Veracruz tiene un nuevo gobierno. En el Congreso del Estado, la música orquestal de la política veracruzana interpretó un réquiem para Cuitláhuac García y una misa de coronación para Rocío Nahle.
¡Ha muerto el peor gobierno que ha tenido Veracruz! ¡Viva la nueva Gobernadora, gritaba eufórico el morenismo aldeano!
Réquiem para Cuitláhuac.
En estos seis años fuimos testigos de cómo la democracia se convirtió en demagogia; de la destrucción sistemática de nuestras instituciones, no como una perversa planeación del poder –como ha sucedido con la República-, sino a consecuencia de la incompetencia, frivolidad y esquizofrenia política de una horda de voraces aprendices de la administración pública.
Hace seis años, un fenómeno electoral arrastró a un repartidor de panfletos, un porro sin ideología, sin ninguna formación política ni experiencia en la administración pública, a ocupar uno de los cargos más importantes del país: gobernador de Veracruz.
El fenómeno se repitió seis años después, pero con un perfil muy diferente. Rocío Nahle también se favoreció del fenómeno morenista, pero ella venía del gabinete presidencial. Esperemos también que con muy distintos resultados.
En estos seis años, tuvimos de todo, menos a un verdadero mandatario. Nos impusieron a un bailarín, pintor, jardinero, cocinero, repartidor de panfletos, payaso y beisbolista, pero nunca un gobernante al servicio de Veracruz.
Utilizaron el poder y mancillaron la investidura. Se olvidaron de gobernar para entregarse al placer personal, al nepotismo descarado, a la fortuna espontánea, a la persecución política, pero nunca se ocuparon del bienestar de los veracruzanos. Sin pudor alguno, alardearon de su ignorancia y de su riqueza
Como filibusteros, nos robaron la paz, la seguridad, la salud, la educación, el empleo, la libertad y la justicia. Actuaron como una recua de pendencieros en busca de venganza en contra de adversarios reales o imaginarios.
Pero el tiempo se les ha agotado. A partir de hoy, frente al nuevo gobierno y ante los tribunales, esta pléyade de bandidos tendrá que aclarar el infame enriquecimiento y sus vínculos con la delincuencia organizada.
Será una buena oportunidad para Rocío Nahle de demostrar que su compromiso de combatir la impunidad es cierto.
No hay que olvidar que Cuitláhuac García y sus cómplices, enfrentan acusaciones de corrupción por el desvío de más de ¡¡5 mil millones de pesos!! mediante un esquema de 227 empresas fantasma, metiendo la mano al cajón de sectores estratégicos como la salud, la educación y el desarrollo social.
Mintieron, robaron y traicionaron a los veracruzanos. Nunca les importaron los pobres.
Para nadie es un secreto –menos aún para la nueva gobernadora- que, en muchas regiones del estado, el crimen organizado domina territorios, secuestra, extorsiona, trafica con migrantes y huachicol.
Hoy hasta el ex Secretario de Seguridad Pública sabía que en Veracruz operan al menos 7 cárteles, menos el Gobernador. En muchos municipios ya es gobierno y, desde las más altas esferas del poder, tuvo aliados y redes que brindaron protección a los delincuentes.
Así lo acreditaron los documentos clasificados de la propia Defensa Nacional y difundidos por “Guacamaya Leaks”.
¿La transición de gobierno traerá de la mano un reacomodo de los cárteles de la delincuencia como sucede a nivel federal? Eso lo sabremos muy pronto.
La desaparición de la Fuerza Civil puso en evidencia el fracaso en seguridad, la complicidad y el vínculo de muchos policías con el crimen organizado y la decisión del ex gobernador de conceder impunidad a elementos bajo proceso judicial, acusados por excesos y abusos, amparados en la cobardía de ultrajes a la autoridad.
Para congraciarse con el nuevo gobierno, la administración que Cutiláhuac aseguró iba a “heredar” a la nueva gobernadora 10 mil millones de pesos, por lo que no tendrá que pagar deudas en créditos a corto plazo.
Pero no han dicho el origen de esos recursos. Los subejercicios no son ahorros. ¿Acaso la mentira y la simulación sobre el origen y destino de estos recursos fue lo que motivó la sorpresiva renuncia de José Luis Lima Franco, quien ya había sido ratificado en el cargo? ¿Qué hizo mal? ¿Qué información ocultó? ¿En qué desobedeció a la Gobernadora?
O acaso, una vez que había entregado toda la información necesaria que ponía al descubierto las redes de corrupción del gobierno de Cuitláhuac García, ¿Lima Franco se convirtió en absolutamente prescindible?
Cuitláhuac no heredó dinero a Rocío Nahle. Heredó un estado en crisis, salvado acaso por la inercia morenista a nivel nacional.
El gobierno que terminó el sábado estuvo marcado por la tragedia y el abandono, por la corrupción y la ineficiencia, por la persecución y la impunidad.
Muy pronto Cuitláhuac se olvidó que el primer día de su gobierno declaró una alerta humanitaria y un plan emergente de ayuda, asistencia y protección en favor de las familias de personas desaparecidas. En poco tiempo, los colectivos se convirtieron en un lastre y fueron declarados enemigos del gobierno.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas, hay más de 2 mil 340 desaparecidos durante su gobierno, cifra que supera a la de cualquier otro sexenio.
Veracruz es el primer lugar en secuestros a nivel nacional con un total de mil 73 casos en el periodo que comprende de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2024. Esa cifra no la tienen ni Sinaloa, Michoacán o en Guerrero.
En salud, señor Gobernador, su herencia raya en lo criminal. En Veracruz, casi 4 millones de personas carecen de acceso a servicios de salud, más de doble que hace seis años. Y lo que es peor: más del 90% de las defunciones registradas en 2023 fueron por enfermedades ante falta de acceso médico.
