A 32 años de haberse decretado como área natural protegida el parque marino Sistema Arrecifal Veracruzano, las amenazas que enfrenta este espacio son cada vez mayores ante las obras de ampliación del puerto de Veracruz, señalan ambientalistas.

El Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV) se considera único en el Golfo de México por su tamaño, número de especies que alberga y por la resiliencia de sus colonias coralinas.

Los arrecifes coralinos son el principal ecosistema y objeto de conservación de este Parque Nacional ya que contribuyen a la mitigación de los impactos a la costa provocados por tormentas, huracanes y vientos como los “nortes”. Así mismo, los arrecifes mantienen la línea de costa relativamente estable, producen oxígeno y captan bióxido de carbono (CO2).

La abogada ambiental Yoatzin Popoca Hernández lamentó que a pesar de existir una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ordenó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la adopción de medidas para para proteger el Sistema Arrecifal, estas no se han cumplido.

Dijo que no solo no se ha realizado un análisis integral de los impactos generados por el proyecto de ampliación el puerto de Veracruz, sino que además se sigue permitiendo su construcción.

“Debemos preguntarnos cómo se protegen efectivamente estas áreas naturales protegidas porque en el caso del parque eso no impidió que se hiciera la ampliación en el puerto de Veracruz”, dijo,

Ante ello, consideró que el Estado debe modificar el mecanismo que analiza los impactos ambientales en obras pues hasta ahora no ha dado los resultados que se esperan.

“El Estado tiene que reformar la forma en cómo se evalúa los riesgos, la evaluación de impacto ambiental como procedimiento que tiene como objetivo proteger el derecho medioambiental a través de la precaución”.

Consideró que ese instrumento no ha tenido el éxito o no ha conseguido vivir a la altura del espíritu que tiene el mecanismo y que es claro que no se han evaluado adecuadamente los proyectos.

“La declaratoria de área natural tiene más o menos el el mismo tiempo que la ley ambiental que es de 1987. Me parece el procedimiento ambiental también tiene esos mismos 30 años y en estos 30 años hemos visto que el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental le ha hecho daño al Parque Nacional. No se han evaluado bien los proyectos, eso nos hace preguntarnos ¿cuál es la pertinencia? ¿debe modificarse o transformarse a la luz de la crisis climática, si ya es obsoleto?, ¿cómo se tiene que ejecutar?”.

También recordó que el 30 de diciembre de 2022, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat autorizó de nuevo la ampliación del puerto de Veracruz, de forma condicionada, pero una vez más de manera fragmentada, sin integrar adecuadamente información basada en la mejor ciencia disponible y sin permitir la participación de las personas.

“Es muy sorprendente que se haya otorgado esa autorización nuevamente y que además no no se haya podido cumplir el sentido de la sentencia. También es cierto que una gran parte de los daños ya se hicieron”.

La abogada lamentó que pese a los daños provocados realmente hay poca información sobre estos porque las autoridades han actuado con opacidad ante este tema.

“Ha sido muy opaca la información sobre los daños causados al parque por parte de las autoridades, no entendemos cuáles fueron los impactos que ocasionaron las obras de ampliación del puerto. Las autoridades deberían decirnos cómo se afectó al Parque Nacional y lo que se tendría que hacer para poder mitigar esos impactos. Ha dejado mucho que desear la actuación de las autoridades porque no hay transparencia, no hay un interés genuino en la biología o en la en la caracterización ecosistémica del Parque Nacional”.

Yoatzin Popoca Hernández recordó que el sistema forma parte de un corredor biológico más grande y protege las costas del Golfo en México.

“Es muy sorprendente en términos de resiliencia y de integralidad que este corredor ha sobrevivido a muchas cosas, entre ellas el impacto que ha tenido la ampliación del puerto de Veracruz. Lo que vemos es un corredor es recital muy resiliente y eso es interesante en términos biológicos porque vemos que en otras partes del país y del mundo los arrecifes se mueren. ¿Por qué aquí son tan resistentes, por qué son tan resilientes? eso debería interesarnos”, dijo.

También recordó que los arrecifes han sido la barrera natural en contra de cualquier evento climático agresivo pero que las obras de ampliación ponen en riesgo los servicios ambientales que presta, como servir de barrera para fenómenos meteorológico.

“No nos ha pasado lo que le pasó a Acapulco el año pasado porque ahí está el corredor. Si el sistema se impacta o se modifica a un grado tal en que ya no pueda prestar esos servicios ecosistémicos a la población, vamos a ver en consecuencia realmente graves que se enmarcan en la crisis climática”.

Hay que recordar que el sistema está ubicado frente a las costas de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Alvarado, tiene una superficie de 65,516 hectáreas, con al menos 28 arrecifes, playas, bajos, islas y cayos. Algunos de los arrecifes tienen lagunas arrecifales con pastos marinos.

Fue decretado para salvaguardar la diversidad genética de los arrecifes y asegurar su aprovechamiento racional, ante el deterioro ambiental, el saqueo faunístico, los movimientos portuarios y el crecimiento urbano.

AVC

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