¡Vaya contradicción! Después de seis años, Cuitláhuac García no pudo terminar con la violencia y la delincuencia en el estado, pero sí con la policía. A pocas semanas de concluir su mandato, el gobernador formalizó la extinción de la Fuerza Civil.
A dos meses de que anunciara la desaparición de esa corporación, el gobierno estatal publicó mediante decreto su formal extinción. En la Gaceta 2024-340 tomo IV del viernes 23 de agosto fue publicado el epitafio de la Fuerza Civil, mediante la modificación del reglamento interior de la Secretaría de Seguridad Pública estatal
A partir del viernes, los elementos se concentraron en un mando único y de operación del en la Secretaría de Seguridad Pública, que ahora cuenta con una súper Subsecretaría de Operaciones; y se creó la Dirección de Proximidad y Apoyo Ciudadano, además de extinguir la Dirección General de la Fuerza Civil. Es decir, nadie se queda sin chamba.
Se supone que la gota que derramó el vaso fue el desalojo violento y muerte de los campesinos Jorge y Alberto Cortina Vázquez en Totalco, Perote. A partir de ahí, el gobernador decidió –u obedeció- la desaparición de la corporación.
Sin embargo, la mayoría de los elementos de la SSP que participaron en el operativo que derivó en la muerte de los dos campesinos continuaron patrullando en el estado con normalidad.
Después todo se volvió un circo. Apenas la semana pasada, el Secretario de Seguridad Pública, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, dijo que no se puede “crucificar” a toda una institución por los “errores” de unas cuántas personas y es por ello que la mayoría de los elementos de la Fuerza Civil, que fueron testigos de las agresiones, siguen en activo.
Pues parece que el gobernador no escuchó a su secretario de Seguridad, porque resultó que por los “errores de unas cuantas personas”, tuvo la iniciativa de “sacrificar a toda una institución”.
Zúñiga reconoció que a pesar de que hay investigaciones en curso, la mayoría de los involucrados siguen en activo y no han recibido ningún castigo o sanción. “Ellos no fueron responsables de nada, las personas que en su momento cometieron un error, ya están siendo sancionadas, ya están siendo investigadas”, (sic).
¿Errores? ¿El homicidio de dos personas, en la lógica policial, es un error? Si la mayoría de ellos no fueron responsables de nada, ¿entonces los responsables fueron los mandos? ¿Quién dio la orden? ¿Fue el Código Rojo del que habló el Gobernador? ¿Actuar bajo un Código Rojo es un error o un delito?
Intentando cerrar el bochornoso capítulo, el viernes pasado, en la Gaceta del Estado se publicó el decreto con el que desaparece la policía elite de Veracruz, creada en 2014 durante el gobierno de Javier Duarte.
Pero hasta ahora, nadie ha dicho qué pasará con las múltiples acusaciones de abuso y violaciones a la ley que cometían los elementos de la corporación, y que reconoció públicamente el propio gobernador.
Por lo pronto, Cuitláhuac no pudo detener la ola de violencia que ha marcado al estado desde el gobierno de Fidel Herrera. Fue más de lo mismo. Y al igual que hicieron otros gobiernos a los que tanto criticó, al no poder contra los delincuentes, decidió desaparecer a la policía. ¡Plop!
Subejercicios de Cutiláhuac, casi equivalente a la deuda pública
Las cifras del VI Informe de Gobierno nadie las creyó. Los funcionarios de adentro, porque sabían que todo era una simulación; los de afuera, porque todos los logros enunciados nomás no existen en la realidad.
Cuitláhuac vivió engañado hasta por sus propios colaboradores. Ingeniero de profesión, nunca entendió de política ni de números; los ratones le pasaron entre las piernas y lograron enriquecerse al amparo de la ignorancia y buena fe del mandatario.
De acuerdo a las cifras del propio gobierno estatal y la Secretaría de Hacienda, Cuitláhuac dejó perder casi 50 mil millones de pesos para obras durante lo que va de su sexenio. Durante su informe presumió obras por 14.2 mil millones, pero tuvo un presupuesto de más 63 mil millones.
Tal vez por ello, a la Secretaría de Finanzas no le cuadran las cuentas del gasto en obra pública –o no logra hacerlas cuadrar-, lo que sería una de las razones de la permanencia de José Luis Lima en el gobierno de Rocío Nahle. Alguien tiene que explicar lo que pasó y a dónde fue a parar el dinero, porque a la campaña no.
Pero el carnaval de cifras vino de los propios publicistas y canales oficiales, quienes en la publicidad del informe publicaron que el gobierno de Cuitláhuac realizó mil 46 obras en su gestión, con una inversión de 14 mil 275 millones 113 mil 584 pesos, a pesar de que, en realidad, el presupuesto de obras fue de 63 mil 99 millones 872 mil 586 pesos.
Según el documentado periodista Marco Antonio Aguirre, las cifras pueden consultarse en los documentos oficiales que se presentan a continuación:
Pero resulta que el “récord” de inversión no corresponde ni siquiera a la cuarta parte del presupuesto que tuvieron disponible, como aquí de muestra.
Esta información, explica Marco Aguirre, deriva de informes trimestrales del gasto público que debe emitir el gobierno del estado, existe el apartado de “programas y proyectos de inversión”. En estos programas se conjuntan recursos federales y recursos estatales. Son sus datos, pues.
Nadie tiene duda de que nunca tuvieron la menor idea de cómo comunicar. La adopción de algunas plumas para llenarlos de elogios, jamás resolvió el vacío de información que se generó, como sucede con estas cifras.
De tal forma, el gobierno de Cuitláhuac no ha explicado si sólo gastó 14.2 mil millones de pesos de los 63 mil que presupuestó a lo largo del sexenio o sólo se refería a las cifras de un año que, en este caso, más bien correspondería al ejercicio 2023, es decir, su quinto año de gobierno.
Si fuera el caso de que se trata de un solo ejercicio, ¿por qué no informaron de la inversión en toda la administración, es decir, los 63 mil millones y sólo presumieron menos de la cuarta parte?
Entonces, ¿a dónde fueron a parar los 48 mil 824 millones 759 mil pesos que no se reportan en el informe pero que tienen registro en los informes trimestrales del gasto público?
El gobierno de Cuitláhuac tendrá mucho que aclarar a la gobernadora Rocío Nahle. Muchos de estos datos ya están en el escritorio de la ex secretaría de Energía y esta sería una de las razones por las que el ingeniero no ha podido salir de huida a atender la “generosa” invitación de Claudia Sheinbaum.
Ya habrá tiempo para aclarar paradas.
La ratonera
Los órganos autónomos son muy necesarios. Sin embargo, haberse convertido en burocracias doradas –como sucede con el IVAI, por ejemplo-, dio la razón pública al Presidente. Hoy lamentan con la incertidumbre laboral quienes dejaron de hacer su trabajo para empoderar a esos organismos.
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