Uno de los pasajeros que iba en el vuelo 3041 que partió del Aeropuerto Internacional del Bajío en León, Guanajuato con destino a Tijuana, Baja California, aseguró que ayudó a que el hombre que intentó desviar el vuelo hacia Estados Unidos desistiera de secuestrar el avión toda vez que tenía amagada a una de las aeromozas.
El testigo aseveró que en el momento de tensión duró aproximadamente entre 20 y 30 minutos luego de que el pasajero que fue identificado como Mario “N” amenazó a la tripulación del vuelo para que aterrizaran en Estados Unidos, para ello tomó a una de las aeromozas como rehén.
De acuerdo con el testigo, Mario “N” se valió de un lapicero para amenazar con enterrarlo en el cuello de la aeromoza si no seguían con su petición de llegar a la Unión Americana. En ese momento la tensión subió cuando Jesús Torres le pidió que soltara a la empleada de la aerolínea.
“Pude controlarlo, decirle que se entregara pacíficamente. Le pedí que soltara a la aeromoza, la tenía amagada. Logré ayudarlo y convencerlo de entregarse por el bien de su esposa y sus hijos”: Jesús Torres.
Así fue detenido el agresor del vuelo Volaris
Jesús viajaba en la parte premier del vuelo donde observó el momento cuando abrazó a la aeromoza, “la llevó hacia al frente… deseaba abrir la escotilla en pleno vuelo, le dije ‘no’”, relató Jesús Torres que se preparó para actuar y detener al pasajero agresor.
El testigo dijo que ante la situación de pánico que hizo a la gente gritar por la tensión, les pidió que trataran de mantener la calma, “no pasa nada, vamos a hacer las cosas bien”, decía a los pasajeros antes de ir donde estaba Mario “N” para calmarlo y hacer que soltara a la aeromoza.
“Él quiso hacerse escuchar porque viene con miedo, quería que los bajara hasta San Diego en un lugar donde se sentía seguro”: Jesús Torres.
En uno de los videos compartidos en las redes sociales, se observa cuando Jesús Torres platicaba con Mario “N”, al que incluso le dio algunas palmadas en su pecho para tranquilizarlo, hasta que momentos después comenzó a forcejear con él para finalmente someterlo con ayuda de otros pasajeros y ser entregado a la policía de Guadalajara donde el avión aterrizó de emergencia.
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