Prefacio.

Es algo que suele ocurrir, especialmente con gobernadores que le rehúyen al escabroso tema de la seguridad: le dejan esa responsabilidad de designar al titular en la materia a alguien más. *** En otros gobiernos la salida ha sido “pedirles” a los secretarios de la Defensa y de Marina que “les propongan” a alguien de entre sus filas. Al principio les ponían como única condición que fuera “alguien nacido en Veracruz”. Ahora ya no les importa, pues “ese detallito” lo resuelven con una dispensa del Congreso. *** Este miércoles la gobernadora electa dio a conocer que el próximo secretario de Seguridad Pública será seleccionado por Omar García Harfuch, quien fungirá como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en la administración de Claudia Sheinbaum. *** “Nos hemos estado coordinando con Omar García Harfuch sobre quién será el próximo secretario de Seguridad, porque lo hemos dicho: vamos a estar coordinados completamente con el gobierno federal, así tenemos que trabajar”. *** Ojalá sea para bien.

* * *

Una vez lanzada la piedra, lo que toca es saber cuántos cristales se rompieron.
Los aplausos y las porras de las huestes de Morena y sus aliados en el Pleno del Senado no se escucharán en territorio veracruzano.
Con la misma tinta con la que se le tatuó a Javier Duarte el estigma de “corrupto”, los Yunes (los de El Estero) tienen marcada, ahora, la de “traidores”.
En el PAN, el partido que cobijó al jefe de ese Clan, ya no los quieren y de inmediato se dieron a la tarea de iniciar el proceso para su expulsión. En el PRI ya sabían qué clase de políticos eran, pero se aventuraron a sumarlos a la alianza, porque era condición de los albiazules. El PRD, que tuvo algunas canonjías durante el minigobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, ya no existe.
Y en la otra acera las cosas no están mejor. Rocío Nahle, la que será gobernadora a partir del primero de diciembre, dejó en claro que ella no hizo ningún pacto con ellos: “Por mi parte yo no tengo acuerdo con los Yunes, yo respeto si me respetan, y mira que los acabo de padecer en una elección reciente que fue muy dura”.
Uno de sus más fieles escuderos, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, se apresuró a sesionar para aprobar la minuta de la reforma judicial y al hablar con la prensa estableció su postura, que coincide con la de la gobernadora electa: “Respetamos la decisión del voto de cada quien. Nosotros aquí en Veracruz nos reservamos el derecho de admisión para Morena y lo repito: amigos no somos”.
Y aunque ni el PT ni el Partido Verde se han pronunciado, es buen sabido que ambas organizaciones “juegan con el marcador” y mantendrán prudente distancia de los Yunes (los de El Estero).
De manera ilusa (o, quizá, en el afán de seguir un juego perverso) el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez afirmó este miércoles que él no se sumará a Morena (porque, en realidad, nadie lo ha invitado) y que, por el contrario, sigue siendo de la bancada del PAN.
Acá, en el terruño, las cosas no están mejor.
Enrique Cambranis Torres, coordinador de los diputados del PAN en el Congreso local y “amigo personal” de Miguel Ángel Yunes Márquez, confirmó que su partido ya está dando los primeros pasos para su expulsión.
“Es lamentable que nuestro senador, que prácticamente tenía el apoyo de la gente y de la oposición para hacer una propuesta diferente a Morena, haya votado por ella. Estamos en comunicación con el Comité Ejecutivo Estatal y el Comité Ejecutivo Nacional, al final el partido es el que va a tomar la decisión (de su expulsión), pero es claro que, si no coincide (Miguel Ángel Yunes Márquez) con la forma de pensar del Partido Acción Nacional, es libre de estar dónde él guste”.
Dijo que, aunque los Yunes insistan que se mantendrán en el PAN, deberían ser congruentes entre su actuar y su decir: “sabemos que hubo presiones, pero no te puedes doblar cuando la gente confía en ti para defenderlos, me queda claro que sí hubo una gran presión para que pasara esto, pero también que prefirieron ambos ponerse del lado de sus intereses personales, no de la nación”.
Bien reza el dicho que “el muerto y el arrimado a los tres días apestan” y ese es el caso de los Yunes (Los de El Estero).

* * *

Epílogo.

Voces interesantes se escucharon este miércoles en el Palacio Legislativo de Xalapa. El priísta Marlon Ramírez advirtió que Morena “acaba de atarse las manos y acaba de invitar a los ladrones a su casa”. *** Él no tuvo nada que ver, pues no participó en las negociaciones con los Yunes (Los de El Estero) ni se enteró que por esa ruta se conseguiría el voto que necesitaban. Pero no por eso Cuitláhuac García se limitó y este miércoles subió un video a sus redes sociales, en el que leyó un texto cuidadosamente elaborado. *** Aprovechó para hacer un recuento de los números conseguidos en la más reciente elección, para dar a entender que él tuvo que ver en ello: “Veracruz respaldó con más del 66 por ciento de los votos a la presidenta electa, siendo el estado con mayor porcentaje entre los cinco más poblados del país. Los legisladores federales de Morena en Veracruz recibieron más del 60 por ciento de los votos”. *** Y sí, hay que reconocerlo: su papel fue fundamental para conseguir esas cifras. Su labor fue desaparecer, alejarse de los candidatos de su partido. Si se hubiera empeñado en “operar” la elección, otra historia se estaría contando hoy.