Lo que en México se ha convertido en una convicción popular cada vez más amplia, en Estados Unidos toma forma de investigación judicial.

Me refiero a que los “abrazos” a los delincuentes durante el gobierno de López Obrador, en realidad significaron un acuerdo para financiar campañas políticas e imponer a gobiernos como sucede en algunos estados del país. Esto ya estaría siendo investigado por el gobierno de Estados Unidos.

Para millones de mexicanos, la imposición de un narco gobierno ha dado lugar al establecimiento de un narco estado. De hecho, la elección de cargos al interior del poder judicial –ministros, magistrados y jueces- forma parte de este proceso de descomposición política.

Un poder judicial autónomo no sólo pondría en riesgo la continuidad de un régimen morenista marcado por la corrupción, sino también significa el principal obstáculo al acuerdo ofrecido por López Obrador a los cárteles del narco desde su campaña presidencial de 2006 y que supo honrar como Presidente.

Lo que aún no está claro es si el gobierno protege a las organizaciones criminales o son estas las que protegen al gobierno mediante la imposición violenta de los gobiernos del partido en el poder. Si el narco infiltró al gobierno o el gobierno infiltró al narco es una cuestión que ya se dirime en el escenario internacional.

Hace unos días resurgió a nivel internacional la información sobre la denuncia presentada contra la cúpula de Morena en cortes federales de Nueva York y Texas, sobre el financiamiento que habría recibido el presidente López Obrador a través de personajes claves como Mario Delgado, Ricardo Monreal, Javier May e incluso su hijo Andrés López Beltrán, lo que ha sido documentado por la periodista Anabel Hernández.

Esta información concuerda con las reiteradas acusaciones del gobierno de Donald Trump de que el gobierno mexicano tiene «una alianza intolerable» con los cárteles del narcotráfico. No habla del pasado, sino del presente.

«Estos cárteles tienen una alianza con el gobierno de México y ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos», ha acusado sin reservas el gobierno norteamericano, lo que en México ha sido calificado como una calumnia, sin embargo, no se ha desmentido la investigación en contra de connotados morenistas, entre ellos, los gobernadores de Sinaloa y Tamaulipas, Rubén Rocha Moya y Américo Villarreal.

Las acusaciones del vínculo con el narcotráfico alcanzaron incluso al ex gobernador de Veracruz Cuitláhuac García, mediante documentos elaborador por la Secretaría de la Defensa Nacional. Sólo la protección presidencial lo salvó de la justicia.

El testimonio de personajes claves como El Mayo Zambada, los hijos de Joaquín Guzmán, los hermanos fundadores de los Zetas e incluso Rafael Caro Quintero –hoy todos bajo proceso en Estados Unidos- podría ser definitivo para conocer los alcances del vínculo con el gobierno morenista.

Ante buena parte del mundo, México significa el ejemplo del principal cáncer de las sociedades modernas: la corrupción y el narcotráfico como pilares de lo que hoy significa un narco-estado.

La puntita

Emboscada a policías en plena autopista, masacre en Ayahualulco por el homicidio de tres hermanos y el hallazgo de los restos de cinco personas sustraídas durante el gobierno de Cuitláhuac García marcaron otra violenta semana en Veracruz. La fiesta sigue. El luto también.