En su visita del fin de semana al sur de Veracruz, donde también estuvo la presidenta electa, AMLO hizo saber a Cuitláhuac García (en charla personal), que había convencido a Sheinbaum de incluirlo en su equipo ampliado de colaboradores.
No fue tarea fácil, pues tal como lo compartí en columnas pasadas, la exjefa de la CDMX había considerado a García para un cargo de menor resonancia, dado su poco aporte al triunfo de Nahle. El gobernador de Veracruz continúa con suerte.
Originalmente, Sheinbaum pensó en Cuitláhuac hasta para una secretaría de primer orden (la de Educación o Energía eran casi suyas), pero pasó la elección y la electa lo visualizó de otra manera; el reporte de sus informantes en Veracruz le revelaron la escasa labor de García.
Intervino AMLO y, derivado del respeto y cariño que le tiene Sheinbaum, decidió darle unos años a Cuitláhuac en un cargo que, a su juicio, “ya no merecía”. Y fue en la zona sur del estado, con la algarabía de todos, que se le informó al gobernador sobre su futuro.
Lo llamativo es que quienes no quieren a Cuitláhuac García en el gabinete federal son los propios morenistas, particularmente los cercanos a la presidenta electa. Resulta curioso que los detractores del “cobijado por AMLO” son quienes conocen sus resultados como colaborador.
La suerte lo sigue acompañando, no sólo lo llevó a ganar la gubernatura de Veracruz en su momento, sino que ahora, pegado a la misma persona, acabará incrustado en el equipo de Claudia Sheinbaum.
Veremos qué ocurre… y si en verdad ocurre.
X: @aaguirre_g
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