Los cárteles de la delincuencia organizada están listos para entrometerse en el proceso de elección de jueces, magistrados y ministros y así tener de su lado al mayor número de togados. ¿Lo conseguirán?
Dado el poder económico, político y social alcanzado por los cárteles, que todos los días hacen sentir, a estas alturas solo el gobierno de la 4T niega que esa intromisión vaya a darse.
La presión ejercida por el presidente estadounidense Trump tal vez les genere cierta incertidumbre, pero no los detiene en sus acciones criminales para hacerse de más dinero, territorio e influencia.
Lo vemos en Veracruz, en donde si bien empiezan a darse pasos en su combate y hubo la declaración de la gobernadora Rocío Nahle de que se les acabó la fiesta -se pasó a traer a su antecesor, el peor gobernador de Veracruz, en cuya administración los criminales vivieron seis años festejando-, aún gozan de gran poder.
Lo saben los veracruzanos del norte, por ejemplo en Tuxpan y Poza Rica, donde matan y secuestran, incluso a funcionarios del Ayuntamiento y no han podido frenar su fiesta.
Lo saben los veracruzanos del centro, por decir algo, los cordobeses, en donde también resienten los asesinatos.
Y lo saben los sureños, donde las extorsiones y homicidios siguen y no pueden ser frenados. El caso del comerciante de Coatzacoalcos, que mató a dos extorsionadores, es patético y muestra clara de la mezcla de miedo y coraje al grado máximo que hay entre los habitantes pisoteados por los delincuentes.
Como se ve, su fuerza aún está intacta y por eso, organizaciones como México Evalúa advierten del riesgo de que los cárteles se entrometan en las elecciones judiciales en junio.
Señala que en ocho estados, incluyendo a Veracruz, hay mayor riesgo de esa injerencia y ni cómo negar esa posibilidad.
Sí ya se entrometen en forma descarada para imponer alcaldes ¿por qué no hacerlo para colocar jueces y magistrados y así asegurar impunidad cuando tengan un proceso en contra?
Los cárteles, a estas alturas, ya deben tener bien preparado su esquema para apoyar a determinados candidatos, solo que su fiesta -en este caso- se les puede venir abajo.
Es muy probable que no estén tomando en cuenta que estas elecciones serán diferentes a las de alcaldes, diputados, senadores o gobernadores.
Los cárteles podrán hacer que haya muchos votos por determinado aspirante, peeeroo…
Pero les puede pasar lo que le sucedió a la oposición el año pasado.
En la elección judicial el Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá manga ancha. No habrá Programa de Resultados Electorales Preliminares y los resultados oficiales no se darán el mismo día, sino que los votos serán llevados a las juntas distritales del INE y hasta que estén contados todos los sufragios se darán a conocer los resultados finales.
Ufff, si a los partidos los bailaron el año pasado, está vez con el arca totalmente abierta harán lo que se les antoje y ganarán los ministros, magistrados y jueces que la 4T ya tiene decididos.
Así que a los cárteles, en junio próximo, salvo que los sicarios vayan a las juntas distritales y pidan comedidamente, a punta de metralletas, que se respeten sus votos, les estaría por pasar lo que padecieron el PAN, PRI y PRD en 2024, cuando nunca supieron cómo les aplicaron la magia electoral morenista.
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