A mediados de febrero de 2022, en Miami, Florida, la DEA y el FBI desclasificaron documentos judiciales sobre el caso de Alex Saab, un empresario multimillonario de origen colombiano que el gobierno de Estados Unidos consideraba el principal testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, bajo cuya protección realizó jugosos negocios que se basaban en un esquema que intercambiaba petróleo venezolano por alimentos producidos en México y se disfrazaron como acuerdos de “ayuda humanitaria”.
En esta trama se involucró casualmente a Segalmex que todavía dirigía el ex priista Ignacio Ovalle Fernández, quien como director del Instituto Nacional Indigenista (INI), entre 1976 y 1982, fue el primer jefe del actual presidente Andrés Manuel López Obrador.
Noticias Caracol, de Colombia, reveló el 25 de octubre de 2021 que el FBI realizaba una investigación sobre las despensas alimenticias que una empresa de Saab importaba de México para beneficiar a más de 5 millones de familias venezolanas.
El reportaje consignaba que los CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), creados en abril de 2016 y administrados por algunos militares jubilados adeptos al régimen de Maduro señalados por sus nexos con el narcotráfico y tráfico de combustible, eran usados para enviar cargamentos de cocaína de Venezuela a México y blanquear sus ganancias ilegales; que aeronaves adscritas a la Aviación Militar Bolivariana partían de la Base Aérea de La Carlota, en Venezuela, rumbo a Veracruz, donde la carga de cocaína era descargada y reemplazada por las cajas con alimentos en mal estado o caducados, y que luego estos mismos aviones aterrizaban de vuelta en Puerto Cabello y La Guaira, en territorio venezolano.
Los investigadores encontraron también empresas en México que fueron suplantadas como supuestas proveedoras de toneladas de leche en polvo, que en realidad nunca se negociaron con Venezuela.
Según una investigación de la reportera Verónica Ayala, para Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, identificó entre 2019 y 2020 ocho empresas mexicanas asentadas en Nuevo León, Baja California, Zacatecas, Veracruz, Guanajuato y la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Estas empresas utilizaron una estructura de al menos 13 importadoras creadas en Honk Kong, Panamá, Uruguay y las Islas Vírgenes Británicas para enviar alimentos a Venezuela por un monto de 64 millones de dólares, equivalentes a 1,200 millones de pesos, según registros del comercio exterior.
No era algo nuevo, esa estructura de importadoras sustituyó a las que habían venido manejando operadores financieros del chavismo, como Alex Sab y Samark López Bello, operadores financieros de Maduro.
Entre 2016 y 2018, antes de López Obrador, dos empresas ligadas a Saab –Group Grand Limited y Asasi Food–, y una atribuida a López Bello –Postar Intertrade–, habían intervenido en la compra de alimentos a 10 empresas mexicanas con valor cercano a los 700 millones de dólares, para los llamados CLAP.
El presidente López Obrador debe deslindarse de Maduro, quien ya es insostenible. Y es que no sólo no ha podido exhibir las actas electorales que confirmen su triunfo en las elecciones del domingo antepasado, sino que, además, desde el 26 de marzo de 2020, el Departamento de Justicia de EU emitió una orden de captura en su contra ofreciendo una recompensa de 15 millones de dólares por cargos relacionados con el narcotráfico.
¿Claudia Sheinbaum sostendrá en su gabinete a chavistas incondicionales de Maduro, como Sady Arturo Loaiza Escalona, un ex funcionario venezolano que en 2021 fue contratado en la Subdirección de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP)?
Ya se sabrá en un par de meses. Mientras tanto, ayer, Estados Unidos aclaró que, si bien ha reconocido al candidato opositor venezolano Edmundo González como el triunfador de las elecciones, todavía no lo reconoce como presidente del país, y pidió al chavismo y a la oposición que negocien una transición democrática.
En un comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, se informó que EU está en estrecho contacto con sus socios en la región, como Brasil, México y Colombia, “para encontrar un camino a seguir” en esta situación política en Venezuela.
Miller instó tanto al oficialismo como a la oposición a que inicien discusiones para una transición pacífica de regreso a la democracia en Venezuela, pues la situación política en el país sudamericano ha generado tensiones y preocupación en la comunidad internacional.
El llamado a la negociación y al diálogo entre las partes involucradas ha sido una constante en las declaraciones de los líderes mundiales, quienes buscan una solución pacífica y democrática para la crisis venezolana.
Y es que el Consejo nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha sido objeto de críticas por parte de la oposición y de la comunidad internacional debido a la falta de transparencia en el proceso electoral y a la proclamación de la victoria de Nicolás Maduro sin aportar pruebas fehacientes.
Por ello, el Departamento de Estado ha insistido al CNE que publique de una vez las actas de votación con los resultados para que se pueda corroborar la veracidad de los mismos, ya que han pasado varios días desde las elecciones y cualquier prueba presentada requerirá de un escrutinio minucioso.
Sin embargo, anoche, en su edición digital, el diario El Universal publicó que “una fuente del gobierno estadounidense” reiteró que las actas que ha mostrado la oposición, según las cuales su candidato Edmundo González Urrutia ganó con 67% de los votos, son confiables, por lo que exigió al gobierno de Maduro poner fin a la represión.
¿Cuitláhuac, el ‘García Vilchis’ de Sheinbaum?
Con excepción de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, ya los principales cargos del próximo gabinete presidencial han sido asignados por Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, todavía quedan pendientes algunos puestos como el de Ana Elizabeth García Vilchis, quien se volvió famosa por su gustada sección de “Quién es quién en las mentiras de la semana”, un segmento dedicado en las conferencias mañaneras del presidente López Obrador para desmentir las llamadas “fake news” que publican los medios de comunicación en contra del régimen de la 4T.
El gobernador saliente de Veracruz, Cuitláhuac García, parecía ser un buen candidato para sustituir en el micrófono de la sala de conferencias de Palacio Nacional a la señorita García Vilchis en el sexenio de Sheinbaum, pero ayer la columnista del diario Reforma, Peniley Ramírez, parece haber abortado esa posibilidad.
Y es que la prestigiada periodista egresada de la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana desmintió a García Jiménez sobre el polémico avión en que fueron trasladados y entregados a las autoridades de Estados Unidos los capos del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapito” Guzmán López.
“Acabo de ver la respuesta del gobernador de Veracruz a mi columna de este sábado. Primero, el avión no estaba domiciliado en Veracruz ‘en tiempo de Duarte’, porque el registro más reciente es de septiembre de 2023. Segundo, nunca di en la columna la matrícula mexicana del avión, entonces, o el gobernador tiene súper poderes, o no sabe ni a qué está contestando. Espero que el gobierno de Veracruz investigue seriamente. Esta respuesta parece un botepronto”, publicó en su cuenta de la red social X, antes Twitter, la comunicadora oriunda de La Habana y nacionalizada mexicana.
¿Le replicará Cuitláhuac o preferirá hacer mutis?
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