Por Omar Zúñiga

Después de una audiencia de varias horas, el exfiscal de Miguel Ángel Yunes Linares, el tristemente célebre Jorge Winckler Ortiz, aquel que ya siendo Fiscal General, fue captado hincado tomándole fotos a su jefe, el entonces gobernador, jefe del Cártel del Estero, fue vinculado a proceso por el delito de tortura en contra de un exfuncionario de la misma dependencia, víctima de identidad resguardada (para los ignorantes que publican su nombre completo, deben saber que ante todo, la víctima tiene derechos que deben resguardarse, de lo contrario se revictimiza. De nada).

Winckler se encargó de ejecutar las órdenes de su jefe en contra de sus enemigos personales, previo precisamente a celebrarse las elecciones de 2018, pensando que con esas acciones, su hijo del mismo nombre, ganaría la elección a gobernador, que finalmente perdió ante Cuitláhuac García Jiménez, que dicho sea de paso, fue quizá lo único bueno que hizo Cuitláhuac.
En ese contexto, Winckler encerró al menos a cuatro exfuncionarios de la FGE, incluido su titular y antecesor.

Nunca oyó la sabiduría popular que dice que los carniceros de hoy serán las reses de mañana. Todo se le fue en acatar y seguir los odios de su patrón, aunque con ello estuviera violando la ley flagrantemente. No le importó.

Como tampoco le importó a funcionarios de medio pelo durante su administración, como Eduardo Coronel y Marcos Even Cruz, que a su vez cumplían las órdenes de su jefe, todo con tal de quedar bien con quien les pagaba, en la soberbia que da tener el pinche poder en la mano y pensar que no habría consecuencias.

Hoy ambos están prófugos de la justicia, lo mismo que Jaime Téllez Marié, ex titular de Seguridad Pública en ese bienio, mientras que su exjefe se placea sin pudor, libre como el viento y burlándose de ellos y de todos los veracruzanos que le dieron su confianza.

El asunto es que Winckler Ortiz se encuentra en el peor de los mundos, pues además de un futuro que no se vislumbra nada promisorio, pues además de enfrentar sentencias individuales de algo así como 20 años cada una, pues la tortura es un delito de lesa humanidad, está su situación personal, ventilada hace poco públicamente por una de sus hijas.

Solo, en la cárcel y con conocimiento de que su familia lo ha abandonado, pero sobre todo, sabiendo que quien le dio las órdenes que hoy lo tienen en la cárcel, se pasea en libertad, gozando además de una vida de oropel producto de su enorme riqueza.

Una gran lección sin duda, que debe poner las barbas a remojar a varios funcionarios que han actuado con lo que ellos creen es impunidad, sobre todo, dicen, por el rumbo de Arco Sur.

Winckler es la res de hoy, que quiso ser el carnicero de ayer.

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Ricardo Muñoz Zurita es un conocido y reconocido chef que se encuentra en constante competencia por estrellas de la Guía Michelin a través de sus restaurantes Azul en la Ciudad de México, que de hecho son tres: Azul Histórico, Condesa y Azulísimo.

Pues bien, los mentados restaurantes proyectaron un festival gastronómico que mostrara la cocina tradicional del estado de Veracruz, que empezó el 6 de marzo y concluye este fin de semana, el domingo, para lo que Ricardo Muñoz contactó a la antropóloga, investigadora, chef tradicional, la queridísima Raquel Torres.

Raquel puso a disposición del chef, un listado de recetas que representaran las regiones naturales veracruzanas.

En febrero se realizaron las primeras pruebas de sabores y presentaciones de los platillos elegidos, Raquel probó, corrigió, sugirió y acordó con el equipo de cocineros las presentaciones de los platillos.

En días previos al festival, los platillos elegidos se volvieron a cocinar y Raquel nuevamente sugiere la sazón para lograr los sabores veracruzanos a que nos tiene acostumbrados.

En resumen, la gran Raquel Torres fue a la Ciudad de México a dar clases de cocina veracruzana en restaurantes que buscan estrellas Michelin, gracias a la humildad de un chef que conoce la calidad humana y de sapiencia, que reconoce que no lo sabe todo y se deja asesorar por alguien que sabe más que él, lo que todos los líderes deben hacer en todos los ámbitos de la vida.

Enhorabuena y felicidades, Raquel Torres, poniendo nuevamente en alto el nombre de Veracruz.

¡Qué barbaridad!
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