“Estamos muy integrados”, advirtió, añadiendo que “traemos unas cosas de Estados Unidos, otras las producimos aquí, las integramos y ustedes lo ven como un producto final”

Por lo anterior, aseguró se perjudicaría a todos los involucrados en los procesos de fabricación y distribución, pero en particular de la industria automotriz.

Los impuestos propuestos tendrían un impacto directo en las empresas, lo cual equivaldría, según se explicó en Palacio Nacional, a duplicar el Impuesto Sobre Utilidades de Estados Unidos, aumento que saldría ya sea de la bolsa del consumidor, o de la empresa: “costará más”.

Sumado a esto, se perderían alrededor de 400 mil empleos y se reduciría el crecimiento de Estados Unidos.

Más o menos pensamos que, al final, estos impuestos van a afectar al consumidor en los Estados Unidos pero también a las empresas y se perderían alrededor de 40o mil empleos.

Afectaciones al sector automotriz

Ebrard enfatizó en que uno de los principales afectados sería la industria automotriz, que cuenta con gran presencia de ensamblaje en el país.

El 25% del impuesto golpearía especialmente, pero no únicamente, a General Motors, Stellantis y Ford, algunos de los gigantes estadounidenses en esta industria.

Ebrard dijo que 88% de las camionetas pick ups, que son de las más vendidas en Estados Unidos, provienen de México, por lo que verían una subida de precio promedio de tres mil dólares por unidad en Estados Unidos, esto basándose en el “mejor escenario” posible para el consumidor

Antecedentes arancelarios a importaciones de Estados Unidos
Para fundamentar las afectaciones generales desencadenadas, Ebrard presentó también algunos de los antecedentes más relevantes de consecuencias a acciones similares adoptadas por otros gobiernos estadounidenses, cuyo impacto es significativo pese a ser impuestos menores al 25% propuesto por Trump

En agosto de 1971, durante el mandato de Richard Nixon, se anunció un arancel del 10% a las importaciones para negociar modificaciones a las políticas cambiarias de sus socios comerciales.

Dichas medidas generaron un incremento en los precios de productos importados, así como una reducción en el poder adquisitivo de los consumidores de Estados Unidos.

Según se explicó, los efectos para el 25% propuesto podrían ser aún mayores, ya que en 1971 EU importaba de todo el mundo alrededor del 3.4% de su Producto Interno Bruto; solo en 2023, importó el 12.7% de su PIB.

aristeguinoticias.com

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