La victoria de Donald Trump en el estado «llave» de Pennsylvania, con 19 electores, se debió gracias a la movilización de grupos alejados a los movimiento políticos, como la comunidad Amish.
La comunidad amish, conocida por su estilo de vida simple y su rechazo a la tecnología, ha sido históricamente apolítica. Según el Amish PAC, una organización fundada en 2016 para movilizar el voto amish, el porcentaje de amish que participan en elecciones presidenciales ha sido bajo, normalmente menos del 10% de la población de esta comunidad en Estados Unidos.
Sin embargo, en las últimas dos elecciones, el interés en esta comunidad ha aumentado. Este año, el esfuerzo de grupos conservadores como «Early Vote Action», fundado en 2023, fue sido decisivo.
Según The Economist, Scott Presler, fundador de este grupo, lideró una campaña puerta a puerta en mercados agrícolas y talleres amish en el condado de Lancaster,distribuyendo materiales de registro de votantes y promoviendo el voto anticipado por correo para evitar la presión social de votar en persona.
Estos esfuerzos parecen haber dado frutos. En estas elecciones, se estima que la participación amish aumentó notablemente en condados de alta concentración amish como Lancaster.
Según The Economist, entre 2016 y 2020, el número de votantes registrados entre los amish en Lancaster se duplicó, superando los 4,000. De estos votantes registrados, más del 90% están registrados como republicanos, lo que refleja una afinidad ideológica con la postura conservadora de Trump en temas clave como el control gubernamental y la libertad religiosa
La cultura «antiwoke»
El movimiento antiwoke también ha tenido un papel crucial en movilizar el voto. La comunidad amish y otros sectores rurales de Pennsylvania comparten un enfoque que rechaza la ideología «woke» asociada con los demócratas.
La percepción de que los valores tradicionales están siendo amenazados por políticas progresistas en temas de género, religión y educación ha servido como catalizador para atraer a estos votantes hacia la campaña de Trump.
Según el director de Early Action Vote, Jondavid Longo, «el movimiento MAGA» se opone a la «burocracia excesiva y las restricciones del gobierno» que, en palabras de Longo, «resuenan profundamente en la comunidad Amish.»
Un ejemplo de este conflicto fue el caso de Amos Miller, un agricultor Amish cuyo negocio fue multado por el estado debido a la venta de leche cruda, considerada ilegal en algunas jurisdicciones. Estos incidentes han reforzado la narrativa de que el gobierno interviene excesivamente en las vidas de los ciudadanos, un argumento central de la campaña republicana que atrajo a votantes amish y antiwoke a las urnas.
M°1
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