Los gobiernos pasan y las carreteras de Veracruz siguen en mal estado, algunas peor que antes. Medio reparan unas y otras las abandonan hasta que casi son brechas y entonces les dan una manita de gato y ahí se van.

En este gobierno estatal fue lo mismo. Aquí no se reflejó la Cuarta Transformación y las carreteras son muestra de que el cambio no llegó, se extravió prácticamente desde el inicio de la administración (si así se le puede llamar) de Cuitláhuac García.

Al Calor Político ha dado cuenta en los últimos días del terrible estado en que se encuentran diversas carreteras. Este martes, en nota de Lissette Hernández, expuso las condiciones de la vía federal 150 Orizaba-Zongolica, en el tramo correspondiente a Rafael Delgado.

Pobladores de ese municipio indican que existe el compromiso por parte del Ayuntamiento para atender ese tramo, pero que la alcaldesa Alejandra Enríquez Ortiz se ha desentendido al grado que ese camino es un peligro.

Días atrás también fue expuesto que esa carretera está destrozada en otros tramos, lo que ha generado protestas de habitantes de la sierra de Zongolica.

El lunes se informó de lo mal que está la carretera Orizaba-Mariano Escobedo, llena de baches, con fracturas y sin alumbrado. En la nota periodística de Jorge Reyes se indica que fue inaugurada hace nueve años, pero que su mala construcción y la falta de mantenimiento la tienen muy deteriorada.

Y días antes se hizo eco de lo que la gente critica ásperamente por el estado de la carretera que pasa por la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde y que es la principal vía del llamado Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE), o sea, dicho en cristiano, por donde la gente deberá salir huyendo en caso de un accidente mayor en la electronuclear.

Esa vía ya no tiene baches, estos se han convertido en hoyancos que hacen difícil y peligroso el paso de camiones y automóviles.

Habrá quien diga, esas son carreteras federales, no le corresponde a Cuitláhuac arreglarlas. Pues si así piensa el gobernador, por eso las vías federales están como están. ¿Y su capacidad de gestión para que se realicen las obras correspondientes ante la Federación? Además, vías estatales están igual o peor.

Y cuando arreglan las estatales… uuuff.

En un extremo de Xalapa, en la salida hacia Veracruz, llevan desde el año pasado ampliando unos tramos. A la altura de la entrada principal a Las Ánimas fue un problemón circular porque las obras iban muy lentas, hasta que el alcalde explotó y dijo que él no tenía por qué recibir las mentadas de los xalapeños por una obra lenta a cargo de la SIOP, dependencia estatal.

Pues ahora está igual, pero del otro lado de esa vía, a la altura de Garnica y hacia la plaza Las Américas. Son lentos, muy lentos y quién sabe qué tanto hacen pero no avanzan y quién sabe cómo quede finalmente esa obra, pero es probable que haya carriles que se angosten de improvisto.

Y al otro extremo de la ciudad, hacia Banderilla, la misma SIOP lleva semanas y semanas sin pasar del raspado del bulevar, lo que no solo ocasiona congestionamientos sino riesgos de accidentes y de daños a los automóviles, pues por el raspado y las lluvias ya se han formado hoyos.

¿Qué provoca que no pasen del raspado y que los meses transcurran en una obra que pudo ya estar terminada? ¿Ineficiencia?, ¿falta de pago a la constructora?, lo que sea, pero qué culpa tienen los automovilistas y camioneros que corren peligro todos los días al pasar por ahí.

¿De qué ha servido el apoyo constante del presidente López Obrador al gobernador Cuitláhuac García si de las palabras no se ha pasado a los hechos? ¿De qué sirvió eso, cómo se vio reflejado en progreso para los veracruzanos, en más y mejores servicios, en obras de importancia?

Parece ser que Rocío Nahle será diferente y sí sabrá aprovechar su cercanía con Claudia Sheinbaum. Por lo pronto ya anunció la gestión, ante la Presidenta electa, de la construcción del libramiento Córdoba-Orizaba, obra de importancia, necesaria para esa zona, no obritas mal hechas.