El Covid, el dengue, el cáncer y la diabetes siguen siendo los jinetes del apocalipsis, ante un sistema de salud colapsado que mantiene a hospitales y centros de salud sin medicinas ni vacunas.
En educación, su herencia es igualmente nefasta. Los indicadores educativos estudiados muestran que en los últimos seis años no hubo avance en educación. Incluso, en algunos casos la situación empeoró, por lo que se puede hablar de crisis en el sistema educativo.
El saldo: decenas de planteles educativos en pésimas condiciones, sin importar región, municipio o nivel educativo; hoy tenemos menos estudiantes en educación básica que hace seis años, con los peores resultados en más de dos décadas.
La corrupción y uso inadecuado de los recursos económicos corresponden a la reputación dudosa de los funcionarios al frente de la Secretaría de Educación, donde prevalecen las historias de negligencia y nepotismo; y predominan la opacidad y la falta de transparencia.
Esa sí es la herencia que deja a la próxima gobernadora y a los veracruzanos.
Eso sí, en medio de la barbarie de muertos, fue a pasear un ataúd frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Jamás entendió su papel de Gobernador de Veracruz. Lo mismo accedió a aniquilar a las instituciones del pasado que a las creadas por su propio movimiento, como fue el caso de la Guardia Civil o el Insabi.
Cuitláhuac fue una pálida y fallida reproducción del mesianismo que sólo acató, con sublime obediencia, las instrucciones de quien lo impuso en el cargo.
La historia los nombrará como lo que son: bastardos sin gloria.
Misa de Coronación para Rocío
“¡No les voy a fallar!”. Inició la era de Rocío Nahle. Desde su toma de posesión, ha puesto la marca de su gobierno.
Es la primera mujer que gobierna a Veracruz en toda su historia. Es, tal vez, la mandataria con la relación más estrecha con un Presidente. Acaso Patricio Chirinos sería el único en disputarle ese mérito.
Por eso la asistencia de Claudia Sheinbaum. Por esto la presencia de 14 gobernadores en funciones y electos de los estados de Oaxaca, Tabasco, Campeche, Edomex, Quintana Roo, Tlaxcala, Puebla, Yucatán, Nuevo León, Zacatecas, Tamaulipas, Chiapas y Michoacán, así como por las tres ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación afines a Morena, así como funcionarios federales.
El nuevo gobierno de Veracruz será totalmente diferente. Es evidente que no habrá una empleada gris sometida a la Presidenta, sino una aliada estratégica. Y eso servirá mucho a Veracruz, como sucedió en el gobierno de don Patricio.
Ya no habrá un presidente que exija tributo a un gobernador inexperto mediante la devolución de miles de millones de pesos en subejercicios. Lo que habrá es una gobernadora con la confianza plena de la Presidenta para sacar adelante sus proyectos.
Con la promesa de primero los pobres y olvidados, combatir la corrupción y trabajar en coincidencias y dirimir diferencias, la morenista Norma Rocío Nahle García se presentó ayer ante los veracruzanos como la primera gobernadora constitucional del Estado.
En su mensaje, se comprometió a gobernar con honradez, acelerar la transformación, administrar bien los recursos y mostrar que el estado está listo para exhibir la cultura y retomar la vocación turística.
“Soy mujer capaz, fuerte y preparada y en estos seis años me verán trabajando para lo que el pueblo me mandató: para ser su gobernadora con a, tengo la fortuna de contar con una familia solidaria, con mi esposo y mis hijas y caminarán a mi lado en forma responsable y respetuosa ante el pueblo veracruzano”. Por supuesto, Veracruz ya no está para nepotismos atribuibles a abuelas fallecidas; tampoco está para familias imperiales como sugiere el relevo generacional de López Obrador. ¡Aguas!
Nahle dijo que el respeto a las libertades estará garantizado en su gobierno, pero sentenció que “el respeto será de ida y de vuelta”, por lo que se promoverá hablar bien de Veracruz y de los veracruzanos, porque –acusó- por años actores irresponsables han colocado bajo un estigma a Veracruz.
Es decir, “Como veo, doy”, “como me traten serán tratados”. Tal vez por eso, quedó la anécdota la decisión de no extender la mano a varios adversarios y actores políticos de oposición. No será un gobierno fácil ni conciliador, por mucho que se diga lo contrario. Quienes colaboran con ella, lo saben. Sus adversarios también.
Dijo que se combatirá la corrupción por ética y principios; además se promoverá y respetará la democracia, como la máxima de que es el gobierno del pueblo y para el pueblo.
Ambos ofrecimientos se pondrán a prueba muy pronto. El primero, por las cuentas que deban rendir los nuevos millonarios cuitlahuistas que ayer entregaron sus cargos; el segundo, respecto al proceso electoral en marcha para renovar los 212 Ayuntamientos.
A diferencia de Claudia Sheinbaum que no tiene ningún poder sobre Morena a nivel nacional –la presencia de Andrés López Beltrán se lo impide-, en Veracruz Rocío Nahle será la verdadera dirigente del partido. De ella dependerá la alianza con otros partidos y las candidaturas más importantes.
Inicia una nueva era para Veracruz. Inicia un nuevo gobierno. Inicia la oportunidad de recuperar los 14 años perdidos de las últimas tres administraciones.
En la víspera de entregar el poder, Cuitláhuac García cenó tacos como cualquier ciudadano, mientras una nube de camionetas y guaruras lo esperaban afuera del establecimiento. Era el reflejo de lo que fue: la imagen de ciudadano común, desinteresado de la responsabilidad de gobernar, que nos costó muchísimo dinero y dolor a los veracruzanos.
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