La tendencia observada en los últimos cuatro procesos electorales sugiere un descalabro inminente para la oposición veracruzana, que podría enfrentar resultados aún peores que los de 2024.
Morena, fundado oficialmente hace apenas diez años, en agosto de 2014, ha experimentado un crecimiento vertiginoso. Su primera participación electoral en 2015, durante las elecciones federales intermedias, le permitió obtener alrededor del 8% de la votación total, con más de 3.3 millones de sufragios.
Desde entonces, el partido ha mostrado una trayectoria de expansión constante: tres años después de su fundación, Morena conquistó la Presidencia de la República con López Obrador, quien recibió más de 30 millones de votos, cerca del 53.2%. En 2024, con Claudia Sheinbaum como candidata, el apoyo ciudadano se intensificó, alcanzando más de 33 millones de sufragios, cerca del 60%.
A excepción del PRI, que emergió desde el poder en el siglo pasado, Morena es el único partido con un crecimiento tan acelerado en el país.
En Veracruz, la incursión de Morena en las elecciones locales comenzó en 2017, cuando, a pesar del control estatal del PAN bajo Miguel Ángel Yunes, el partido logró vencer en 17 ayuntamientos, incluyendo Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica. Este resultado anticipó lo que sucedería al año siguiente.
En 2018, a pesar de la alianza del PAN con el PRD y MC, el candidato de Miguel Ángel Yunes Márquez no logró superar al abanderado de Morena, Cuitláhuac García Jiménez, quien obtuvo cerca de un millón 500 mil sufragios, equivalentes al 43.7% del total.
Ese año, Morena ganó en 21 de los 30 distritos locales en disputa, consolidándose como el partido hegemónico en Veracruz.
Las elecciones de 2021 confirmaron la supremacía de la 4T en el estado. Morena ganó 18 ayuntamientos en solitario y, en alianza con el Verde y el PT, logró otros 69. Por si fuera poco, más de una docena de alcaldes de otros partidos cambiaron de bando. En el proceso para renovar el Congreso local, la 4T arrasó con 26 curules por mayoría relativa; sólo perdió en 4 distritos.
En 2024, la candidata de la 4T, Rocío Nahle García, obtuvo cerca de 2 millones de votos, alrededor del 59%, con una diferencia de casi un millón de sufragios respecto al candidato de la alianza PAN-PRD-PRI, José Francisco Yunes.
Con estos antecedentes, es predecible la avalancha que se avecina para Acción Nacional y, especialmente, para el PRI, que parece estar en vías de extinción debido a una caída libre en su votación desde 2015.
A pesar de que la dirigencia del tricolor en Veracruz asegura estar preparada para enfrentar el próximo proceso, su optimismo no refleja la realidad de un partido debilitado y con un creciente rechazo ciudadano.
Habrá que observar quiénes serán los valientes dispuestos a representar al PRI en la contienda por las alcaldías de 2025, bajo el liderazgo de un personaje tan cuestionado y desgastado como «Alito» Moreno; y de Adolfo Ramírez en Veracruz, a quien ni los propios priistas ven como un dirigente capaz de sacar al partido del hoyo en que se encuentra.
@luisromero85
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