en la sucesión presidencial del año pasado, el exsecretario de Gobernación y actual líder del Senado, Adán Augusto López, anda con pies de plomo y tejiendo alianzas con grupos internos de Morena que al igual que él temen ser desplazados, pero, sobre todo, con algunos liderazgos de la oposición, entre los que se incluyen hasta algunos del PAN, aparte del grupo de los Yunes de El Estero.

Quizás nuevamente el tabasqueño no logre cuajar su aspiración de llegar a la Presidencia de la República en el siguiente sexenio, pero por lo mientras ha empezado a perfilar algunos de sus alfiles a las próximas gubernaturas que estarán en disputa. El caso más evidente es el de la senadora Andrea Chávez, quien en 2027 buscará suceder a la panista María Eugenia Campos Galván, del PAN. Detrás de Chávez está el empresario veracruzano Fernando Padilla, muy allegado a Adán Augusto que está financiando la millonaria “Caravana de la Salud”, como parte de la campaña anticipada de la morenista chihuahuense, lo que motivó que a principios del pasado mes de abril la presidenta Claudia Sheinbaum abordara este polémico tema y anunciara que enviaría una carta a la dirigencia nacional de Morena para solicitar que se establezcan reglas claras que eviten este tipo de actos ilegales que van en contra de los principios del partido guinda y del movimiento de la 4T.

Padilla Farfán, con motivo de su fiesta de cumpleaños que organizó en marzo en su casa de campo de Coatepec, contribuyó también a que el líder morenista de la Cámara alta del Congreso de la Unión limara asperezas con el coordinador de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, luego del encontronazo que tuvieron ambos legisladores a finales del año pasado por un ajuste que la Cámara baja hizo al presupuesto del Senado. Como se recordará, en represalia, López Hernández declaró en diciembre de 2024 que había rescindido contratos irregulares y amagó con hacer una revisión de “negocios añejos” en la gestión del ex senador zacatecano.

Ahora, ambos aspirantes presidenciales se han reconciliado y parecen haber pactado ir juntos hacia la sucesión de 2030.

Sin embargo, la cercanía que más ha sorprendido de Adán Augusto es la que ha comenzado a construir con Ricardo Anaya, coordinador de la bancada del PAN. Ayer, el columnista Mario Maldonado, de El Universal, publicó que el tabasqueño pasó de llamarle “Calderoncito” al senador Anaya, a referirse a él como un interlocutor de la oposición y otorgarle el grado de “estadista” por la forma en que se pronunció en contra de la propuesta de gravar las remesas en los Estados Unidos.

Según Maldonado, “Anaya tiene nuevos proyectos y, al igual que los que se le conocieron en el pasado, rebasan los intereses de su partido político. En esta ocasión se asegura que pretende aliarse con una facción de Morena para posicionarse en varias entidades del país y, más adelante, tener derecho de picaporte en Palacio Nacional”.

De acuerdo con el columnista, si al gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, se le llegara a complicar la sucesión de 2027 con el actual alcalde capitalino Felipe Fernando Macías, el senador Anaya contaría para la gubernatura “con el visto bueno de una facción de Morena encabezada por Adán Augusto López”, pues el analista político señala que en las elecciones de 2024, Morena ganó terreno en la entidad pero no suficiente para mostrarse como una fuerza política consolidada para arrebatarle al PAN la gubernatura, con todo y que Santiago Nieto, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), se apunta desde ya como candidato del morenismo.

Sobre la nueva relación del ex secretario de Gobernación con Anaya hay quienes la atribuyen al senador Miguel Ángel Yunes Márquez, el más consentido del tabasqueño a partir de que el hijo del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares traicionó al PAN para darle a Morena el voto 86 que requería en el Senado para validar constitucionalmente la polémica reforma al Poder Judicial de la Federación. Y es que la relación entre Yunes Márquez y el ahora coordinador del grupo legislativo de Acción Nacional en la Cámara alta del Congreso de la Unión data desde finales de 2016, cuando en el agonizante sexenio del ex gobernador priista Javier Duarte hicieron la faramalla de ir a dormir en los pasillos del Palacio de Gobierno de Xalapa junto con otros alcaldes panistas y perredistas que reclamaban las participaciones federales que les adeudaba la administración de Duarte de Ochoa. Luego, dos años después, hicieron campaña juntos, como candidatos de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Veracruz y a la Presidencia de la República, siendo derrotados por Cuitláhuac García y Andrés Manuel López Obrador, de la coalición encabezada por Morena.

¿Acaso alguien duda que, si Adán Augusto es candidato presidencial, su carta para el gobierno de Veracruz será el senador Yunes Márquez? Sólo está por verse por cuál partido, porque en el instituto político guinda, fundado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, muy difícilmente los dejarán transitar, pues al primogénito de Yunes Linares ni siquiera le quisieron expedir ahora su credencial de militante.

Obtiene Morales Lechuga doctorado por LA UNAM

Ayer jueves, el talentoso abogado oriundo de Poza Rica, Ignacio Morales Lechuga, presentó en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la tesis “Administración Pública Federal en México. Propuesta de reforma constitucional para su eficaz desempeño”, para optar por el grado de Doctor en Derecho.

El ex secretario de Gobierno de Veracruz, ex procurador general de la República, ex embajador de México en Francia y actual Notario Pública de la Ciudad de México hizo una brillante exposición y defensa de su tesis ante los miembros del Honorable Jurado integrado por la Dra. Rosa Carmen Rascón Gasca, el Dr. Gabino Eduardo Castrejón García, el Dr. Ángel Zarazua Martínez y el Dr. Raúl Contreras Bustamante, otro destacado abogado veracruzano, nativo del municipio de Banderilla, que fue director de la Facultad de Derecho de la UNAM.

No son pocos los que se admiran que, a sus 78 años de edad, Morales Lechuga siga coleccionando títulos académicos.