En Veracruz, los líderes y operadores electorales de Morena quisieron matar dos pájaros al mismo tiempo y ahora resulta que –como se dice vulgarmente– “el tiro podría salirles por la culata”.

Y es que aprovechando que este 1º de junio habrá comicios municipales, a los estrategas morenistas se les ocurrió empalmar la elección de los poderes judiciales de la Federación y del estado.

De entrada, le generaron un serio problema financiero al OPLE por el gasto extra que implica la elección judicial. De acuerdo con un convenio firmado con el INE, el órgano electoral local le adeuda al nacional 54.6 millones de pesos que a menos de cuatro días de los comicios aún no ha podido reembolsarle.

Pero, ahora, sobre todo los candidatos de Morena en aquellos municipios donde van punteando los contendientes de la oposición o en los que los guindas apenas les sacan una corta ventaja a sus más cercanos adversarios, comienzan a ver con preocupación un escenario imprevisto provocado por la complejidad y el marcado interés presidencial en la elección simultánea de ministros, magistrados y jueces federales, ya que el super operativo impulsado desde el poder central y la dirigencia nacional morenista no es para arrollar en la elección de ediles veracruzanos sino principalmente para el acarreo o “movilización” de por lo menos 10 millones de votantes en el país que les asegure el control del Poder Judicial de la Federación.

Y es que las elecciones judiciales de este primer domingo de junio, además de ser las más grandes y complejas que ha tenido el país, también serán las que demandarán mayor tiempo de los ciudadanos para emitir su voto. En total habrá seis boletas para la elección federal, pero en 19 entidades –entre ellas Veracruz– habrá además procesos judiciales locales, por lo que el tiempo que podría llevarse en sufragar cada votante se estima entre 14 y 18 minutos, dependiendo del número de boletas que determinó cada estado.

Michoacán, por ejemplo, es una de las entidades con más boletas para su elección judicial local. En total son cinco, que sumadas a las del proceso federal hacen un total de 11 papeletas, por lo que se calcula que cada elector requeriría en promedio un tiempo máximo de hasta 18 minutos.

En cambio, hay entidades como Baja California, Quintana Roo y Coahuila que decidieron un modelo de elección local con “candidaturas comunes” o planillas, lo que permitirá una votación exprés. En esos casos, con una sola marca por boleta, el ciudadano elegirá decenas de juzgadores que fueron puestos a elección en listas cerradas, con lo que podría tomar sólo un minuto la votación.

Pero en Veracruz serán cuatro boletas para elegir magistrados y jueces locales, más la media docena de papeletas para elegir a los togados del Poder Judicial federal. Y el tiempo contemplado abarca desde que el funcionario de casilla revisa la credencial de elector, le entrega sus boletas al votante, éste pasa a las mamparas, marca sus votos y los deposita en las urnas.

De ahí que salte la duda acerca de a cuál elección le darán prioridad los de Morena para acarrear primero a sus votantes: ¿a la judicial o a la de alcaldes? Y es que las urnas de ambas elecciones no estarán instaladas en el mismo centro de votación.

Por si fuera poco, ha trascendido un dato adicional: que sabiendo la gobernadora Rocío Nahle del interés primordial de la presidenta Claudia Sheinbaum por sacar de la mejor manera la elección judicial, la mandataria veracruzana habría dado la instrucción a sus operadores políticos y a los responsables de la seguridad pública que se ocupen de que los comicios municipales de desarrollen en las mejores condiciones de estabilidad –lo que implicaría total respeto a la legalidad e imparcialidad– con el propósito de que no se contaminen ni se pongan en riesgo las otras votaciones, principalmente la del Poder Judicial de la Federación.

Y es que, según nos comentan, el compromiso de Nahle con la jefa del Ejecutivo federal va en serio, aunque su partido pierda la mitad o la mayoría de las 212 alcaldías. Total, de acuerdo con sus argumentos, es que ella como gobernadora sabrá entenderse posteriormente con todos los presidentes municipales electos que ya estén en funciones, sean del color o siglas partidistas que sean.

Así que salvo aquellos candidatos de Morena que llevan una holgada ventaja reflejada en las encuestas más confiables, lo mejor sería que el resto de los abanderados del partido guinda que van abajo en las preferencias electorales o que están en un virtual empate técnico con sus adversarios, no esperen ni se confíen que de Palacio de Gobierno irán en su rescate, sino que desde ahora procuren tomar providencias y se rasquen con sus propias uñas.

¿O acaso habrá sido fortuito que ayer, en su visita a la entidad, la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, hiciera un llamado a sus simpatizantes en Veracruz a no confiarse de ir arriba en las encuestas y sólo esperar los resultados el próximo domingo, en la elección de las 212 alcaldías?

Según la consejera electoral del OPLE, María Fernanda Sánchez Rubio, existe mayor interés entre el electorado por los comicios municipales que por los judiciales, pues estima que la participación en la elección de ediles podría alcanzar hasta un 65 por ciento del listado nominal, mientras que para elegir a magistrados y jueces estatales se calcula una concurrencia de entre 15 y 20 por ciento de los votantes.