Las recientes acusaciones del presidente López Obrador y el respaldo de la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle, no deberían quedar solo en palabras.

El mandatario federal denunció prácticas corruptas por parte de algunos periodistas y medios de comunicación, y subrayó que la extorsión en el ámbito periodístico debe erradicarse. Según él, esta es la antesala de la corrupción y debe ser combatida a todos los niveles.

López Obrador comentó sobre los convenios entre las entidades gubernamentales y los medios de comunicación, aclarando que estos están regulados y no constituyen un delito. Sin embargo, distinguió claramente entre un contrato legítimo y un acto de extorsión.

Señaló que la extorsión debe ser eliminada; y aprovechó para revelar la práctica de medios informativos nacionales que habrían recibido aportaciones de la iniciativa privada identificada con la oposición, para fortalecer la campaña contra los candidatos de Morena.

El presidente ejemplificó estas prácticas con el caso de la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle García, a quien, de acuerdo con sus palabras, personas vinculadas al grupo Televisa le habrían solicitado 200 millones de pesos a cambio de no difundir información negativa en su contra.

López Obrador argumentó que la intensificación de la cobertura informativa contra Nahle había creado la percepción de que la 4T estaba en peligro de perder la gubernatura de Veracruz.

Finalmente, la morenista ganó las elecciones de manera contundente, aventajando al candidato opositor, José Francisco Yunes Zorrilla, por 27 puntos porcentuales.

Rocío Nahle abordó el tema en el programa «Los Periodistas», transmitido por el canal de YouTube del portal Sin Embargo. En esa entrevista, la ex titular de la SENER corroboró las palabras del presidente y reveló que una persona, presuntamente cercana al copresidente ejecutivo del Grupo Televisa, Bernardo Gómez, le pidió 200 millones de pesos para no publicar un reportaje sobre supuesta corrupción en la construcción de la refinería Olmeca, en Dos Bocas.

Aunque Nahle evitó revelar el nombre del presunto extorsionador, afirmó tener pruebas respaldadas por cámaras de video en sus oficinas en Veracruz.

Es fundamental que Nahle no trate este asunto como una anécdota o como un simple eco de las declaraciones del presidente. La extorsión, aunque no se haya consumado, es un delito grave que merece ser denunciado.

Durante la entrevista, la también senadora con licencia recordó la campaña en su contra por parte de medios locales y nacionales durante el proceso electoral; mencionó específicamente a los periódicos El Universal y Reforma; y denunció que estos medios dieron voz a un empresario que la atacó sistemáticamente con «mentiras y difamaciones».

@luisromero85