Lo de las carreteras veracruzanas en mal estado tiene tintes de escándalo. Unas ya no tienen pavimento y ahora son terracerías, otras las rehabilitan, pero rápido vuelven a quedar dañadas y también están las olvidadas.
De eso hablan y se quejan, y por eso están que trinan, miles de veracruzanos de todas las regiones del estado, quienes al transitar por esas vías se arriesgan a sufrir accidentes o a ser asaltados.
Al ser entrevistado sobre este tema, el senador electo y exdelegado de la Secretaría del Bienestar, Manuel Huerta, reconoció que las carreteras de Veracruz «son un desastre», señala que habría corrupción con el dinero para repararlas y opina que el gobernador Cuitláhuac García y la gobernadora electa Rocío Nahle «deben de estar preocupados».
No creo que Cuitláhuac esté preocupado, ha dado sobradas muestras de que se le resbala todo lo referente a los problemas de Veracruz. Nahle sí debería estar así, le dejan un gran paquete por resolver que representará muchos, pero muchos millones de pesos.
En los últimos días ha circulado profusamente una fotografía que muestra el gran deterioro de la carretera que pasa por la planta electronuclear de Laguna Verde. También han sido insistentes las quejan por las pésimas condiciones de la carretera 150 de Córdoba y Orizaba.
Pero uno pregunta a paisanos de cualquier punto de la entidad y la respuesta es la misma: las carreteras de mi región son un peligro.
Por ejemplo, en la zona de Los Tuxtlas, la 180, en el tramo de Catemaco a Juan Díaz Covarrubias, ya es terracería y por lo tanto peligrosa.
Una estatal, en Catemaco, de Coyame a Tebanca, en los primeros cuatro años de este gobierno fue rehabilitada año con año. ¿La querían tener impecable?, pobladores de esa zona dicen que no, aseguran que los trabajos de reparación de la SIOP fueron pésimos, uno tras otro, de ahí que no duraban ni un año.
Al quinto año ya no hicieron nada y por lo tanto lleva casi dos años en el abandono y es difícil transitarla. Además, las lluvias derrumbaron un puente, el San Joaquín, que une a Catemaco con Soteapan, por la sierra, y tuvieron que habilitar un camino.
Agentes municipales y dirigentes de comisariados ejidales vinieron a Xalapa, solos, es decir, sin su alcalde o alguna otra autoridad superior, a la SIOP, a exigir la rehabilitación de la carretera, pero es la fecha en que todo sigue igual.
Y para completar, en la región de Los Tuxtlas, esta situación de «desastre», como la califica el senador electo Manuel Huerta, está la vía Santiago Tuxtla-Isla.
«Es la peor carretera estatal del estado de Veracruz, ya no existe el asfalto y cada metro hay pozas, es un himno al abandono del Estado a las vías de comunicación», me comentó un jarocho que conoce muy bien esa parte de nuestro territorio.
Desgraciadamente no pude aceptar como cierta su afirmación… seguramente hay otras al menos igual o peor.
Así las cosas, Rocío Nahle tiene mucho trabajo por delante si es que en verdad quiere, como repitió en su campaña electoral, poner a Veracruz de moda. Y, como dice Huerta, unas auditorías no estarían mal ¿o no hay responsables de este «desastre»?
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