Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, alista su retiro de la vida pública, pero antes de hacerlo presentó su libro “Feminismo Silencioso” en el Zócalo de la Ciudad de México, con la logística a cargo de la Presidencia de la República, la transmisión en redes de la Secretaría de Gobernación y la asistencia de funcionarios públicos en día y horario laborales.

Alejandro Esquer, secretario particular del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue el encargado de revisar -90 minutos antes de que iniciara el evento- que todo estuviera en orden: el sonido, las sillas y la valla que dividió a los invitados especiales y al público en general.

En primera fila, el aún presidente López Obrador y la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, arroparon a Gutiérrez Müller en la presentación de su obra que, incluso, se transmitió en vivo por el canal de YouTube y la cuenta de X de la Secretaría de Gobernación.

Al evento, convocado a las 17:00 horas, también acudió gran parte del gabinete legal y ampliado en funciones: Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; Raquel Buenrostro, secretaria de Economía; Manuel Bartlett, director de la CFE y hasta los titulares de la Defensa Nacional y Marina, Luis Crescencio Sandoval y José Rafael Ojeda, respectivamente.

Martí Batres, jefe de gobierno de la CDMX, y Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, también acudieron a la presentación del libro.
De hecho, una de las presentadoras del libro fue la maestra Delfina, a quien, en un doble tropezón, Gutiérrez Müller la presentó como Delfina Gómez Maza, apellido del exgobernador de la entidad, el priista Alfredo del Mazo Maza.

Para que los políticos invitados pudieran acompañar a Gutiérrez Müller, la calle de Corregidora, a un costado del Palacio Nacional, se convirtió en un estacionamiento VIP, en el que las camionetas de los invitados especiales -sus choferes y hasta sus escoltas- aguardaron a que el evento concluyera.

Mientras tanto, decenas de personas se apostaban en las calles aledañas, detrás de las vallas, tratando de ver, aunque sea de lejos, al presidente y la futura presidenta, a quienes les dedicaron las porras “es un honor estar con Obrador” y “es un honor estar con Claudia hoy”.

“Las mujeres en la política son el blanco favorito de la calumnia”

En punto de las 17:00 horas, las puertas de Palacio Nacional se abrieron de par en par y Beatriz Gutiérrez Müller salió de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, tuvo que correr porque ella fue la última de las invitadas especiales que arribó.

López Obrador soltó a su esposa y ocupó la primera silla en la primera fila. Justo a lado de Claudia Sheinbaum.

Decenas de personas que esperaban verlo salir de Palacio Nacional no ocultaron su felicidad y de inmediato corearon porras y gritos, mientras levantaban posters que tenían impresa la caricatura del presidente con la leyenda: “Hasta siempre, presidente”; carteles que se obsequiaron antes de que empezara la presentación del libro.

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López Obrador apenas saludó e intentó pasar desaparecido frente a los presentes, pero ellos continuaron gritando por lo que antes de empezar, Beatriz Gutiérrez Müller pidió a los presentes que guardaran silencio.

El primero en tomar la palabra fue el consejero de Morena, Pedro Miguel quien de inicio puso en claro qué es lo que no encontrarán en el libro escrito por Gutiérrez Müller.

“Si lo que quieren es zambullirse en los chismes de Palacio contados en primera persona, evítense la molestia porque aquí no están. Si buscan una definición del movimiento obradorista formulada por alguien que ha vivido en estrecho contacto con su principal figura, ni lo compren. Si pretenden hurgar en las cada vez más escolásticas polémicas entre las distintas corrientes del feminismo, ahórrense la frustración. Este libro es otra cosa”, advirtió.

Durante su participación, Pedro Miguel resaltó la transferencia de responsabilidades que Gutiérrez Müller recibió cuando López Obrador ganó la Presidencia, por lo que ella decidió que no quería que la llamaran “primera dama” y aun así, criticó Pedro Miguel, se convirtió en el blanco favorito de las calumnias contra el presidente.

“El 1 de diciembre de 2018 el país amaneció sin residencia oficial de Los Pinos, sin Estado Mayor Presidencial y sin Primera Dama. El aporte fundamental de Beatriz en la abolición de esta figura ilegal, grotesca y degradante, tanto para quien la ejerce como para el resto de las mujeres de México, constituyó en negarse a asumir ese papel, lo que la ha colocado en el lado de la resistencia”, subrayó.

Esta afirmación, casi al término de su intervención, generó que el público -aquellos que aún no se habían retirado- hicieran cambios a la arenga y corearan “¡Es un honor estar con Bety hoy!”, al tiempo que otro grupo le echaba porras.

En su oportunidad, Delfina Gómez compartió que leer el título del libro “Feminismo Silencioso” le generó inquietud.

“El silencio es una manera de demostrar -quizá- nuestra rebelión o nuestra situación de decir ‘con mi silencio te digo todo’ y muchos lo hacemos”, reflexionó la gobernadora.

Aunque su intervención fue corta, Delfina y Beatriz se enfrascaron en una ida y vuelta de elogios y halagos, pues a pesar de llevar un texto escrito, Delfina prefirió pedirle consejo a Beatriz Gutiérrez Müller.

“Ojalá que escuchen más. En la política se da por hecho que el instrumento principal es el verbo, está muy bien, hay que convencer, pero los políticos y las políticas y sobre todo los que llegan al poder tienen que escuchar más de lo que han escuchado, así de siempre. No hay para dónde ir. Ahí está la verdad”, lanzó Gutiérrez Müller en respuesta al consejo solicitado por la gobernadora del Edomex.

“No se puede imponer a ningún ciudadano lo que un gobernante desea llevar a cabo, eso no puede ser, no puede ser más. Porque los demás no estamos pintados, no existimos solo para llenar un auditorio. Somos tan persona, como quien nos gobierna”, agregó, lo que fue respondido por los presentes con una serie de aplausos.

“Me retiraré silenciosa”

“Las mujeres en la política mexicana son el blanco favorito de las otras mujeres y de los hombres; de los medios y de los grupos de poder; de los grupos que intentan tener el poder y creo que Delfina es un muy buen ejemplo de una mujer de lucha que ha tenido que remontar una, dos veces, tres veces, no sé cuántas, para ser reconocida por lo que es”, continuó Gutiérrez Müller.

Durante su discurso recordó que ella no pidió estar en la esfera política y pública, por lo que al igual que López Obrador -a quien en ningún momento mencionó- se retirará.

“Aunque fui y soy pública por razones ajenas a mi voluntad, me retiraré silenciosamente también para vivir con toda la prudencia que me caracteriza por lo que me resta de vida”, señaló.

A pesar de que un importante grupo de personas que acudieron a la presentación pidieron una y otra vez que les firmara su libro, Beatriz Gutiérrez Müller se negó y aseguró que ya habrá ocasión para hacerlo.

Incluso, dijo, que en cualquier día se encontrarán en la calle y ahí podría fírmales su libro.

Otros, que acudieron con su libro “Gracias”, última obra de López Obrador, también se quedaron con las ganas de que el autor se los dedicara, pues al término de la presentación de inmediato volvió a Palacio Nacional.

En la presentación del libro de Gutiérrez Müller, también participaron Raquel Serur, embajadora de México en Ecuador; Verónica Velasco y Arturo Ferrusquía.

Animal Político

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