Siempre nos han hablado de los aspectos negativos de enojarse, sin embargo, esta emoción tiene grandes ventajas y beneficios, según expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes explicaron cómo influye esta respuesta funcional en el cerebro.
¿Estás sorprendido? Seguramente sí y lo cierto es que esta emoción, al igual que las otras (tristeza, alegría, miedo y desagrado tienen una función en el sistema con el objetivo de dar la mejor respuesta ante alguna eventualidad que ocurra en nuestro alrededor.
¿Cómo impacta el enojarse en el cuerpo humano?
Eduardo Calixto González, maestro de la Facultad de Psicología de la UNAM, señaló que el enojo es una reacción que tiene el sistema nervioso central para manifestarse en contra y al manifestar esta emoción se liberan varias sustancias que hacen reaccionar al cuerpo de una manera específica.
El también jefe del Departamento de Neurobiología de la Dirección de Investigaciones de Neurociencias del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, informó que el enojo libera noradrenalina, la cual aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco, y dopamina, al mismo tiempo que el glutamato y se da una disminución de los niveles de serotonina y vasopresina.
¿Qué beneficios tiene enojarse, según la UNAM?
De acuerdo con el especialista de la UNAM, el enojo anula la parte más lógica y congruente del cerebro para incrementar la actividad cardiovascular y respiratoria con el objetivo de que el individuo esté listo para luchar o huir.
El enojarse, según Eduardo Calixto González, también ayuda a que nos volvamos más competitivos, ya sea en el trabajo, escuela o en nuestras actividades diarias.
¿Cuánto tiempo es normal enojarse?
El experto en psicología, si un individuo se enoja por 30 o 40 minutos es normal y benéfico, pero si dura más de cuatro horas se vuelve patológico y nocivo para el cerebro.
No le digas “cálmate” a una persona que está enojada
El especialista de la UNAM afirmó que decir “cálmate” a una persona enojada es un error porque solo se altera más, ya que un cerebro molesto solo le importa que le digan que tiene razón.
Las personas más jóvenes suelen enojarse más fuerte y con mayor intensidad que después de los 35 o 40 años, edades en donde se controla en un periodo de tiempo más corto.
ADN40
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