No habían pasado ni 24 horas de que la gobernadora Rocío Nahle prometió elecciones libres y seguras en Veracruz, cuando la violencia se hizo presente de nueva cuenta con un doble asesinato: el del ex alcalde de Actopan, Esteban Alfonseca que fue ultimado junto con el ex regidor Edmundo Martínez Pérez.
Una versión dice que ambos viajaban cerca de la medianoche del lunes por la carretera de Actopan, después de haber asistido a un mitin del candidato de Morena a esa alcaldía, Eduardo Utrera Carreto, cuando fueron interceptados por un grupo de sujetos que los atacaron de manera letal.
La víspera, la gobernadora había lamentado los hechos en los que perdiera la vida Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de su partido a la presidencia municipal de Texistepec y cuatro personas más, pero agregó: “Nosotros estamos garantizando que la elección del 1 de junio se lleve a cabo. Hay todas las condiciones, a pesar de que quieran crear un ambiente de miedo, somos más los que estamos construyendo un Veracruz democrático”.
Si en efecto se está construyendo un “Veracruz democrático” eso es irrelevante y no viene ni al caso en estos tiempos. Lo que la ciudadanía anhela es un Veracruz seguro, en paz, sin balaceras, matanzas o masacres. Y la 4T es incapaz de ofrecerlo.
La gobernadora aseguró que existen las condiciones para que se lleven a cabo las elecciones. Pero con diez muertos en 72 horas entre los que se cuentan una candidata, dos ex funcionarios municipales, dos agentes de la FGR, un presunto delincuente y cuatro víctimas colaterales queda la duda.
Ayer trascendió que Esteban Alfonseca y Edmundo Martínez, eran parte de la caravana que acompañaba al candidato de Morena, pero no eran el objetivo de los asesinos, sino el propio candidato Eduardo Utrera.
Este rumor, que no ha sido confirmado pero tampoco desmentido, ha causado zozobra y temor sobre todo en los candidatos del partido oficial que literal, andan en campaña “con el Jesús en la boca”, según me dijo uno.
Y es que con excepción de los agentes de la FGR y del presunto delincuente que murieron en una balacera en Boca del Río, las víctimas restantes eran militantes o simpatizantes de Morena, lo mismo que el candidato a la alcaldía de Coxquihui, Germán Anuar Valencia, asesinado el 29 de abril.
Rocío Nahle indicó que son 57 los candidatos que han pedido protección y se les brindará. Qué bueno, pero quién los va a proteger ¿la policía estatal? De ser así, no creo que todos acepten el generoso ofrecimiento.
El domingo casi a media noche, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública llegaron al domicilio de Raúl González Martínez, candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Ixhuatlán del Sureste y su presencia a esa hora fue tomada como una intimidación.
De acuerdo con un video que el afectado dio a conocer, se ve a los uniformados tomando fotos de la fachada de su casa y de los vehículos estacionados. “Hasta ahora no hay una razón oficial para esta acción. En un contexto electoral como el que vivimos, esto genera legítima preocupación. No podemos permitir que se utilicen las instituciones para intimidar a quienes participamos de forma legítima y pacífica”, denunció en un comunicado.
En Perote, Poza Rica, Aquila, Chiconquiaco y Lerdo de Tejada hay tensión electoral porque los candidatos se están dando con todo. Y en Boca del Río la balacera del lunes “va a inhibir a los votantes”, me aseguró un colega boqueño.
Al margen del pleito de verduleras entre candidatos, lo que es común en un proceso electoral, los verdaderos problemas son las intimidaciones, amenazas y la violencia que van aparejadas con la impunidad y que el gobierno estatal ha sido incapaz de contener.
Con dos candidatos asesinados, con varios intimidados o de plano amenazados, con la zozobra que se respira en decenas de municipios, con la impunidad a todo lo que da y con policías estatales de dudosa conducta, ¿están dadas las condiciones para que más de 6 millones de veracruzanos salgan a votar el 1 de junio?
¿Sí?
No pus ora pues.
- Casi olvido el dato, pero más vale tarde que nunca. La carrera política Eduardo Utrera Carreto, candidato de Morena a la presidencia municipal de Actopan es vasta. Fueron varios los años que fungió como chofer de Cuitláhuac García.
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