Pobre Veracruz condenado a que su gente viva en la inseguridad. Los asesinatos y secuestros siguen como hace años y ni los policías se salvan de la delincuencia.
Y cuando las corporaciones policiacas por un lado son acusadas de cometer abusos, por otro los delincuentes matan a policías sin que haya la reacción debida o sus jefes no los ubican donde deben estar, pues el que sufre y padece es el pueblo.
La Guardia Nacional poco hace en Veracruz. Aquí «nació» y aquí han quedado expuestas sus carencias.
A mediados de abril de hace cinco años hubo una masacre en Minatitlán, en la que incluso fue asesinado un niño. La respuesta del gobierno federal fue echar a andar a la cuestionada Guardia Nacional -por la militarización- en Mina, escenario de múltiples crímenes, extorsiones y asaltos.
Fue preparado el escenario para el nacimiento de la Guardia, fue el presidente López Obrador a poner en funcionamiento la primera coordinación regional y… unos días después ya no había elementos en la ciudad petrolera.
¿Cómo opera esa corporación?, ¿no sabe nada sobre las bandas que asolan a los veracruzanos?, ¿no tiene conocimiento sobre lo que hacen los criminales y dónde lo hacen, cuando miles de paisanos cotidianamente los padecen y saben lo que hacen y los puntos de peligro?
Todo mundo sabe lo riesgoso que es circular por las Cumbres de Maltrata y en general en la carretera Orizaba-Puebla. Sin embargo, los asaltos masivos a los automovilistas son negados por las autoridades y la vigilancia fue reforzada hasta que en esa zona fue asaltado el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, junto con dos sacerdotes, en abril pasado en un falso retén en donde había una larga fila de automovilistas y traileros.
Sin embargo el reforzamiento solo duró unas pocas semanas, como queda demostrado con más denuncias ciudadanas y el asalto (le quitaron su camioneta) que este fin de semana padeció una activista de Búsqueda de Familiares Desparecidos a eso de las dos de la tarde en otro fila de automovilistas en plena Cumbres de Maltrata.
¿Por qué retiran a los elementos de la Guardia Nacional si saben de la operación de una peligrosa y conocida banda que opera entre Veracruz y Puebla?
¿A poco no saben de los asesinatos y secuestros en la zona norte, en donde recientemente mataron a quien fue candidato y líder del Partido Verde en Álamo, Armando Solís, y secuestraron a dos empresarios en Poza Rica?
Y esto es por señalar unos casos, pero por todo Veracruz la gente sabe dónde hay peligro.
Desgraciadamente ni los policías están seguros, como lo muestra el crimen sucedido en un centro comercial de la zona norte del puerto de Veracruz, cuando mataron a mediados del mes pasado a una mujer policía que intentó evitar un secuestro.
O el secuestro que hicieron de dos elementos de la Policía Estatal, plagiados en Alvarado y tirados, ya golpeados, en calles del puerto hace unos días.
Información de la periodista Fabiola González para Diario de Xalapa expone que en este gobierno han sido asesinados 141 policías en el estado.
Pobre de los veracruzanos, donde ni sus policías están a salvo.
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