Prefacio.

El gobierno estatal le ha dado muy poca importancia, pero el municipio de Texistepec, en el sur de la entidad, está realmente “caliente”. *** El cuerpo edilicio de ese ayuntamiento anunció que presentará su renuncia, luego de los ataques de los que han víctimas dos funcionarios municipales. *** La sindica Margarita Sánchez Castillo, apoderada legal del Ayuntamiento de Texistepec, fue la última funcionaria afectada por la inseguridad; hace dos semanas fue atacada a balazos cuando llegaba a su casa, luego de acudir a una fiesta en la localidad de Peña Blanca. *** El regidor primero Eduardo Parra Domínguez, anunció que también dejará el cargo. Él era regidor suplente y asumió el cargo luego de que el propietario fue atacado a balazos en Acayucan, y falleció en el hospital. *** Los ediles denunciaron que el alcalde Víctor Manuel Sánchez Florentino, surgido de las filas de Morena, se abandonó el municipio para esconderse. Los ediles se quejan de que el alcalde sí tiene protección, mientras que a ellos ninguna autoridad les han ofrecido ayuda. *** A pesar del anuncio de que la Secretaría de Seguridad Pública estatal, con el apoyo del Ejército, de la Marina y de la Guardia Nacional, fortalecería la vigilancia en ese municipio, el ambiente de peligro se siente en las calles. *** ¿Qué espera el gobernador para hacer frente a ese problema? ¿Qué compromisos hay en aquella zona como para voltear hacia otro lado y permitir que la delincuencia actúe con total impunidad?

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El “chisme” lo empezó el lunes. Se hablaba del conflicto entre el periodista Joaquín López Dóriga y la empresaria María Asunción Aramburuzabala. De pronto el presidente López Obrador se desvió del tema y terminó haciendo referencia a una historia que le contó la gobernadora electa de Veracruz:
“Ayer estuve en Veracruz y me contó Rocío Nahle de cómo fueron a extorsionarla, creo que le pedían, una televisora, 200 millones de pesos. – ¿Cuál televisora, presidente? – No, hagan ustedes la investigación. Pero 200 millones porque supuestamente tenían… ¡Ah!, pues de Dos Bocas, tenían información de corrupción. Como ella había estado de directora… Que, por cierto, lo hizo muy bien, encargada de la obra de Dos Bocas, gracias a ella se avanzó. Entonces, supuestas facturas en donde demostraban que había permitido la corrupción. Y la acusaban de tener propiedades, incluso a su esposo de tener una residencia en Nuevo León, y presentaron la escritura, y resultó que era un homónimo, un señor que se llama igual que el esposo de Rocío, en plena campaña. Y hay un programa en esa televisora en donde la acusaron de ratera porque no entregó los 200 millones. Y estoy seguro de que esos 200 millones no iban para la empresa, sino para los funcionarios”.
Tan solo con eso, el presidente “dejó la víbora chillando”.
Pues este martes, una vez más sin que alguien lo cuestionara sobre el tema, el presidente López Obrador lo retomó y sin el menor rubor dio los datos que un día antes se había negado a revelar:
“Es como lo que decía yo ayer, que me faltó y aprovecho de una vez para decirlo, porque le pedían 200 millones a Rocío Nahle en Televisa, porque tenían un paquete de información sobre la refinería (…) Y como no les dio los 200 millones, se le fueron con todo —y hay constancia de lo que estoy diciendo— antes de la elección. Incluso llegaron a crear un ambiente —desde luego, arriba— de que se iba a perder Veracruz o, mejor dicho, que Rocío Nahle y el movimiento a favor de la transformación iba a perder Veracruz. Un poco lo que hacían, se reunían los del bloque conservador con los empresarios, les mostraban encuestas en donde ya estaban empatados y que hacía falta nada más el último jalón, y que cooperaran y les quitaban dinero, los timaron”.
Es natural que el presidente López Obrador retome esa historia. Los que lo conocen, los que están cerca de él, saben que le “alimenta el ego” escuchar anécdotas en las que se “exhibe” a los opositores intentando extorsionar a los “honestos servidores públicos de la 4T”.
Es difícil confirmar si Televisa se atrevió a buscar una negociación con la entonces candidata al gobierno de Veracruz, especialmente porque la información sobre actos de corrupción en la refinería de Dos Bocas ya era del dominio público y ya se habían hecho públicos algunos documentos que sustentaban los señalamientos de corrupción.
El tema de las propiedades de la familia Peña-Nahle tampoco era exclusivo de Televisa. De hecho, quien documentó cada caso fue el empresario Arturo Castagné a través de sus redes sociales, por lo que la información que -le contaron al presidente- pretendían utilizar para extorsionar a Rocío Nahle, era ya del dominio público.
¿Se aclararon esas denuncias?
Hasta ahora no, y eso que fueron presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR). No estaría de más que la gobernadora electa saliera a responder cada uno de esos señalamientos, si es que -como ella misma lo ha dicho- se trató de una “guerra sucia” por los tiempos electorales.

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Epílogo.

La oferta parece raquítica, pero es lo que hay: Claudia Sheinbaum anunció que para el arranque de su administración definirá en cada entidad del país “al menos una obra prioritaria”. *** La presidente electa se reunió con los gobernadores de Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas y… la gobernadora electa de Veracruz. A todos ellos les dijo que la prioridad es la infraestructura en agua potable y para riego agrícola, y para ello cada estado tiene sus proyectos definidos. En segundo lugar, estarán los proyectos de carreteras. *** “Sería muy fácil decir: vamos a hacer todas las obras, pero tenemos que definir una programación para cada año. Entonces, vamos a trabajar conjuntamente para definir para 2025 cuáles son las obras para cada entidad. Lo que sí es que por lo menos va a haber una obra, por lo menos una obra prioritaria para cada uno de los estados de la República y para la Ciudad de México, y nos interesa mucho el tema del agua, que les interesa mucho a los gobernadores”. *** Ya son los tiempos de Rocío, no los de Cuitláhuac.