A partir de 2024, cualquier persona en México que tramite su pensión bajo la Ley 73 del IMSS podrá exigir que el monto no sea inferior al salario mínimo general, con un incremento adicional del 11% debido al «efecto Fox», asegurando así un mínimo de 8,400 pesos mensuales.
Esto genera una diferencia muy importante entre lo que reciben los nuevos pensionados respecto a los de años anteriores. Esto es porque, aquellos que ya están pensionados reciben solo 3,000 pesos mensuales.
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Estos pensionados enfrentan un aumento anual mínimo, lo que ha llevado a una revisión crítica por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La discrepancia entre el aumento de las pensiones y los salarios mínimos se ha intensificado en los últimos años. Recordemos que antes de sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, los salarios mínimos con los que se determinaban las pensiones eran considerablemente más bajos a los actuales.
Antes de 1977, las pensiones se calculaban y aumentaban en función de los salarios mínimos, pero desde entonces, la inflación se ha utilizado como parámetro para los ajustes. Por eso, cuando el salario mínimo aumentó en los años recientes del sexenio, solo benefició a los nuevos pensionados y no a los anteriores.
Durante muchos años, esta metodología funcionó «bien» ya que los incrementos salariales y la inflación eran similares.
Sin embargo, recientemente, los salarios mínimos han visto incrementos mucho mayores que la tasa de inflación, a veces hasta un 20% anual, mientras que las pensiones solo aumentan alrededor del 4%.
Este desequilibrio ha generado una gran preocupación entre los pensionados, quienes observan cómo el salario mínimo aumenta significativamente cada año sin que sus pensiones mantengan el paso.
Actualmente, la Suprema Corte está evaluando casos y pronunciamientos importantes sobre cómo deben relacionarse las Unidades de Medida y Actualización (UMAs) y los salarios mínimos para garantizar un equilibrio justo que no perjudique a ninguna parte.
Además, existe el problema de que las UMAs no solo afectan las pensiones sino también son la base para calcular multas, impuestos y otros pagos regulatorios.
Si la Corte decide alinear los aumentos de las UMAs con los del salario mínimo, muchos aseguran que esto podría tener un impacto significativo en los costos para los empleadores, lo que a su vez podría llevar al desempleo.
No obstante, también están los que opinan que este ajuste podría ofrecer una mayor protección para los trabajadores al mantener el poder adquisitivo de sus ingresos.
La decisión de la Suprema Corte es muy relevante y aún se espera. Una posible solución podría ser desvincular las UMAs de las pensiones y volver al sistema anterior basado en el salario mínimo, para proteger el poder adquisitivo de los pensionados sin causar un desequilibrio en la economía general.
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