Cuando Fidel Herrera sufrió su primer derrame cerebral en marzo del 2018, su imagen, la de Javier Duarte y la del PRI ya estaban por los suelos. Al nativo de Nopaltepec se le señalaba de andar en malos pasos, a Javier de corrupto y ladrón y al PRI de haberlos hecho gobernadores a los dos.

El ambiente en Veracruz era tenso, los veracruzanos estaban iracundos porque ambos individuos los habían engañado. Nadie quería saber nada sobre la enfermedad de Fidel, tampoco sobre Javier que ya estaba en prisión y menos sobre el PRI al que calificaban de partido corrupto y hacedor de corruptos. Lo único que querían era que se acabara la violencia.

En esa atmósfera de cortocircuito, un alto dirigente del tricolor me dijo un año después, cuando el exgobernador estaba convaleciente: “Si por desgracia se muere Fidel Herrera, hablaremos con su familia para que lo traigan aquí (al edificio del PRI estatal), donde lo arroparemos y le haremos un homenaje como lo que fue; uno de los mejores gobernadores de Veracruz”. Y por varios minutos estuvo ponderando sus virtudes.

Confieso que me pasmé. Fidel no era pero ni con mucho el político carismático que una vez fue, por el contrario; estaba acusado de endeudar a la entidad con más de 20 mil millones de pesos y dejarla en manos de la violencia y la inseguridad. Homenajearlo en el PRI (o donde fuera) hubiera armado la tremolina.

El ex gobernador sobrevivió a dos derrames cerebrales y el pasado viernes falleció en la Ciudad de México. Y no hubo aquel homenaje, sino una esquela sobria donde el tricolor y sus militantes lamentan su sensible fallecimiento y envían “sentidas condolencias a sus familiares y amigos deseándoles pronta resignación”. Eso fue todo.

Su más enconado enemigo Miguel Ángel Yunes Linares escribió en sus redes: “Mis más sinceras condolencias a la familia Herrera Borunda por el sensible fallecimiento del Licenciado Fidel Herrera Beltrán, quien fuera Gobernador de Veracruz y legislador federal. Que descanse en paz”. Y con ello cerró una historia de confrontaciones que comenzaron en 1992, durante la campaña de don Patricio Chirinos; hace más de 30 años.

Más sinceras fueron las condolencias de la gobernadora Rocío Nahle que escribió en sus redes: “A nombre del pueblo de Veracruz y de una servidora, extiendo las sentidas condolencias a familiares del exgobernador Fidel Herrera Beltrán ante su sensible fallecimiento. Fue un destacado político y representante de Veracruz en varios escenarios de la vida pública. QEPD”. Además del mensaje, mostró su calidad humana al enviar una corona a nombre de ella y de su familia a la capilla ardiente donde velaron los restos del ex gobernador.

En contraste, los veracruzanos de a pie no fueron generosos con sus comentarios. Por el contrario, hubo hasta palabras infamantes y llenas de rencor en las redes. El reclamo principal; la violencia “que nos dejaste de herencia”.

Y uno pensaría, al margen de reconocimientos y denuestos, ya murió Fidel y la vida sigue, pero no.

Este lunes, la gobernadora informó que la familia del difunto solicitó que se le rinda un homenaje protocolario en el Congreso local. Y aunque la petición fue hecha al secretario de Gobierno, Ricardo Ahued, la respuesta depende del Congreso.

Cuando le preguntaron si un personaje señalado por presuntos nexos con la delincuencia debe recibir ese tipo de homenajes contestó: “Yo no soy quien para decir si es justo o no el homenaje; yo actúo como gobernadora”.

Pero en el Congreso local la petición sacó ronchas.

La presidenta de la mesa directiva, Tanya Viveros Cházaro, dijo que sería “anticlimático” homenajear de esa manera a Fidel. “Nadie le desea la muerte a nadie y, sobre todo, en el humanismo mexicano buscamos tener mucha sensibilidad, pero también no olvidamos… Yo creo que hay cosas que han marcado la vida de nuestro Estado para bien o para mal, y en ese sentido, no creo que sea prudente rendirle honores”.

Mientras en las redes los denuestos y descalificaciones suben de tono, en el Congreso local se tomó una decisión más o menos salomónica.

El presidente de la Jucopo, Esteban Bautista Hernández, dijo que no será un homenaje sino un acto póstumo. “Se tendrán (en el recinto del Congreso) las cenizas del ex gobernador y lo haré público para quienes gusten ir a despedirlo”. ¿Cuándo? “Probablemente el domingo”.

Carismático y controvertido, admirado por unos y odiado por otros, Fidel Herrera estará por última vez en el recinto del Congreso local del que salió el 1 de diciembre del 2010.

¿Y tu qué opinas? Me han preguntado.

Yo opino que a los muertos hay que dejarlos descansar en paz. Pero lo importante es lo que opines tu, lector, porque lo que digas siempre será valioso.

bernardogup@nullhotmail.com