Nunca ha sido un secreto que al interior de cada partido existen distintas corrientes o formas de ver las cosas; personajes que no comulgan con otros y buscan “tener la razón” o mayor poder de decisión en algunas aspectos; es común y lo extraño sería que no ocurriera. Es algo, incluso, sano.

¿A quién respalda la dirigencia nacional de Morena en el estado?, ¿qué voz es la que escucha? Si bien es cierto decidieron manejar sus números y estrategias desde el centro del país, con enviados especiales a los estados, en el caso de Veracruz la primera voz es la de Rocío Nahle.

La gobernadora no lo dirá en público y afirmará que las decisiones partidistas las toma Morena (y no ella), pero lo cierto es que, por instrucción presidencial, el primer eslabón para “tomar pareceres” es la mandataria, la dirigencia estatal y después algún otro liderazgo fuerte en la zona (en ese orden).

Luisa María Alcalde y Andy López tienen ya un listado de personajes del movimiento que, respaldados o no por algún jefe morenista de peso, actúan por sí solos, como si por consigna debieran mostrarse en desacuerdo con casi todo, aunque de manera genuina defiendan “a capa y espada” a Morena.

Las candidaturas morenistas hacia los ayuntamientos las decide el CEN morenista tomando como base a la dirigencia estatal y, claro, a la gobernadora en su calidad de militante, y nada más. No hay más liderazgos, al menos por el momento.

La presidenta Sheinbaum ha pedido que en Veracruz se ganen cuando menos 190 municipios, aunque un par de ayuntamientos fuertes pudieran quedar en manos del PAN, y con Yunes Márquez en Morena, aunque sea de manera virtual, algunas victorias azules serán color vino, en realidad.

X: @aaguirre_g